Capítulo 3: "Bienvenid@s al mundo azucarado"

A la mañana siguiente...

Georgina

Desperté en una cama que obviamente no es la mía, en centro de la cama está el tal Diego, a su lado derecho está Bea y al izquierdo estoy yo, la verdad la noche no estuvo nada mal, el chico sabía hacer lo suyo.

-Bea- la moví para que se despertara.

-Baja la voz me duele la cabeza- se puso las manos en la cara.

-Levántate- la tomé del brazo y la levante- nunca nos dormimos después de un trío, así que vámonos-

Empecé a vestirme y ella también empezó a hacerlo de mala gana.

-¿Lo volverías a hacer?-

-¿Tu no?- la miré divertida.

-Claro que si, el tipo está que arde, amé la jaloneada de anoche-

-Lo noté- reí bajito.

-Y por lo visto te gusto el oral que te hizo- me dio un codazo.

-El idiota tiene talento-

Claramente lo tiene, hizo una cosa rara con la lengua que me mató.

-Esa fue una probada de lo que nos comeremos en la universidad-

-Vamos-

Salimos de la habitación y fuimos al estacionamiento para buscar el auto de Bea, lo encontramos y subimos en él.

-¿Te dejo en tu casa?-

-Si-

-¿Harás lo de la app hoy?-

-SI-

-Debes poner una foto sexy pero no tanto, para que no te veas desesperada-

-Solo espero que no me salga un viejo decrépito-

-No creo que te salga uno de esos por lo menos no en esa app-

-El lunes nos cuentas como te fue, ya sabes para que todas estemos al tanto de una vez-

Siempre hacemos eso de contarnos lo que nos pasa estando las tres para que ninguna se sienta excluida sobretodo Dani ya que ella es la que menos sale con nosotras o hace las locuras que hacemos.

-Ok-

-Si tienes miedo no lo hagas-

-No tengo miedo-

-Claro...- dijo con sarcasmo.

-Deja el sarcasmo-

-Mira un suggar no siempre se convierte en amor, si es a lo que le temes-

-No menciones es puta palabra-

-¿Crees que me gusta decirla?- dijo con fastidio.

-Lo sé-

-Cambiando el tema- su mano empezó a apretar fuerte el volante.

-Bea ¿Todo bien?-

-Mamá quiere que me mude a Barinas ¡Barinas! Georgina- golpeó el volante.- dice que papá me deja llevar una vida muy "libertina" y que con ella llevaré una vida más "normal"-

-Una vida normal con vacas y campo, sin tríos y cosas así, súper aburrido para tu gusto, ya estás cerca de los 18 y puedes decidir-

-¡Exacto! Allá solo se cogen a los animales y eso no es nada excitante-

-Es asqueroso-

-Es peor que el porno de enanos- ambas reímos.

-Patético-

-Mira no es que ame vivir con mi papá y su novia pero prefiero vivir con ellos que en el medio de la nada con mi mamá y su nueva familia-

-La novia de tu papá es súper panita-

-Tiene casi nuestra edad ¿por qué crees que es panita?-

-Ciertamente-

-Llegamos- se estaciono frente a mi edificio.

-Debimos usar ropa interior del mismo color-

-Lo dice la que uso ropa interior verde fluorescente-

-Iba a comprar la que brilla en la oscuridad-

-¿Dónde la venden?-

-En una tienda en el centro-

-¿De verdad brilla en la oscuridad?-

-Me probé un brasier de esos apagué la luz del probador-

-Necesitamos de esos-

-Había en verde, rosa y morado-

-Debemos usarlos en tu cumpleaños-

-No sé si voy a celebrar ya sabes porque-

-Mereces celebrar tus 18 a lo grande, ¿strippers?-

-No-

-No seas aguada-

-Está bien si quiero strippers y mucho ron por favor, también crema chantillí y nutella para ponerle a los chicos-

-Me gusta-

-Bueno adiós perra- la abracé.

-Chao- me abrazó.

Baje del auto, subí en el ascensor hasta llegar al piso donde vivo y luego entré al apartamento.

-¡Papá ya llegué!-

Sin respuesta, lo cual me dio a entender que como siempre la soledad me recibe.

Me quite la ropa y los zapatos, me di una ducha y me puse mi pijama. Me acosté en la cama y tomé mi teléfono para entrar a la app.

Bienvenid@s al mundo azucarado

<Que nombre tan puto> pensé.

Empecé a ver perfiles pero ninguno me llamaba la atención y la mayoría eran de otros estados.

Busqué por unas horas hasta que vi uno que no estaba nada mal...

Arturo Indriago 32 años

Este es el elegido, me contacte y acordamos reunirnos en el Paseo Colón, no soy tan idiota como para reunirme con desconocido en un lugar privado.

Arturo

Anoche no logré dormir después de las palabras de Marcos, quedé un poco preocupado más bien trastornado, no le comenté a mis hermanos solo les pedí que lo enterrarán lo más lejos posible.

Debo dejar de vivir en el pasado seguir adelante.

-Volvimos- mis hermanos entraron a mi cuarto.

-¿Qué hacen en mi cuarto?- dije con fastidio.

-Ese genio- Andrés se sentó en un sofá frente a mi cama,

-Por lo menos di que agradeces nuestra ayuda- Antony se sentó junto a nuestro hermano menor.

-Gracias-

-Arturito diciendo gracias eso es nuevo-

-Por lo menos lo dijo- Antony se encogió de hombros.

-Necesito pedirte algo Andrés-

-¿Desde cuándo le pides favores a este pendejo?- señaló a nuestro hermano.