Kingdom Hearts: Hunter Nightmare

El Conejo y el Muchacho

Volviendo con Haru, tras el golpe de shock, Merlín le explicó que Hoshi tenía el corazón roto y debido a ello, ella estaba sumida a un letargo sueño del cual se desconoce cuanto podría durar. Mientras esto le era explicado, ya algunas cosas en la mente del pelirrojo comenzaron a cobrar sentido, sobre todo el sueño de la pequeña, el de volver a su casa. Ella deseaba despertar y ver a sus amigos y familia. Tras que Merlín terminase de hablar, el chico de levantó de su asiento y, con una mirada decidida, habló:

—Tengo que volver para ayudar a Hoshi a despertar —respondió el muchacho—... Ella está viajando entre los sueños de las personas para que estas no caigan en sus pesadillas con el poder del despertar —Merlín se quedó atónito ante esas palabras—.

—¿Que acabas de decir? —pregunto al instante el mayor—

—Que tengo que volver para ayudar a Hoshi...

—No, eso no, muchacho... ¿Como que Hoshi tiene el poder del despertar?

Arquimedes, quien había sido solo un espectador junto a los amigos del pelirrojo, también quedó sorprendido ante esa revelación.

—¿No era que un maestro de la espada llave esa solo podía usar ese poder? —pregunto el búho, sorprendiendo un poco a Haru por esa información—

—¿Maestro?

—Eso es lo que estaba pensando, técnicamente solo un Maestro de la Llave Espada puede usar ese poder, y la Hoshi que yo conozco ni si quiera portaba una, es más, ni siquiera tocó la de su hermano...

Haru se quedó callado unos segundos, pensando en cuál podía ser la razón de que Hoshi no le hubiera contado sobre ello, hasta que se dio cuenta de algo.

—... Lo tiene porque ella quiere despertar, para poder usarlo en ella misma...

Merlín, entonces, se llevó las manos a la cabeza.

—¡Si es que es igualita a su hermano! —río para si mismo de alegría— ¡Vaya par de dos, son unos cabezones!

—Entonces—el mago alzó la mano, cortando así al muchacho—...

—Irás, pero esta vez el método será distinto, no volveré a meter la pata. Arquimedes, cuida de nuestros huéspedes.

Merlín, con su magia, hizo que tanto él como Haru flotaran hacia arriba. Los amigos del segundo se quedaron boquiabiertos, mientras que este ya no se quedaba sorprendido. Llegaron a una habitación donde había una cama rodeada de montañas de libros, un planetario colgado en el techo acompañado de telarañas. Entonces el mayor aparto los libros, señaló la cama y Haru de inmediato se acostó allí.

—Bien, ahora tienes que cerrar los ojos —el joven lo miro confundido—. Venga, que hay gerundio —el pelirrojo, tras un suspiro, acato la orden—... Duerme duerme...

—¿En serio vas a cantar una canción de cuna? —pregunto el chico, entonces recibió un golpe en la frente por parte de Merlín— ¡Ay!

—¡Chitón! —Haru volvió a cerrar los ojos, escuchando como el mayor carraspeaba— Duerme duerme, joven muchacho, ve al mundo de los sueños donde te aguardan grandes aventuras y al mismo tiempo graves peligros. Sólo espero que encuentres el corazón que buscas...

Y al momento de escuchar esas palabras, el chico sintió el sueño de repente, notando como su mente se volvía oscura. Al abrir los ojos de nuevo, estaba en un lugar completamente oscuro, flotando, o más bien, cayendo poco a poco, como si estuviera hundiendose en el agua. Cuando alzó su mirada, pudo distinguir un círculo, bueno, más bien algo similar, porque solo había dos trozos de tres. En este, había un dibujo de una persona que conocía bien, Hoshi. Parecía un poco más joven y tenía ropas distintas a las que la última vez que la vio. De fondo había una playa y faltaba el trozo de arriba, preguntándose que había ahí. Pero al instante otra cosa llamó su atención, pequeños círculos que parecían contener imágenes y, cuando choco con uno de ellos cuando no pudo esquivarlo, un haz de luz lo cegó.

Cuando el haz de luz se disipó, se encontraba en un lugar completamente distinto, un lugar lleno de verdes y rocas altas, mientras escuchaba el agua correr. El pelirrojo se preguntaba que era ese lugar, hasta que escucho una voz, girando su cabeza.

—Sora —era Hoshi, sin embargo, era completamente diferente. Llevaba unas ropas de color beige, llevando una capucha con orejas de conejo, mientras que un jersey azul hacia juego con ello junto a unas medias blancas, al mismo tiempo, llevaba unas botas del mismo color que la falda— ¿Donde está Hercules? —a su lado había un chico mucho más mayor, de ojos azules y ropas negras, el cual parecía gritar con solo verlo positividad y alegría, mientras sujetaba la mano libre de la pequeña, pues con la otra arrastraba un peluche azul con forma de conejo—...

Haru estaba viendo un recuerdo de Hoshi, y ese no sería el último que iba a ver.

 



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En el texto hay: ocs, lucientes, terrores

Editado: 04.01.2020

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