-Despierta- alguien me movía de un lado para el otro en la cama. Bufé y me tapé con mi edredón.
-Cinco minutitos más Lydia…
-No sé quién es esa, pero lo que sí sé es que soy tu abuela y tenemos que empezar con el entrenamiento.- me destapé de golpe.
-¿Sigo aquí? pensé que era un sueño, ¿qué hora es?
-Son las seis de la mañana, espabila, esta vez no seré la antigua abuelita que te daba mimos, soy tu jefa en una base militar.- ay señor.
-¿No podría ser a las diez?- sonreí inocentemente enseñando mis dientes.
-No ¡levanta!- me tiró de la cama de un movimiento.
-¡Eh!-...- ¿cómo lo has hecho?
-Soy bruja.
...
Narrador omnisciente
Habían pasado dos días desde lo ocurrido y Ashley no aparecía. El Hale estaba encerrado en su cuarto pensando en lo que pasó, le besó, sí, la besó y ella lo rechazó. Todo por Isaac, porque dijo que no quería hacerle daño ¿pero y ella qué? ¿sus sentimientos no importaban? a veces la alfa podía ser muy cabezota y poner la felicidad de los demás antes que la de ella. Se negaba, sí, había decidido que no se iba a rendir y lucharía por ella, la haría entrar en razón y solo sería para él. No soportaba ver como Isaac la abrazaba de la cintura o como se daban besos. Ese de ahí tendría que ser él. Nunca había sentido algo parecido por nadie, pensaba que se había enamorado, como de Paige o Emma, pero lo que sentía por Ashley le hacía replantearse si alguna vez estuvo enamorado de verdad.
Unos golpes que sonaron en su puerta le sacaron de sus pensamientos.
-Derek ¿puedo pasar?- la voz de Malia sonó detrás de esta. La mujer coyote no obtuvo respuesta alguna.- me lo tomaré como un sí- murmuró para ella misma.
Cuando entró a la habitación se encontró con un demacrado Hale, sentado en la cama, apoyado en la pared mientras miraba a la nada.
-Hey ¿estás bien?- se sentó junto a él.
-No- solo salió eso de su boca.
-Cuéntame- tomó su mano.
-Ashley me ha rechazado y para colmo ha desaparecido.
-Smith es una testaruda y lo sabes. Pero pronto se dará cuenta de lo que se ha perdido y tú ya la habrás superado.
-Ese es el problema Malia, yo quiero estar con ella, no superarla ni darle celos con otra. Sé que le gusto.- la chica suspiró.
-Escucha entiendo que tengas fe y esperanzas, pero no te carcomas tanto la cabeza por ella, es decir, ella misma lo dijo, sois incompatibles y no hay posibilidad alguna de que estéis juntos.- se levantó de la cama y se dirigió a la puerta, pero antes se volteó y lo miró.- por cierto, hemos encontrado un leve rastro de ella, por si te interesa- y se fue de ahí.
El Hale suspiró cansado, ojalá dejase de haber tantos problemas, iba a ir a por ella, eso no lo dudaba, la salvaría de su propia hermana que la quería hacer daño, ¿dónde estaría ahora?
Bajó a la sala de estar donde todos lo estaban esperando. Lo miraron con pena, pero él los ignoró y cambió se expresión a la típica, dura y sin sentimientos. El alfa decidió romper el incómodo silencio.
-¿Estamos todos listos?- asintieron y emprendieron marcha al bosque.
Una vez que llegaron pararon para escuchar a Scott.
-Hay distintos rastros de Ashley, por lo que nos tendremos que separar para ver donde llega cada uno de los rastros. Los que no sois hombres lobo- todos miraron a Stiles y él bajó la cabeza dándoles la razón- iréis con uno. Los demás iremos solos ¿queda claro?
-¿Y Argent? él sabe buscar bien y podría saber si es una trampa.- dijo Lydia.
-No tenemos tiempo- anunció Jackson.
-Empecemos a buscar y ya- a Ethan le enfurecía el hecho de que su alfa estuviese desaparecida, le nacía protegerla.
No se habló más y comenzaron a caminar siguiendo el rastro con su instinto.
Derek pasaba por una zona bastante solitaria, la falta de animales se notaba. No se escuchaba ni el cantar de los pájaros, ni los conejos saltar… nada. Y así es como se sentía él en este instante, solo, nadie podía llenar el vacío que sentía, solo una persona, y sí, era Ashley.
Seguía sumido en sus pensamientos, enfadado pateó una piedra que salió volando. Pero algo le distrajo, una voz, muy familiar, pedía ayuda y sonaba rota.
-Por favor… ayuda lo suplico- su voz estaba desgastada, seguramente por pasar horas gritando en busca de alguien.
El Hale no dudó ni un segundo en ir donde esa voz le reclamaba. Lo que vio le dejó destrozado.
-Ashley...- susurró para sí mismo.
-Derek- levantó la vista. Se levantó de golpe y se lanzó a sus brazos mientras lloraba.- lo siento, lo siento mucho. El hombre lobo la acarició el pelo. Se separaron y se miraron a los ojos, el rostro de la alfa se fue acercando poco a poco al de él, posó con delicadeza sus labios en los de él. Una ola de recuerdos llegaron a la mente de Derek.
-Derek ¿qué hacemos aquí? sabes que tengo entrenamiento. Si me pillan contigo me matan.- el joven rió.
-Tranquila, no pasará nada.
-Si muero, mi espíritu te perseguirá por el resto de tu vida.
Ambos llegaron a un sitio iluminado donde abundaba la flora y fauna. La chica abrió la boca impresionada.
-¿Te gusta?- preguntó el chico.
-Me encanta Derek- giró su cabeza para poder verle bien- dios mío es precioso- lo abrazó.
-Sabía que te gustaría. Descubrí este lugar hace poco y la primera persona que me vino en mente para enseñárselo fuiste tú.
Ambos se sentaron el el suelo y se apoyaron contra un árbol.
-A veces me pregunto por qué tú y tu hermana sois tan diferentes.- eso captó la atención de la chica.
-Ella… ella es más inmadura, a pesar de tener la misma edad siempre fue una mimada. Yo… digamos que estoy acostumbrada a lo salvaje- se rieron.
-Aunque sea una mimada la quiero mucho- siguió Derek. La chica apartó la mirada y al hombre lobo le pareció oler un poco de ¿celos? en el ambiente. Con un dedo giró el mentón de la chica para poder verla a los ojos- no estes celosa, sabes que solo te quiero a ti.- La joven sonrió.
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Editado: 16.09.2022