—Al parecer no fue algo grave, pero no lo fuerces de más, entendido Sakura—dijo Tsunade revisando el tobillo de Sakura.
Luego de la llamada de Kakashi sensei, Tsunade había ido a visitarla para revisar su lesión. Ella era la encargada de su custodia en ausencia de sus padres, además de ser su médico de planta.
—Eso es un alivio, Tsunade-sama—dijo la chica despreocupada.
— ¡No te relajes!—gritó la mujer con voz autoritaria.
—Lo siento—contestó apenada la chica.
—Ahora, explícame, cómo es eso que te seguían dos chicos para atacarte—exigió saber más sobre el asunto, mientras volvía a vendar su tobillo.
—No lo sé, no sé quiénes eran ni lo que querían—meneó Sakura de forma negativa.
—Menos mal Sasori estaba ahí pero qué tal si no hubiera estado, tienes que reportar esto en la escuela—comentó Tsunade preocupada.
—No, no es necesario, seguramente solo eran algunos chicos que trataban de asustarme, pero estoy bien no soy débil, siempre puedo darles un poco de esto—dijo la pelirrosa mostrando su puño derecho y le dirigió una sonrisa para tranquilizarla.
—Sakura-chan aun así… sé cuidadosa—dijo Tsunade terminando de vendar su pie.
—Lo seré, sensei—afirmó Sakura con una sonrisa.
Alguien tocó a la puerta y Sakura se iba a poner de pie cuando Tsunade se lo impidió.
— ¿Esperas visitas?—preguntó la médico.
Sakura volteó a ver el reloj de pared de la sala y se puso nerviosa al pensar que podría tratarse de Sasuke.
—Debe ser… un compañero de la escuela. Me hablaron para decirme que me traería unas formas para llenar para la carrera de atletismo—explicó con un leve sonrojo en su rostro.
—Con que un compañero…—dijo Tsunade viéndola de reojo.
—Es un…un compañero, lo... lo juró— agitó Sakura sus manos de forma apenada.
Tsunade siguió juzgando con la mirada a Sakura, pero el sonido del timbre regresó a ambas a la realidad.
—Iré a ver de quién se trata, tú quédate aquí—dijo la doctora dirigiéndose a la puerta.
Sakura, se puso nerviosa al pensar que podría tratarse de Sasuke, su corazón latió fuertemente dentro de su pecho y cuando Tsunade abrió la puerta, sintió un alivio al escuchar la voz de Jiraiya, el esposo de Tsunade.
—Hola cariñito—dijo un hombre de largo cabello blanco amarrado en una coleta.
—Nada de “cariñito”—dijo Tsunade cruzándose de brazos. — Te dije que te quedarás en la clínica en lo que venía a visitar a Sakura.
—Lo sé, pero hay un paciente que requiere tu presencia, además…—Jiraiya se hizo a un lado y Tsunade vio a alguien detrás de él, se trataba de un joven de cabello oscuro bastante atractivo. —Me encontré a este chico afuera. — señaló el hombre.
Al escuchar eso, Sakura abrió grandes los ojos y vio a Sasuke detrás de Jiraiya con un leve sonrojo en sus mejillas.
—Mi nombre es Uchiha Sasuke, lamento la interrupción—dijo el chico con tono serio, haciendo una reverencia.
Tsunade al verlo, se sonrojó por lo guapo que era, cosa que Jiraiya no tomó muy bien.
—Mucho gusto—Saludó ella haciendo una reverencia— Nee Sakura-chan, tu compañero de escuela ya llegó, nosotros nos retiramos—dijo con un tono descomunalmente tierno mientras tomaba de la oreja a Jiraiya para salir con él—Vamos cariñito, tenemos pacientes en la clínica.
—Auch, auch, Tsunade espera…—se quejó Jiraiya detrás de ella.
Los esposos salieron por la puerta principal cerrándola tras de ellos, dejando a Sasuke y Sakura solos, él estaba a punto de hablar cuando el sonido de una tetera proveniente de la cocina lo interrumpió.
—El té de Tsunade-sama—dijo Sakura queriéndose levantar para apagar la lumbre.
—No te levantes, lo haré yo—dijo Sasuke, dejando su mochila en la entrada y se dirigió a la cocina. —Con permiso.
—Gra..gracias—dijo Sakura desde el sillón donde estaba sentada.
Sasuke apagó la estufa donde hervía el agua para el té y no tuvo que esforzarse mucho para encontrar dos tazas y servirlo, lo llevó en una bandejita a la mesita de centro donde Sakura lo aguardaba.
—Muchas gracias, no te hubieras molestado—dijo Sakura, tomando una de las tazas con mucho cuidado.
—Está bien, no es molestia—contestó él sentándose en el sofá frente a ella. — Y… ¿Te duele mucho?
—En realidad, solo es una pequeña molestia pero Tsunade-sama dijo que no era grave, todo estará bien—dijo ella con un tono alegre y con su mano acomodo unos mechones descamodados de su cabello.