Capítulo 1: Un Dia Normal

"Tu eliges tu destino"

Esa frase no puede estar más equivocada, y en esta historia verás porque.

Era una mañana del 19 de junio, estaban a punto de comenzar las vacaciones, pero teníamos que ir a la escuela por dos semanas más, voy en tercero de segundaria junto a una de mis mejores amigas, Olibia

Me decidí levantar temprano porque hoy era jueves, y los jueves me reúno con mis amigas y mi profesora de filosofía para hablar sobre nueva información que hayamos conseguido en esta semana sobre mi 'don'

Si se lo preguntan mi don es el de poder de ver el Hilo rojo del destino, ese hilo que según dice la leyenda es el que une a dos personas, a través del hilo que sale desde nuestra muñeca, el hilo sale desde la muñeca se conecta con una cena que va directo al corazón, de ahí sale el Hilo rojo que se conecta con el Hilo de su alma gemela a través del hilo, llegando a su muñeca, pasando por su vena hasta llegar a su corazón. Esas dos personas están unidas por la eternidad y están destinadas a encontrarse y amarse, sin importar que

Luego de mirar un rato el techo pensando en las materias que tenía hoy (Las cuales eran matemáticas, Ciencias políticas, y por último filosofía) Me levanté y fui a cepillarme los dientes, después me vestí y baje a la sala

Estaba bajando por las escaleras cuando vi a mi madre, que estaba leyendo una revista (Con mi mama no tengo una muy buena relación) Desde que mi padre falleció ella cambió totalmente, de hecho es otra persona, no hablo mucho con ella, y a ella no le interesa lo que yo haga; cuando la vi hice un gesto de saludo con mi mano y le dije

—Hola madre —A estas alturas ya ni siquiera la llamo mama.

Ella me miró y con una mirada antipática y una voz tenue me contestó

—Hola —Luego voltio hacia la mesa y señaló con su mano un plato que estaba tapado con un trapo y dijo

—Ahí está tu desayuno

—Ah, ok gracias

Me sorprendió el hecho de que me había preparado el desayuno, debe ser que hoy anda de buen humor, aunque su buen humor se parece más a depresión

Me acerqué al plato, lo destape y me di cuenta que eran 2 rodajas de pan con mantequilla encima, no era mucho, pero me ahorro el trabajo de prepararlo yo misma; me apresuró a comer, luego de haber terminado el desayuno lave mi plato, busque mi bolso y fui hacia la puerta, antes de irme volteó y le dije a mi mamá

—Ya me voy

Ella sólo me miró y dijo

—Adiós —Luego bajo la cabeza y siguió leyendo su revista.

Ya que estoy acostumbrada a su trato, Simplemente salí de la casa y comencé a caminar

Camine como 1 cuadra y como todos los días me encontré con una de mis dos mejores amigas Caren (ella y yo siempre nos encontramos de camino a la escuela, para después ir a buscar a Olibia en su casa) cuando la vi me alegré y le dije

—Holaaaa loquita

Entre nosotras cada una tenía un apodo, el mío era la super (ya que como tengo un poder les gusta llamarme super heroína) El de Olibia es el de capullo (la llamamos así porque le decimos que ella aún es una flor que todavía no florece, por su timidez) Y el de Caren es loquita (la llamamos así porque es medio loca).

Ella al verme también se alegró y me dijo

—buenos días mi super

Le sonreí y me acerque, comenzamos a caminar y a hablar hasta que llegamos a la casa de Olibia, tocamos a la puerta y salió Olibia con su papa, o más bien su padre adoptivo (Los padres de Olibia la abandonaron en un orfanato apenas teniendo 2 años, luego de eso el señor y la señora Bruscon la adoptaron cuando tenia 4 años, pero ella era muy tímida y no quería hablar con nadie así que decidieron llevarla al psicólogo, de hecho ahí la conocí, porque yo también asistía a un psicólogo por lo que pasó con mi padre, desde que la conocí nos hicimos mejores amigas y hacíamos todo juntas, un año más tarde se unió Caren al grupo) Luego de que salieron de la casa el padre de Olibia nos sonrió y se despidió de Olibia dándole un beso en la frente, Olibia sólo lo miro y le dijo

—Adiós....pa..papá

Olibia se acercó a nosotras y nos saluda

—Hola chicas —Olibia no usa mucho los apodos que nos pusimos

Caren y yo le contestamos

—Hola capullo 

Y comenzamos a caminar rumbo a la escuela

Mientras caminábamos íbamos hablando y en un momento Caren mira a Olibia y le pregunta

—¿Aun te cuesta llamar al señor Bruscon papa?

Olivia se puso nerviosa y con su voz temblando un poco le contesta

—¿Por qué lo dices?

—Es obvio que no te sale llamarlo papá, se nota a leguas

—Pues...tienes razón, es difícil llamarlo papá sabiendo que no lo es

—asshh, por favor capullo, llevas viviendo con ellos 11 años, y además nunca conociste a tus verdaderos padres —Dice Caren en tono exasperado

Olibia parecía que iba a llorar y bajo la mirada, Caren se dio cuenta de que había metido la pata y decidió no hablar mas

Decide cambiar el tema y dije

—¡Hey chicas!, hoy es jueves, hoy nos reuniremos con Samantha para saber que nueva información ha conseguido, ¿Qué creen que nos diga está vez?

Samantha era la profesora de filosofía de Olibia y de mi, hace seis meses y cinco meses después de que les conté a mis amigas de mi poder la profesora se dio cuenta, nos escucho hablar de mi don por los pasillos y tuvimos que contarle todo, luego de haberle explicado me dijo que me ayudaría a saber más sobre mi don, y porque yo tenía mi hilo roto

Ambas me miraron y como si la conversación anterior nunca hubiese existido comenzaron a hablar como si nada

—No se, todas las semanas consigue información nueva, está vez dudo que sea la excepción      —Dijo Olibia ya tranquila

Caren miro alegré de que Olibia ya no estaba enojada y contestó

—Quien sabe, tal vez por fin nos de una explicación de porque tu hilo esta roto super —Me miro al decirlo