Fin de una Epoca

En 1829 Juan Manuel de Rosas asume la gobernación de Buenos Aires desplegando influencia sobre todo el país. A partir de entonces ejercerá el poder en forma autoritaria. Año tras año, Rosas presentaba su renuncia a la conducción de las relaciones exteriores de la confederación, en la seguridad de que no le sería aceptada. (...) Pero en 1851 el gobernador de Entre Ríos emitió un informe, mayormente conocido como el "pronunciamiento" de Urquiza, en el cual aceptaba la renuncia de Rosas y reasumía para Entre Ríos la conducción de las relaciones exteriores.

El desafío al hombre más poderoso de la argentina está planteado, se avecina una de las batallas más importantes de la historia argentina. El pronunciamiento de Urquiza reclama la libre navegación de los ríos para poder comerciar desde su provincia sin pasar por Buenos Aires. Además acusa a Rosas de negarle al territorio nacional una constitución, Rosas mantiene firme su postura cree que primero hay que lograr una paz duradera y recién después convocar un congreso que dote al país de una constitución nacional

Ante esta nueva negativa Urquiza se prepara para armar un gran ejército, consigue el apoyo de corrientes, de la república de Uruguay y del imperio de Brasil. Por su parte Rosas recibe el apoyo de muchas provincias. Todas legislaturas provincial declaran a Urquiza como un loco, traidor y salvaje unitario. Pero Urquiza sigue con su plan ambicioso, sin temor levanta la proscripción de los colores unitarios, prohibidos por Rosas y el país comienza a teñirse de azul.

Las fuerzas opositoras a Rosas, forman un conjunto muy variado, hay federales antirosistas, unitarios, jóvenes intelectuales y autonomistas, lo único que los une es el odio visceral al restaurador. Aliándose con Corrientes, Uruguay y Brasil, Urquiza logra conformar el "ejército grande", con (24 000-28 000 hombres.15 000 -16 000 jinetes, 9000 -10 000 soldados de infantería, 1000 -1500 artilleros, 2000 auxiliares, 45-50 cañones, 1 o 2 baterías), además como voletinero del ejército esta Domingo Faustino Sarmiento y en la artillería un joven coronel llamado Bartolomé mitre.

El caudillo entrerriano concentra sus fuerzas en gualeguaychu, cruza el rio Paraná y casi sin encontrar resistencia llega hasta las afueras de Buenos Aires. Donde lo esperaba Rosas con un ejército de (22 000 hombres. 10 000 soldados de infantería, 12 000 jinetes, 50 piezas de artillería y 4 coheteras).

Los ejércitos finalmente se encuentran en el palomar de caseros, el gobernador de Buenos Aires se mantiene toda la batalla en primera fila, pero en un momento del combate recibe un balazo en su mano derecha. Cuando la victoria de Urquiza se vuelve inevitable, Rosas y su ejército retroceden hasta Buenos Aires., Vencido nuestro gobernador deja su renuncia a la legislatura y se embarca hacia Inglaterra, derrotado, Rosasparte al exilio y Buenos Aires se queda sin gobernante, a merced de los saqueadores. Urquiza hace el ingreso a la ciudad, montado en un soberbio caballo de Rosas, el entrerriano lleva un sombrero de copa con el cintillo punzo y además de un poncho pese a los calurosos febreros de Buenos Aires.

Es un espectáculo nuevo para Buenos Aires, un ejército victorioso paseándose con banderas desplegadas por las calles de la ciudad, algo así como lo que había ocurrido mucho tiempo atrás con las invasiones inglesas y vuelve a suceder ahora con el "ejército grande" al mando de Urquiza. La residencia de Palermo centro del poder rosista es el principal blanco de los ataques, los unitarios reprimen duramente y ejecutan a los rebeldes.

Tras derrotar a Juan Manuel de Rosas en la Batalla de Caseros, el General Justo José de Urquiza reunió a los gobernadores de las provincias argentinas para realizar un acuerdo con el fin de sentar las bases de la organización nacional de Argentina. Ese acuerdo fue el primer precedente de la Constitución de 1853.Si bien caseros produjo la caída de Rosas, no aseguro el sometimiento de Buenos Aires al poder emergente de los unitarios. Despreciados tanto por los liberales como por los rosistas, Urquiza no pudo sostener una autoridad efectiva sobre la ciudad de Buenos Aires

Mientras en Buenos Aires se confiscan todos los bienes, Rosas se instala en Southampton al sur de Londres lejos de su tierra vive con el dinero que le envían sus amigos, vivirá dedicándose a las tareas rurales hasta su muerte el 14 de marzo de 1877 a los 84 años.