Capítulo 22: Rey Supremo

Ellos estaban un poco insistentes respecto a que tomara la flor, sin embargo al negarme a hacerlo su sorpresa fue aún mayor de lo que ya era antes.

• ¿Pero qué demonios te sucede? – Preguntaron ambas voces al unísono. - ¿Por qué no tomas esa flor de ese sitio y te la llevas? ¡Justo como haría cualquier humano!
• No sé. – Respondí un poco confundido y sintiéndome extraño pues el mono no dejaba de mirarme. – Siento que no debo de tomarla, eso es todo.

La criatura de personalidad doble se tiró al suelo y se revolcaba rápidamente a la vez que gritaba de una forma peculiar, no lo hacía de dolor parecía… ¿De dicha?

• ¡Por fin! – Gritaba la criatura. - ¡Por fin el rey supremo ha regresado! – Mientras seguía revolcándose en círculos ayudándose de sus piernas para girar.
• ¿El rey? – Respondí yo completamente enrojecido y confundido pues justamente esto es aquello que quería evitar. – No quiero que haya un solo rey ¡Todo esto que hago es justamente para que no haya un rey supremo! – Grite de último.
• Al momento de decirlo aquella criatura se quedó completamente estática, se detuvo en seco y sus 4 ojos me miraron directamente, y tras algunos segundos se miraron entre sí.
• ¿He escuchado bien? – Dijo la personalidad de ojos rojos. - ¿Acaso ha dicho que no quiere que exista un rey Supremo?
• ¡Vaya!, si lo dijo. – Le comento la otra. – Debe haber un rey supremo. – Insistió. – Has pasado todas las pruebas y te han hecho digno del puesto, es completamente impensable que no vayas a convertirte en el nuevo rey supremo, definitivamente no ¡Tienes que serlo! – Concluyo y tras eso se levantó del suelo y sus ademanes y movimientos cambiaron.

Esa cosa se acercaba a mí de una forma un poco amenazante, por instinto me aleje un poco y al momento de hacerlo esa cosa se lanzó sobre mi intentando tomarme, esquive muy a duras penas y al ver que fallo grito de forma grotesca. Se irguió tras haber caído y regreso a mí para intentar tomarme, esta vez puso alcanzarme de mis pies y me hizo caer, ya estando en el suelo saco de sus ropajes una pequeña pero muy dura cuerda y me amarro las manos y los pies inmovilizándome por completo.

• ¡DEBE HABER UN REY SUPREMO! – Dijo sin permitirme responderle aunque fuera una sola cosa.

El mono al estar viendo toda esta escena fue a donde la flor y la arrancó, al momento de hacerlo el aire que desde hace unos minutos se había detenido comenzó a soplar con mucha más insistencia.

• ¡Qué has hecho! – Le gritaron estas criaturas al mono y sin siquiera intentar detenerlo se echaron a correr hacia donde ya no podían ser vistos.

El aire soplaba con muchísima intensidad y la flor que tenía el mono se separó de sus manos, cayó al suelo y el aire la levanto levemente transformándola en algo más poco a poco, la figura se fue tornando en algo que aunque sonaría impensable tras todo lo que he visto me hacía cada vez más sentido: Un lobo blanco. De hecho era muy similar al pequeño que me atrajo antes hacia este recinto, cuando la transformación quedo completa mire como el pequeño mono le hacia una reverencia a esta criatura, la cual al verlo se acercó a él le lamio la cabeza y lo dejo irse.

• Hola rey supremo. – Dijo en mi mente aquella hermosa criatura. – o tal vez debería llamarte por tu nombre: Loan.
• ¿Cómo sabes mi nombre? – Pregunte sin acercarme, aunque de alguna forma sospechaba la respuesta.
• Soy Khana. – Dijo con mucha seguridad.
• Eso es imposible. – Le replique. – Khana se encuentra al otro lado del mundo con Mikhen y los demás Henheas, a estas alturas ya deben estar encontrando al siguiente.
• Lo sé. – Dijo ella. – Pero el hecho de que mi cuerpo físico se encuentre con ellos, no significa que mi mente no pueda estar aquí también, intenta tocarme, vamos.

Ante la insistencia intente pasar mi mano por su cuerpo y justo como ella quería que yo viera, mi mano solo la traspaso y no pudo tocarla, pude ver su irónica sonrisa de victoria.

• ¿Lo ves? – Y rio levemente. – Esta flor cumple tu mayor deseo y la respuesta al deseo que tienes la tengo yo y nadie más. – Se quedo quiera un rato y camino hacia atrás para buscar algo. – La localización de la otra espada es uno de los secretos mejores guardados pues le perteneció al antiguo rey supremo. Al momento de su muerte el mismo supo que su arma seria buscada y ordeno a dos de sus hombres más fieles y más viejos esconderla, ¿Por qué viejos? La respuesta es simple, porque al terminar su misión estos dos deberían suicidarse con el secreto guardado.
• Y, ¿Cómo es que tú sabes este tipo de cosas? – Pregunté. – Si es el secreto mejor guardado, como es posible que alguien que no sea ellos mismos conozca esta información, ¿Qué eres?
• Soy Khana. – Insistió. – Solo soy eso, Khana; tú ya me conoces.
• Creo que me estas ocultando algo sobre ti, pero está bien no insistiré, debes de tener tus razones para no querer revelar esa información y lo entiendo.

Khana solo dijo gracias y después de eso regreso de aquel lugar a donde iba, que solo fue detrás del tronco de donde la flor salió, y de ella traía consigo un mapa, muy pequeño y maltratado que parecía tener mucho tiempo de haber sido creado. Lo presento ante mí y en él estaba la localización exacta donde la espada debía de ser oculta, como parte de los títulos del mapa decía: “Mi última voluntad como Rey supremo, es que mi espada sea resguardada en este lugar” y el mapa indicaba con precisión aquel sitio en cuestión.

• Tómalo. – Dijo Khana – Ve a ese sitio, encuentra el arma y una vez la tengas decide si vas a ser el próximo rey supremo o si todo eso será destruido, pero toma en cuenta todas las posibles repercusiones que esto pueda traer, después de todo… No todos los reyes son malos, así como no todos son buenos.
• Pero soy humano, si llego a obtener un poder así mi mente puede corromperse y terminare siendo un tirano… Y es justamente lo que quiero que termine de una vez por todas, quiero lograr que el mundo sea algo donde todos quieran estar y para ello destruir aquello que obliga a todos a matarse entre sí, creo que es la mejor decisión.
• Como tú desees. – Concluyo Khana y después desapareció dejando aquella flor en el suelo.