Junto a las estrellas

•4•

Laya
 


 


Yo se lo que digo y ese la está mirando, nada de viajes astrales porque el no está en uno y yo estoy segura de eso. Más que segura. 
 


Son similares a las miradas que le echo yo  a mapache (mejor conocido como Hayden) si, ya le puse un apodo ¡es por seguridad, lo juro! Así si hablamos de él  v nadie sabe que es él con el apodo que tiene. Hay que pensar e ir dos pasos más delante que los demás.  
Eso lo suele decir Dylan cuando esta jugando a videojuegos.

Después de que nos hayamos cansado, bastante de dar vueltas en los patinetes nos sentamos en los columpios para hablar de cosas. Como solemos hacer cada vez que nos vemos, incluso nos decimos cosas innecesarias que eran mejor no saber.

—Mapache no ha venido—digo buscando la atención de Amy.

—No habrá podido venir.

Cuando le iba a responder sentí que me cayó una gota fría en la frente. ¡mierda va a llover! Con preocupación miro a Amy, ella está apuntó de entrar en pánico cuando ve que esta empezando a llover más fuerte.
Me acerqué a ella y sujete su mano.

No hacen faltas palabras para que ella sepa que estoy con ella, y que no dejaré que le pase nada.

Todos empiezan a alborotarse, y a recoger todos las cosas con mucha rapidez y preocupacion de que se les moje. Nos empiezan a llamar para que les ayudemos pero Amy está tan tensa que no se ha podido mover, intento movernos para ponernos debajo de algo.

Puedo escuchar a lo lejos como Jonay la llama desesperado, esta corriente así nosotras.

—¡Amy, Amy!

Jonay se acerca y le pone un jersey en la cabeza como cubriendola. Yo aún estoy sujetando su mano.

—Estoy bien—murmura—. Lo estaré, tengo que superarlo.

—No te puedes forzar hacer algo que sabes que te va a doler—le dice Jonay acurrucandola en su pecho.

—Por más que duela lo superaré.

Se empeñó en quedarse bajo la lluvia y ayudar, se que le duele y esta sufriendo. Lo puedo notar como también puedo notar que esta teniendo muchos flashback de ese día. Quisiera ayudarla pero no quiere, Jonay me dijo que de seguro lo esta haciendo para que los demás no se den cuentan que le afecta estar bajo la lluvia.

Con esto me está demostrando que es muy valiente, mi hermana es la persona más valiente que he conocido.
Mientras ayudó también le prestó atención por si en algún momento se derrumbará yo ser su soporte y ayudarla. La lluvia aún no ha cesado, esta lloviendo con más intensidad y me preocupa.

Cuándo le vuelvo a echar el ojo Amy veo que Jaden (el hermano de María) esta frente a ella, él le dice algo pero no logro escuchar que es. Amy no lo mira a los ojos, esta mirando un punto fijamente. Y sin espararmelo Jaden la abrazó ¡la está abrazando! Es como si supiera que algo le pasa, el también lo nota al igual que yo. Aunque la única diferencia es que yo se la razón de su miedo y él no.

NARRADOR OMNISCIENTE.

Mientras Amy a estaba apunto de hacerse pedazos en los brazos de Jaden el no paraban de preguntarse en qué le podría ayudar sin saber que ya la estaba ayudando. 
Por más que la joven se estuviera muriendo de miedo y luchando con sus demonios, se sentía a salvó en sus brazos.

En ese momento a ninguno de los dos jóvenes les importa quién estuviera mirando ni tampoco el que dirán, él solo sabía que la seguiría abrazando hasta que ella estuviera bien y ella solo sabía que no se alejaría hasta que la lluvia no cese.

—Cierra los ojos y escucha mi voz—susurro él en su oído acurrucandola más a él.

—Yo puedo con esto.

El joven no sabía a qué se estaba refiriendo la muchacha pero aún así no se apartó.

—Se que sí.

Le acomodó bien el jersey que traía puesto en la cabeza desde hace un rato para así evitar que las gotas de la fuerte lluvia no la bañara aunque no estuviera dando resultado pero el quería sentir que la está ayudando.
El joven Jaden supuso que sería alguna fobia a la lluvia aunque no fuera del todo cierto. Pero el la entendía, y sin más preámbulos la cargo, llevándosela así consigo a la casa del hermano de Amy.

Jonay no puso ninguna pega y dejó que la recostara en su habitación. Laya, su mejor amiga de todo el Alma ayudó a cambiarse la ropa mojada por culpa de la lluvia. Ninguna dijo nada pues ellas sabían que sobran las palabras.

 

Amy
 


Dos semanas después.

No volví a bajar más, no después de ese día. Ninguno de ellos me han llamado ni nada de eso, saben que necesito mi espacio. Tampoco he ido al instituto,  después de haberme bañado en la lluvia termine enfermandome y Jonay convenció a nuestro padre de que me dejara quedarme en casa. Y las clases la estuve haciendo en modo virtual.

Odié con todo mi ser estar allí en ese momento, todo el cuerpo empezó a dolerme y la cabeza a punto de explortame por culpa de todos los malditos recuerdos que deseó olvidar con todo mi ser.

Empecé a echarme la culpa una y otra vez hasta que alguien me abrazó haciendo que me volvieses a sentir segura. Hasta llegué a pensar que era mi hermano Jonay pero no fue él, fue alguien del cual no me esperaba nada.

Dos semanas atrás.

Unos cálidos brazos me rodearon completamente, los cuáles me llevaron a la casa de Jonay y también me acomodaron en la cama. Me cambié de ropa con la ayuda de Laya, ella se fue con los demás dejándome sola en esa habitación, lo único que yo quería era desaparecer en estos momentos, cerrar los ojos y que todo acabará de una vez pero por más que lo hacía nada sucedía.

Nadie se podría estar imaginando lo que está pasando en esta habitación, nadie sabría que estoy luchando con mis demonios, que estoy haciendo todo lo posible por no dejarme vencer. Porque esta vez tengo que ganar yo.

La puerta de la habitación se abrió dejando ver a Jaden con bandeja en la mano y una taza en ella, supongo que es sopa. Me esperaba que quien entraran fueran Jonay o Laya y no él, no es que me moleste porque se ve que solo quiere ayudar.




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