Continúa la transmisión...
Bajo las luces callejeras en el estacionamiento, una chica ya había formado un surco en el piso por la desesperación.
—Tranquilízate Trescientos sesenta y dos, Abby llegará pronto—
Wally trataba de calmar a la joven que estaba sumamente desesperada.
—Lo siento Wally pero, Fanny me preocupa mucho, no podemos perder ni un segundo...—
Terminó apenas cuando una figura se fue acercando, se trataba de Abby quien al llegar apenas y podía respirar.
—Ya...ya llegue... ¿cómo ocurrió?—
—Abby, que bueno que llegas, te explicaré en el auto—
El otro par de chicos se quedaron impresionados por lo dicho.
— ¿Tienes auto? —preguntó el güero con suma curiosidad por saber de dónde había sacado el vehículo.
—Bueno, acabo de sacar mi licencia de conducir y mi padre me dejó usar su auto para cualquier cosa—
Caminaron rumbo a un Ford Focus en color negro.
—¡Es hermoso! —
Wally no pudo evitar emocionarse al verlo y darle unas cuantas vueltas como si se tratara de la chica mas sexy del mundo, al menos así fue a ojos de Abby quien tomó del gorro de la chamarra al chico.
—Ay, solo es un auto— abriendo la parte de atrás lo arrojo al asiento —¡vámonos ya Rachel! — subiendo al asiento del copiloto.
La joven rubia estaba algo divertida con la escena presenciada, y tras reírse un rato entró en el auto dando marcha a quien sabe dónde.
—¡Oye! — Wally a pesar de no dejar de admirar la belleza del auto se quejó con Abby —¿por qué tú vas al frente y yo debo ir atrás? —
—Porque es un carro de chicas—
—Jajaja, bien dicho Abby—
Ambas chicas chocaron sus palmas riendo ante la absoluta resignación del joven que solo se quejaba en el asiento trasero.
—Bueno chicos, hace unos días que no había sabido nada de Fanny así que decidí buscarla por mi cuenta tras cuatro días pero en su casa no la encontré y están preocupados por ella—
—¿Cuatro días? —
Wally estaba a punto de reclamar de nuevo pero Rachel le interrumpió.
—Estaba ocupada con otros asuntos, por eso no pude hacerlo antes, ni tampoco avisarles antes—
—No te preocupes por eso Rachel, ahora estamos contigo pero dinos ¿encontraste algo? —
—Sí, encontré una carta que se me hizo sospechosa— buscó en sus bolsillos sin dejar de prestar atención al camino, para entregarle la supuesta carta a Abby.
Wally se acercó para poder examinarla él también.
—Mmm...que raro—
—¿Qué cosa? —
Wally no podía entender la carta de ninguna manera, parecía estar escrita en código, eso o solo era lo que suponía, una simple carta de amor.
—Bueno, aquí dice "pronto seremos capaces de olvidar y estaremos juntos, dile a tus amigos que también están invitados a la fiesta de graduación" — señalando y mostrándole a Wally esa parte en la carta —si está escrito en código, que es lo más probable, Fanny está en peligro—
—¿Peligro?, osea que— arrebatándole la carta a Abby —esos malditos, quieren borrarle la memoria a 86—
Abby volvió a arrebatarle la carta a pesar de la mirada de reproche.
—Exacto, pero ¿a dónde debemos ir? — peleándose con Wally por aquella carta hasta que Rachel se las quito.
—¡Denme eso! — la guardó en sus bolsillos —bueno, la carta tiene una pista pero es solo una corazonada así que les pido que confíen en mí, ahora pónganse sus cinturones—
Ambos asintieron mientras se ajustaban en sus asientos. Hicieron pocas horas y finalmente llegaron al lugar, era una especie de edificio de oficinas o algo así.
—Bueno chicos, antes que nada debo decirles de quién sospecho y quizás esto les pueda causar algo de shock pero no todos nuestros compañeros han olvidado simplemente—
—Al grano Rachel—
Le dijo Wally quien ya no esperaba para entrar a la acción.