1203 a.C
La noche fría y oscura llegó a su fin, llevándose consigo la vida del gran faraón Merenptah. Sethy se mostraba fuerte ante la gran pérdida de su padre, estaba de pie orándoles a los dioses. Una mujer de mirada fuerte y penetrante lo acompañaba, su presencia se hacía sentir, aunque su rostro mostraba una gran calma, por dentro estaba gritando y llorando de dolor. Isis-Nefert II esposa del gran Merenptah, sufría en silencio, el amor que toda su vida la unió a él ahora había sido cortado por la despiadada muerte. Su tiempo llegó, la muerte toca a la puerta cuando ya se ha culminado la hora de estar en este mundo.
Ella se acercó a su hijo, lo abrazó fuertemente y luego de unos segundos tomó su rostro mirándolo a los ojos.
—Hijo mío, de ahora en más inicia tu reinado, serás un gran faraón, al igual que tu padre —expresó con gran nostalgia.
—Espero que ya estés lista para regresar a la capital. Ya ordené para que prepararan todo.
—Tausert no vino con nosotros, prefirió quedarse en Menfis.
—Bien. Me encargaré de mandarla a llamar en el momento adecuado, yo iré adelante. Regresa a Menfis, te veré pronto madre.
—Que los sagrados dioses cuiden tu camino hijo mío.
Sethy tomó su caballo para marcharse hacia sudestino, el trono lo esperaba. Muchos soldados marcharon con él hacia lacapital. Su madre, su esposa y sus hermanos iniciarían el viaje días después deque Sethy fuera declarado faraón.
Tebas.
Con la muerte de Merenptah, todo Egipto se había convertido en un caos. Una gran caravana se adentraba en la ciudad de Tebas, los habitantes salieron a las calles, la multitud se aglomeró en el palacio mientras se hacía más intenso el sonido de los cascos de los caballos. Todos gritaban "se aproxima nuestro futuro faraón" Cada vez era más fuerte. Finalmente, la caravana se detuvo. Los soldados comenzaron a abrir paso entre la multitud, un hombre joven pasaba por en medio de ellos mirando a las personas que se encontraban allí reunidas. Al llegar a la entrada se abrieron las grandes puertas. Tenía en sus manos un papiro, uno de los guardias lo tomó y lo analizó detalladamente, luego de unos segundos se arrodillaron frente a él. Sus ojos y su rostro resplandecían, el orgullo se apoderó de él en ese momento, sus pies comenzaron a moverse hacia dentro, eran unas pisadas fuertes, incluso los que estaban arrodillados sintieron un leve temblor debajo de ellos. Al entrar todos los que venían con él, las puertas se cerraron a sus espaldas, por un instante gobernó el silencio, pero tiempo después la desesperación se hizo sentir entre la gente y gritaban llenos de ira. Exigían la presencia del faraón.
—Príncipe, el pueblo lo espera —Expresó uno de los soldados allí presentes.
—No quiero hacerlos esperar más; prepara todo, estaré con ellos en unos segundos.
El líder de sus soldados se acercó y lo detuvo un instante, éste era un hombre alto y muy fuerte que por mucho tiempo ha estado al lado del príncipe Amenmeses hijo de Sethy.
—Perdone que lo interrumpa mi príncipe, pero le tengo malas noticias... su padre marcha hacia la capital para reclamar el trono.
—Demasiado tarde supongo. Quiero que envíes a tus hombres y quiero que esté muerto antes de que llegue a la capital.
—Señor...
La mano de Amenmeses se alzó en el aire y luego la dirigió al cuello de Isép, apretando con mucha fuerza. El color rojo comenzó apoderarse de su rostro y pronto sintió la falta de aire.
—Mi padre tiene que estar muerto antes de que pueda llegar a Pi-Ramsés.
El soldado se liberó del agarre y cayó al piso, intentó tomar un poco de aire y levantó su rostro para responder.
—Su padre estará muerto antes de que llegue a la capital.
Amenmeses le dio la espalda y luego caminó en dirección a la salida. Las grandes puertas se abrieron de nuevo mientras algunos soldados salían primero.
— ¡Oh! Gran pueblo de Tebas. Sepan todos que nuestro príncipe Sethy ha muerto. Los dioses han escuchado nuestras súplicas para que nuestro gran imperio retome nuevamente el orden, y hoy tenemos aquí presente al gran Amenmeses; el sucesor del faraón Merenptah —Habló el sumo sacerdote mientras observaba a la multitud.
Todos alzaban sus manos y gritaban histéricos. El nombre de Amenmeses se posó en la boca de todos, dando inicio al gobierno del quinto faraón de la Dinastía XIX de Egipto.
Menfis.
Todos reciben en el palacio a la reina Madre, esperando buenas noticias. Impacientes en el pasillo principal aguardaban sus hijos acompañados por Tausert Merenmut la consorte del príncipe sethy. Su nombre significa ''La poderosa, amada de Mut "Mut la diosa madre de todo lo creado". Una mujer cuya belleza deslumbraba, no era una belleza común, tenía algo que la hacía única, era muy difícil describirla. Seguridad y fuerza reinaban en su interior. Había sido comprometida muy joven, solo había pasado pequeños momentos con el príncipe sethy.