—Brandon se que estas enamorado de mi, pero yo no lo estoy y lo—digo mientras curó la herida de su ceja.
—Si lo se—desvía la mirada decepcionado—pero eso no hace que mi amor y cariño por ti sea menos, solo hace que aumente, eres una chica impresionante, eres inteligente, capaz como tu nombre—reí por el recuerdo de cuando le dije el significado de mi nombre—tienes sueños, metas, anhelos, y mucha visión, sabes lo que quieres, eres la chica que todo hombre quisiera pero sobretodo que yo quiera y no podré tenerte.
—Pero tendrás a alguien mucho mejor que yo—sonrió sinceramente.
—Lo sé—me devuelve la sonrisa.
Terminó de desinfectar y curar todo, y Brandon se despide de mi con un abrazo y se va deseándome éxito.
A la mañana siguiente recibí un mensaje de Rodolfo diciendo que no sabría más nada de él, a lo que yo solo respondí un espero que te vaya bien y encuentres el amor en tu vida.
Salí a correr con Marcus pero no lo encontraba donde siempre asique lo espere haciendo calentamiento.
—Hey Kadira—alguien me llamó y reconocía esa voz, busque por todos lados, hasta que lo encontré tenía un suéter y pantalones cortos deportivos en negro, venía transpirando eso solo significaba que vino corriendo desde su casa y justificaba su demora—que tal ya calentaste.
—Si, ya estoy lista para correr—le abrase y di un beso en la mejilla, no me importaba que estuviera sudado—¿Cómo estás?—pregunté mientras comenzaba a correr.
—Pues bien y tu ¿qué tal?
Con esa pregunta comencé a contarle todas las cosas que me habían pasado ayer y luego cambiamos el tema.
—Lista para la regionales, tienes que estar supremamente concentrada, lo sabes—sonríe sinceramente.
—Si, estoy súper lista, me siento preparada y ganadora de mucha medallas de oro—sonrió orgullosamente.
—Y a mi me encanta ser el causante de tus medallas de oro—sonrió felizmente.
Después de esta pequeña conversación aumentamos la velocidad de la corrida como por 5 minutos y luego la disminuimos para tomar un poco de agua, para ir caminando a el campo de atletismo a que yo siga practicando donde duramos el tiempo necesario antes de ir al trabajo.
Al parecer todo está normal, ya que Brandon sigue molestando y yo sigo peleando de broma con Camilo, nuestro jefe sigue gritándonos por no “trabajar” y los clientes siguen igual de mala copas que antes.