Killah

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El mundo en el que habitaba estaba solitario, como siempre. No entiendo la razón por la cual estoy aquí, ni porqué la miseria está conmigo siempre. Siempre quiero destacar las cosas buenas de mis días, las cosas nuevas que descubro y lo nuevo que leo mientras pasa el resto de el día.


 

Pero... ¿Qué pasa cuando ya has viajado el mundo entero, no existe nadie más, acabaste todos tus libros, exploraste y descubriste lo simple que te rodeaba? ¿Qué me toca hacer?


 

Se que existen otros planetas, se que existen otras criaturas y también se que existen los humanos. Lo leí todo, se de absolutamente todo que el universo podría tener. Enemigos, amigos, aliens, mutantes, dioses, especies raras. Todo lo leí y podría hasta armar un escrito de mil páginas con resúmenes de cada cosa.


 

Me estaba concentrando en salir de este planeta, estaba cansada de los años y años de soledad, todo estaba normal...


 

Me encontraba en mi jardín de flores raras, estaba tratando de que revivieran porque por alguna razón estaban muriendo y mi amor por la naturaleza era real. Siempre me encargaba de ellas y de que estuvieran en perfecta salud.


 

Caminaba, recolectando frutas y podando el césped azul con mis poderes.


 

Sí, son poderes pero no tengo ni idea de cómo los obtuve, no sé si me los dieron, si los adquirí, no sé nada.


 

Cuando era pequeña, aproximadamente 10 años, tuve mi primer dejavú, pasó lo que soñé y cuando me di cuenta que estaba pasando aquello me emocioné tanto que al rededor mío nacieron flores de colores mixtos, los cuales no llegué a ver en mi sueño. Desde ese momento supe que no había nada normal en mí, tal vez mi apariencia era de humano- según vi fotos y leí- pero mis poderes y esa piedra incrustada en mi pecho decían lo contrario.


 

Seguí caminando por las extensiones del terreno de aquel solitario mundo en el que habitaba y a lo lejos vi un destello de luz. Fue como una explosión, pero sin sonido, sin fuego, solo un destello cegador. Caminé con cautela, recelosa de que algo fuera a llegar a donde mí y llegué a donde ocurrió eso. Miré curiosa y con un poco de miedo esa luz flotante. La curiosidad me decía "tócala" pero no podía, mi mente me decía que sería un error.


 

Mi cuerpo no hizo caso y comencé a estirar mi mano, casi llegaba a tocarla... casi.


 

Un estruendo me hizo voltear y mi cuerpo salió volando por los aires por un golpe que me embistió con fuerza. Caí al suelo y rodé quedando boca abajo y con un dolor en el costado derecho de mi cuerpo. Alcé la cabeza y los "blinders" se encontraban ahí, había una manada. -Los blinders eran una especie de criatura con forma de humano pero cuando atacaban tomaban forma de cuerpo de animal, como un lobo o un perro. Letales con su mordida, veneno puro. - Me levanté y me puse en posición de defensa dispuesta a atacar.


 

Golpes venían pero también iban, ellos eran animales así que tendrían a un animal también.


 

Desgarré mi ropa quedando en el atuendo de gimnasia que tenía por abajo de la ropa normal y comencé a atacar. Con rapidez fui a uno de estos blinders y le di un puño que lo hizo chillar de dolor, al mismo tiempo que se giraba y me daba un gruño de molestia enseñándome sus colmillos y su baba saliendo de su boca.


 

Le sonreí con picardía- algo así como que, ven pinche puto que soy la puta ama y te vas a morir por querer matarme hijo de puta-.


 

Volvió a atacar y lo frené abriendo su boca y estirándola hacia arriba, casi la desgarraba pero como se me olvidó que no venía solo me derribaron, dándome un fuerte golpe en la cabeza con sus garras que formaban un puño.


 

— El señor blinder todo poderoso la quiere ver - uno de los perros sarnosos habló con su voz gruesa, mofándose.- Que gran premio nos llevaremos chicos, al darle lo que tanto ha buscado siempre.


 

Risas distorsionadas era lo que escuchaba. No me sentía bien definitivamente, pero sabía que debía luchar.


 

— Miren, la gatita anda loca, parece que el veneno le hizo efecto.


 

Más risas.


 

— ¿Veneno?- otro de ellos susurró tratando de que yo no escuchara, pero yo si lo hacía, otra cualidad de mi súper audición- El señor Blinder todo poderoso dijo que no le diéramos veneno, no sabemos como afecta en su cuerpo, para eso la necesitamos, sus experimentos salvarán a nuestra especie.


 

Interesante...


 

Cállate, el no se tiene que enterar y también sabes que no la puede matar- el que ya había hablado susurró de vuelta.


 

¿No me puede matar? Interesante por dos. Me aturdía pero no me mataba, definitivamente iba a luchar y ellos iban a morir.


 

Me levanté lentamente cuando ellos se giraron a discutir sobre el hecho de que me dieron veneno. Poco a poco, sigilosamente sin hacer ruidos me acerqué y al primero, le rompí el cuello haciendo que cayera inerte al suelo.


 

Todos se giraron enojados y sorprendidos hacia mí.


 

—Ups, ¿acaso no les dije que iban a morir? De todas formas se los repetiré- sonreí abiertamente- Ustedes van a morir.


 

Me abalancé rápidamente hacia el que me dió el veneno y atravesé mi puño en su pecho arrancando su corazón y haciendo que muriera instantáneamente. Con su corazón en la mano salté hacia el próximo y se lo puse rudamente en la boca y cerrándosela tan fuerte que su quijada se rompió, para luego partirle el cuello.


 

Así fácilmente, sucesivamente seguí matándolos. Quizás me verían como el villano, pero eran ellos o yo. Definitivamente me escogía a mí misma.


 

Cuando pensaba que ya todos estaban acabados un golpe fuerte hizo que cayera al suelo inmediatamente.



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En el texto hay: superheroes, drama, aventura

Editado: 21.04.2020

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