Al dia siguiente, me sentia el hombre mas feliz del mundo junto a ella, hasta que recorde todo lo que estaba pasando fera de esa casa.
-Debes volver, lo se y no importa, tambien volvere al refugio, mamà debe estar preocupada.
-Tengo dos cosas que decirte, Gracias y Te amo.- Su cara de total verguenza, mas hermoza que nunca.
-Tambien te amo y espero que esto acabe pronto.- Nos alistamos y salimos camino al refugio.
Ha ella la esperaban su madre y amigos que estaban llorando al verla, a mi me esperaban mis hombres, me informaron que Baia cada 5 horas tenia un ataque y dañaba a todo el que estaba cerca, no podia culparla Marco era su pilar. De pronto llego Leòn con todo su batallon.
-Encontraste algo que nos sirviera, o solo andubiste perdiendo el tiempo como siempre?.- Su arrogancia a kilometros.
-Otros reinos son los atacantes, no se exactamente cuantos pero, logre herir al que controla la neblina, no creo que se acerque mas, por otra parte su plan es que les entreguemos a Baia. dicen que ella es la causante de todas las desgracias en su reino y me temo que no le perdonaran la vida.
-Deberias de hacer algo para calmarla o si no, no nos quedara otra opcion que entregarla por el bien de todos, se esta volviendo loca, nadie puede acercase a ella.
-Eso no es decision tuya, asi que puesdes hacerte a un lado y seguri vigilando que todo este seguro, yo ire a verla.- Uno de mis soldados aparecio corriendo.
-Señor, acaban de enviar un mensaje desde el castillo, informan que su majestad Marco esta de regreso lo solicitan urgente.
Llegue al castillo y si estaba Marco alli junto a Baia, fue un alivio. Derepente senti mi brazo derecho punzar, el dolor y ardor volvian cada vez mas fuertes, mis ojos se nublaron, frente a mi aparecio esa mujer de la neblina con su sonrisa que tanto asco me provocaba, en cuestion de segundos le atravece el corazon con mi espada y el dolor desaparecio, pude darme cuenta de que el que estaba en el suelo no era esa mujer, era Marco quien estaba atravesado por mi espada, todo paso tan rapido, Baia me tomo del cuello y me estampo en la pared, con lagrimas en sus ojos.
-Por que Liam, por que?, no entiendo que hiciste.- Con sus llamas me quemo al grado de que casi no pude hablar, toda mi garganta y pecho estaban gravemente heridos.
-Confie en ti y mira lo que hiciste, que motivos tenias de matarlo.- Todos comenzaron a reclamarme, en ese momento llego Leòn y al escuchar todo, tambien me golpeo y fui arrastrado a los calabozos en espera de mi sentencia.
Casi una semana pase encerrado, casi sin comida ni agua, sin saber nada del exterior, fui sacado como un criminal, esposado de manos y pies, arrastrado hasta debajo del trono y alli estaba Baia, con una exprecion de asco hacia mi.
-El criminal se presenta hoy por el delito de matar al rey, por decision de la reina y el juzgado de sabios, queda exiliado a la tierra olvidada de Keirin, sin ningun derecho de regresar nunca.
-Deberias de estar besandole los pies a su majestad por no matarte cruelmente, pero al parecer todavia no puede dejar de lado que fuiste su mano derecha, solo te queda vivir como el perro que eres.- Las palabras de Leòn mas la mirada de Baia, casi me dejaron sin aliento.
-El traidor sera paseado por toda la ciudad, para que la gente lo recuerde como el traidor que mato a su alteza Marco.
-Suficiente.- Hablo Baia, levantandoce y retirandoce.- Saquenlo de aqui, no quiero saber mas nada de esto.
Mi corazon se quebro en varios pedazos al escuchar su paabras en un tono tan frio que casi me congelo y al ser paseado, logre ver a Emma, lloraba a lo lejos y no era capaz de levantarce, Solo me deje llevar hundido en mi sufrimiento, me perdi en la oscuridad.