Narra Alice...
Seguirle el paso a Patrick era más difícil de lo que parecía. Patrick era un buen amigo, pero cuando alguien no le daba lo que él quería, podía ser muy poco cortés, era una especie de bebé de 16 años con mucho complejo de superioridad , el hielo que fabricaba le hacía moverse muy rápido, me llevaba una larga distancia, mis pilares de tierra y rocas no eran lo suficientemente rápidos para alcanzarlo.
Estando a una gran altura, podía observar la aldea casi completamente, el santuario era el edificio más grande de todos, era de color negro, medía unos 6 metros de alto, y abarcaba una gran parte de la colina sobre la que estaba ubicado, grandes pilares de mármol le sostenían y una cúpula enorme se cerraba en el techo, estaba rodeado por un jardín que podía confundir a cualquiera, bellas flores y árboles se extendían en él, nada aparecido a lo que se sufría en el santuario. Por el otro lado, estaban los campos de entrenamiento, en ellos habían distintos obstáculos, espíritus y monstruos que ayudaban en los entrenamientos de cada equipo, muchos de ellos ya habían empezado a entrenar, la sección de las cabañas estaba distribuido de forma especial, se organizaba en forma de dos pentágonos enormes, uno dentro del otro, eso con el fin de que nada igual a la invasión de la Oscuridad volviera a ocurrir.
De la casa de las curanderas, salía un humo de color verde, muy extraño. Estaba en medio de un gran círculo de magia, nadie aparte de ellas podía entrar ahí, era el lugar, después del santuario, más importante de todos, si alguien sufría alguna enfermedad, era llevado ahí, el nivel de magia de ese lugar era tan alto, que si no usabas algún tipo de protección, podías ser consumido por ella. -¡No debiste seguirme, Alice!- gritó Patrick desde más adelante- sabes que tendrás un castigo por esto ¿no?
-¡Tú también!- respondí- ¡deja de actuar como un bebé y detente, regresemos al entrenamiento, anda!
-¡Cuando te quiten algo que es tuyo por derecho, entenderás que esto no es actuar como "bebé"!- desvió su hielo y se adentró en el valle.
Estaba tan tranquilo como siempre, desde lo alto, podía observar los vestigios del desastre de los juegos de anoche, a los leñadores y pescadores, recolectando materiales para el sustento de la aldea, montados en monstruos mestizos marinos del tamaño de dos cabañas juntas, también a uno que otro niño dominante del agua jugar a un lado del lago, estaba tan distraída, que casi choco con un árbol gigante.-¡Patrick!- grité, no obtuve respuesta. Me detuve en un claro del valle, una gran columna de hielo bajaba hasta el suelo del bosque, por lo demás, no había rastro de Patrick. Decidí no perder más el tiempo y encontrarle de una vez, me puse en cuclillas y toqué el suelo, usando el mismo truco que con Peter la noche anterior. Las vibraciones llegaron a mis manos, alguien estaba corriendo cerca de ahí, con un poco de suerte, sería Patrick
Me puse en marcha, aún podía sentir las vibraciones, el bosque estaba lleno de animales, me topé con Lucky, el caballo de Jennifer, que se ofreció a llevarme hasta Patrick, las vibraciones del suelo se transmitían en mi espada, algo distorsionadas por los cascos del caballo, pero siempre constantes. Lucky me llevó hasta la parte más densa del bosque, la oscuridad era profunda, me bajé de su lomo y me adentré en el bosque, la única luz que tenía era la que mi espada reflejaba, rápidamente atravesé la arboleda y llegué hasta Patrick, estaba sentado en posición fetal, con la cara tapada con sus manos.-Sabes que puedo sentir cuando la gente camina ¿verdad?- pregunté
-Necesito estar solo un momento- replicó él
-No voy a irme, deja de actuar así, no es para tanto- espeté
-¿Que no es para tanto?- preguntó levantando su rostro, lágrimas congeladas llenaban sus profundos ojos grises- esa era la expedición de mi vida
-Habrá muchas otras expediciones- intente persuadir- ya podrás ser el líder de nuevo
-Esta es la expedición más grande de todas, y aún me sorprende que nos la hayan dejado, siendo un grupo de adolescentes, pero me sorprende más aún que Chris sea el líder
-Deberías estar feliz, creí que era tu mejor amigo- dije
-Oh, claro que estoy feliz por él- aclaró- pero ¿por qué ahora? Necesitan a alguien con experiencia en esta expedición, él es inútil ahora
-No te permito que digas eso- respondí, Chris era como un hermano para mi, después de todo, habíamos sido amigos desde chicos, nos cuidábamos el uno al otro, y esa vez, no sería la excepción
-Solo digo- replicó- realmente necesito estar solo, debo analizar las cosas- bajó su cabeza de nuevo
-Sabes que puedes contar conmigo- dije- te apoyare en lo que decidas así como tú lo hac...-no pude terminar la frase, algo bombardeó mi mente, sentí la presencia de alguien detrás nuestro, el sonido de un arma siendo lanzada
-¡Cuidado!- gritó mi cerebro, aparté mi cuerpo y el de Patrick al mismo tiempo, un hacha enorme y filosa se clavó en el árbol en el cual se apoyaba Patrick