El Despertar
Al principio no había nada, pero luego fueron cuatro. No sabían de dónde venían, ni quiénes eran, mucho menos siquiera saber porque estaban ahí, en la nada…
Poco a poco fueron desarrollando conciencia, dándose cuenta de que podían ejercer control sobre la energía que rodeaba la nada. Simplemente eran entidades con el control sobre todo lo que las rodeaba, energía, partículas, átomos pero, existía algo más, un llamado al cual denominaron Khax. Esto era la naturaleza que les permitía controlar la nada a su alrededor; se denominaron a ellas mismas como voluntades que ejercían control sobre todo y sobre nada. La más fuerte de todas se denominó la Voluntad del Tiempo seguido a ella la Voluntad de la Creación para luego dejar a la Voluntad de la Muerte, por encima de todas ella se encontraba la Voluntad de la Eternidad.
La voluntad del tiempo empezó a desarrollar su control de Khax, ingeniando patrones a los cuales llamo años, los mismos se subdividían entre meses, días, horas, minutos y segundos. Todo el proceso de desarrollo le tomo millones de años.
La voluntad de la creación odiaba estar sola pero nunca podía encontrar a sus hermanas para compartir información, todas las voluntades se vieron afectadas por las reglas impuestas por la voluntad del tiempo, entendiendo esto, ella decidió crear mundos y dimensiones independientes, dentro de ellas, dimensiones astrales para nunca más estar sola y de esta manera convertir cada pensamiento en otra voluntad derivada de ella, al hacer esto la voluntad de la creación las almacenaba en dichas dimensiones para lo que luego sería su mayor y más orgulloso momento. La creación de los Khaxianos, eran individuos etéreos a los cuales se les permitió tener cuerpos que atraparan lo sublime que los rodeaba; estos individuos poseían en su gran mayoría, cuatro extremidades, órganos internos que le permitían incubar la energía que los rodeaba del Khax y punto central en los más arriba de sus caparazones donde se encontraría la conciencia. Lo más crítico de los Khaxianos era su capacidad de analizar y aprender.
La voluntad de la Muerte comprendió que era diferente a las demás, no podía ejercer control sobre la nada pero si sobre todo lo que la voluntad de la creación desarrollaba, con un solo pensamiento era capaz de hacerlos cenizas, desaparecer al instante; su pasatiempo favorito era acabar con la vida de los Khaxianos, verlos agonizar, sufrir y sollozar. Esto causaba una sensación de euforia dentro de la muerte que no podía comprender.
La voluntad de la Eternidad entendiendo lo que esto podría generar entre sus hermanas decidió apaciguar el problema con un trato entre todas las presentes voluntades. Le pidió a la voluntad del tiempo que impusiera una maldición en los Khaxianos, un límite en su tiempo de vida, exigió a la voluntad de la creación que otorgara entendimiento de los lineamientos del Khax, pero tan solo un vestigio de los mismo, ya que, ni ellas las primeras cuatro voluntades entendían a la perfección que era el Khax y cómo usarlo. Finalizó con la voluntad de la muerte, el trato establecía que tendría que dejar en paz a los Khaxianos por el período establecido por la voluntad del tiempo.
Luego de millones de años, civilizaciones comenzaban a surgir dentro de los reinos creados por una de las cuatro primeras voluntades; el secreto de la Voluntad de la Eternidad estaba en encontrar a un Khaxiano capaz de doblegar las cuatro voluntades primarias, con suficiente conocimiento todo su sufrimiento acabaría y volvería todo a la NADA.