Prólogo

—¿Cómo es que una mujer gobernará el reino?

sAí decían todos los ciudadanos el día que la coronaron. Ella respondió con firmeza.

—Facil. Las mujeres también tienen la capacidad de dirgir y combatir que los hombres.

Después dijeron:

—¿Y cree que con un vestido y una cara linda hará algo por el pueblo?

Todos empezaron a reír después de que la ofendieran. La rabia surgió dentro de su interior, pero se concentró en mantener la mente frente fría para expresarse correctamente.

—Yo solo sé que con vestido o sin él defenderé este reino porque me llamo Laia Bell y un lugar que mi padre construyó con sudor y sangre no lo dejaré en la reina.

Un profundo y enorme silencio inundó la sala hasta que alguien interrumpió con un garraspeo la tensión que había en el ambiente.

—¿Usted quiere decir que asegura proteger a Campbell como lo hizo el Rey Milton?

Encurvó sus labios en una sonrisa cuando notó que le prestaban atención. Dió un paso hacia adelante y alzó su voz.

—¡Juro por mi pueblo, mi alma y mi sangre servir a los nuestros!

Esa frase fue el incio de una oleada de aplausos y silbidos a su reina, soberana y protectora. Fue el comienzo de una aventura llena de sorpresas en un mundo de Kings & Queens.