Ya eran las 12:30. Valeria salió y le dijo a su prima Sol, quien trabajaba con ella:
-Hoy me voy con...-. Leo la interrumpió y dijo:
-Hoy se va conmigo, así que tranquila que yo la llevo derechito a su casa.
Sol miro sonriendo a Valeria y a Leo y le dijo:
-Cuidadito con mi prima.
Valeria se despidió de Sol y se fue con Leo.
Leo le dijo a Valeria:
-¿Que te parece si nos desviamos un poquito y vamos a tomar un helado? Yo invito.
Valeria le dijo:
-Mmm dejame pensarlo... Si, vamos.
Leo compró los helados y se fueron a la costa del río que estaba cerca. Se quedaron mirando el agua mientras hablaban y tomaban el helado. Leo le preguntó cosas sobre la vida de Valeria y la hizo reír como nunca, luego de que su madre muriera, ella no había tenido tiempo para divertirse ya que cuidaba a su hermanito.
Leo se había manchado las mejillas con el helado y Valeria le dijo:
-Tenes manchado. Ahí... a ver, dejame yo te lo quito-. Valeria tomo la servilleta y se acerco a Leo y le limpio las mejilla. Ambos se miraron a los ojos. Y Leo se acerco a su boca pero Valeria le pusó la servilleta en la boca. Y le dijo:
-Creo que ya nos debemos ir. Se viene una tormenta.
Leo le dijo:
-Si, vamos, tus padres deben estar preocupados.
Valeria lo miro y le dijo:
-Mis padres murieron. Bueno mi mamá en realidad, y mi padre, para mi, está muerto.
Leo le pidio disculpas y le dijo que le gustaría escuchar esa historia otro día.
La tormenta se largo de camino a la casa de Valeria. Estaban corriendo bajo la lluvia. Valeria se resbaló, Leo la agarro de la mano y salieron corriendo hasta un techo cercano.
La tormenta no paraba. Leo le dijo:
-Toma mi campera. A la cuenta de tres corremos hasta tu casa, 1, 2...
Valeria lo interrumpió y le dijo:
-Espera-. Ella le tomo la mano y agregó.-Por si me vuelvo a resbalar.
Leo sonrió y contó:
-uno, dos y... ¡¡tres!!.
Ambos corrieron riendo bajo la lluvia hasta llegar a la casa de Valeria. Ella le dio un beso en la mejilla y se estaba yendo hacia el portón de su casa. Pero se volteo y le dijo:
-Gracias, la pasé genial.
Ambos sonrieron y Leo le dijo:
-Yo igual. ¿Y mañana a que hora?
Valeria rió y le dijo:
-A la misma hora.
Ella entró al patio de su casa y se apoyo contra la puerta de la casa sonriendo y viendo la lluvia.
Al entrar a su habitación estaba Sol despierta y ésta le dijo:
-¡Quiero que me cuentes todo!
Valeria le contó todo lo sucedido a Sol y le dijo:
-Me hizo olvidarme de los problemas, me hizo sentir viva otra vez.
....
Leo llegó a su casa, se cambió y se acostó en su cama sonriendo. Y se dijo a si mismo.
-¡Mierda! Me olvidé de pedirle su telefono.
Al dia siguiente, Leo se vistió para irse al colegio, debajo en el comedor de la casa, lo esperaba su familia almorzando.
Javier, el padre de Leo, le dijo:
-Leo, debes dormirte más temprano. No es posible que te despiertes sobre la hora.
Leo revoleo sus ojos y se sentó a comer.
Javier le dijo:
-Hoy a la salida del colegio, quiero que vayas a la empresa te voy a enseñar unas cosas.
Leo le dijo:
-No puedo. Y vos sabes que no me interesan por el momento los temas de trabajo. En serio pa, yo sé que tu quieres que yo trabajé ahí, pero no estoy listo.
Javier respondió:
-Por eso mismo, yo te voy a preparar. Vamos solo un rato.
Leo le dijo:
-Está bien, solo un rato.
Esperanza, la hermana menor de Leo, le susurró:
-Ey, si no quieres que papi se enteré que llegaste a la madrugada, debes pagarme y no diré nada.
Leo le dijo:
-¿Ah si? A menos que quieras que nos castigué a los dos, a mi por llegar tarde y a ti por estar despierta tan tarde.
Esperanza puso cara de enojo.
Carmen, la madre de Leo, les dijo:
-Chicos tienen 5 minutos para prepararse, los espero en el auto.
.....
De camino al colegio Leo vió a Valeria que estaba llevando unas bolsas del super, pero una de las bolsas se le rompio y la mercaderia estaba en el suelo. Leo le pidió a su madre que lo dejará aquí, porque vio a un amigo y podía ir con él. Leo bajó y fue a ayudar a Valeria. Le dijo:
-Por lo que veo, se te suelen caer las cosas, pero por suerte esta vez cayeron en el suelo y no en mi cara.
Valeria rió y dijo:
-¿Otra vez vos? ¿Acaso me estás siguiendo?
Leo le respondió riendo:
-¿Acaso te gustaría? Solamente pasaba por aquí, yendo al colegio y ví una linda chica torpe pero linda al fin, tratando de llevar unas bolsas.
Valeria se rió y le dijo:
-¿Perdón, como que torpe? Para tu información las bolsas tienen la culpa, cada vez mas fragiles. Lo siento, me imaginó que el niño de papi no habrá levantado una bolsa en su vida.
Valeria rió y Leo le dijo:
-Para tu información, puedo cargar todas estas bolsas a la vez. E incluso te puedo cargar a vos.
Valeria dijo:
-¿Eh?
Leo tomo las bolsas y cargo a upa a Valeria. Ambos reían y Valeria decía riendo:
-¡Leo! Bajame, nos vamos a caer.
....
Llegaron hasta la casa de Valeria. Leo le dijo:
-¿Viste que si puedo?
Valeria le preguntó:
-¿Cargar las bolsas?
Leo le dijo:
-No. Ser buena persona.
Leo se acerco a Valeria y agregó
-¿Como haces?
Valeria dijo:
-¿Como hago qué?
Leo sonrió mirándola a los ojos:
-Para estar cada día más bonita.
Valeria sonrió y se puso colorada.
-Tonto. Anda al colegio se te hace tarde.