LANDON REY
Una noche estrellada, el cielo estaba deslumbrante, deslumbrante como su precioso rostro. Me gusta admirar las estrellas, son motores de energía cósmica que producen calor, luz, rayos ultravioleta, rayos X y otras formas de radiación. Abril es una estrella supermasiva y tiene una vida corta y violenta, muchas estrellas supermasivas acaban explotando como supernovas. Y si, de nuevo la estaba pensando, la pienso sin parar. Abril vive en mi mente, la hace cálida y acogedora. Aun me queda el recuerdo de su aroma suculento, siento que ella es un misterio y la voy a descifrar.
Mire el reloj de mi muñeca, eran las 11:11PM y la vi, la vi tan radiante con su cabello revoltoso y sus ojitos color miel, me gusta. Indiscutiblemente ella es maravillosamente rara y eso me encantaba. Abril caminaba en dirección al marketing, queda lejos y pasaba por un lugar oscuro y sombrío, así como ella, así como su alma.
Decidí seguirla, caminaba apurada y se veía asustada, en el transcurso del camino mire una librería, una librería tranquila, sus paredes eran color crema, la madera esta un poco vieja y en una estantería estaba el libro, el libro que Abril siempre leía. Recuerdo, sin poder evitarlo me llega el recuerdo de mi madre, mis ojos empezaron a humedecer, mi mente empezó a recordar aquel momento en que crees que la vida se te va acabar, ese instante en que sabes que la persona que mas amas es el mundo ya no estará. La extraño, extraño a mi madre como nunca. Y si, tuve miedo por Abril en la oscura noche, miedo de que dejara de respirar, miedo de que su alma ya no estuviera en este lugar. Estaba tan hundido en mis pensamientos que ella se perdió de mi vista
-Abril Johnson, era como intentar agarrar la luna pero sin poder tocarla.
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