La Biblioteca de los sueños

Nelson

Despues de la victoria contra los barbaros del desierto, como les llamaban los sandynemen, "hombres de dunas" Nelson y sus amigos y amigas celebraron la victoria despues al regresar a la ciudad de Trisby, para poder celebrar en grande junto con su esposa Ingrid, la victoria contra los barbaros, sin duda muchos se habían opuesto a intervenir en la guerra, ya que no estaban atacando directamente a Alfgard, pero Nelson pudo convencer en el Alphing, la Asamblea de Hombres libres, que era de vital importancia estrategica pòder defender la ciudad extranjera, porque si ésta caía, no quedaria nada de barrera entre Alfgard y el reino de Aluz, entonces, fue una decision para prevenir una guerra en territorio de Alfgard, sin duda al ver que regresaban victoriosos, muchos hombres y mujeres les recibieron con cerveza y con mucha comida, un verdadero festin, lo que mas disfrutó Nelson fue regresar con su esposa Ingrid y con sus amigos

Los dias siguientes fueron de repartimiento del botín, de la batalla habian conseguido muchas armaduras y pertenencias de los aluces, muchas de ellas valian mucho dinero por la calidad del acero, famoso en todo el mundo por ser muy filoso, es impresionante lo bien que se vende una de esas espadas por estos dias. Sin duda era un ambiente de felicidad en toda su extensión, aprovecharon el dia para platicar de sus hazañas, algunas de manera exagerada, otras bien descritas, pero se celebraba con toda una victoria en nombre de Alfgard, como toda buena celebracion, había bebida y comida en abundancia, del reino del norte, sin duda alguna hay que tomar en cuenta que de entre todos los pueblos, la guerra formaba parte de los valores mas altos en la vision de Alfgard, un guerrero sin duda era alguien que admirar, por su valor, tanto de hombres como de mujeres, aunque las mujeres ahora se dedicaban a ser mas otros oficios como el de sanador, aun había guerreras entre las filas de el ejercito, 

Ese día un mensajero de Carianis le entregó un mensaje urgente, la comitiva de el rey y su hija habían sido atacados en una emboscada, y se dirigían a los gobernantes de Alfgard, pidiendo ayuda, puesto que el reino de Alquitron había atacado una comitiva diplomatica, de manera embustera, en un acto de guerra sin declaracion previa.

Esa solicitud fue bien discutida en la asamblea de hombres libres, que decían que nada tenían que ver con el conflicto de una ciudad estado tan lejana y extranjera, sin duda, muchos se oponian a participar en la represalia, en especial Thorvalndson, 

-¿Como es posible que vayamos a apoyar a esos afeminados dirigidos por una mujer carianios? Es mejor que nos quedemos aqui y hagamos una ofensiva por mar contra los aluces, así podremos aprovechar el impulso de la victoria

-No nos debemos de olvidar que los afeminados como les llamas, nos ayudaron a contener la amenaza de los aluces en la ultima batalla que luchamos, debemos de mostrar solidaridad, de otra manera, no tendremos el mismo apoyo en otra situacion similar, ademas, los jinetes arqueros de Carianis son los mejores que hay, nosotros somos la espada y las hachas, y ellos son los arqueros montados,- Dijo Nelson

-Sin embargo- Comenzó a decir Furthanson- no podemos olvidar que nuestras mujeres e hijos estan aqui en Alfgard, si nos vamos a apoyar a los carianios hacia el este, probablemente dejemos desprotegidas nuestras tierras , en ese momento los aluces podrían decidir atacar, no podemos arriesgarnos

-Yo propongo que dividamos a nuestras fuerzas en dos- Dijo Nelson- por una parte un ejército comandado por mi, irá en socorro de Carianis, y los demás comandados por Alfenstar, se ocuparán de la defensa de la ciudad y de proteger el flanco sur ante cualquier invasion de los salvajes del desierto, hemos de plantear proteger la ciudad que defendimos en la ultima batalla para proteger nuestra barrera estratégica, y asi poder asegurarnos nuestras rutas de navegacion- Dijo mientras señalaba en un gran mapa colocado en la mesa del centro mientras todos observaban atentos

-Debemos de traer a las nurnas, las sacerdotisas, para hacer una ofrenda a los Tarent, y que nos bendigan con la victoria- Sugirio Rothard, uno de los más religiosos del reino, responsable de la proteccion de las sacerdotisas

-Está bien, ya quedo el plan , solo falta preparar nuestros barcos y llegar por el Mar Congelado y luego navegar al sur para ir a la Ciudad de Carianis con el ejercito comandado por mi- Dijo Nelson, mientras tanto dejaremos a Alfenstar con la defensa de la ciudad para protejernos de los salvajes del desierto, 

Despúes de la celebracion religiosa oficiada por las Nurnas, en el Centro de culto a los Tarent, hecho de madera y tan grande como un palacio, los hombres de Nelson se embarcaron en sus buques dragón para poder llegar a la ciudad libre de Carianis en aproximadamente dos semanas, la jornada de viaje fue difícil, en el camino se les cruzó una tormenta huracanada, combinada con los gélidos vientos fríos del norte, causaron que muchos no pudiesen dormir a causa del intenso frío, tres barcos se estuvieron a punto de volcar a causa del agua y tres soldados y dos mujeres estuvieron a punto de morir por caer en el agua helada. Después salieron a su encuentro un par de orcas asesina, que estuvieron a comerse a Rusk y Astridir, un soldado y una arquera que se disponian a pescar para poder juntar comida para la cena, ambos terminaron con heridas de dientes en las manos, piernas y brazos, pero las orcas se fueron despues de unos cuantos flechazos. Llegaron a la ciudad Libre de Carianis en aproximadamente tres semanas, una semana mas de lo planeado por el clima tan duro, en ese momento se dispusieron a desembarcar, el destacamento de Tropas de Avangard bajo el comando de Nelson, lo acompañaban cada capitán de barco, entre ellos su segundo al mando Thorvan Magnusson, al mando de un destacamento de veinte soldados entre hombres y mujeres, entre todos sumaban unos mil quinientos efectivos, contando la tripulacion de todas las embarcaciones dragón, en ese momento contemplaron la ciudad mística de Carianis, tenía edificios de piedra blanca con columnas circulares, un enorme templo de piedra tambien blanca, y vieron a su alrededor gente, mujeres y hombres en túnicas blancas y de varios colores como rojo, azul, o verde, sin duda era contrastante con la vestimenta de los hombres de Alfgard, que venían vestidos con armaduras y algunos con pieles de animales o tejidos de algodon, en ese momento a su encuentro sale la comitiva de bienvenida de parte de la ciudad, encabezada por el rey, en un corcel blanco les recibe en la ciudad junto con un contingente de soldados con armadura y su hija la princesa Stella, les dan la bienvenida y se reúnen a conversar, sin duda la ciudad se veía bastante limpia, las calles eran de adoquines y contrario a lo que pensaban, no parecían ser tan inútiles en cuanto a la arquitectura, según pensó para si mismo Nelson, pero mientras se disponían a entrar en conversacion, de inmediato un jinete mensajero llego corriendo hacia la comitiva de Carianis, entregó un papel y dijo de manera apresurada, que una flota enorme de barcos aluces había sido avistada por barcos pesqueros cerca de las costas del sureste, por el paso Kalion, cerca de la montaña de Doric, preparaban una invasion a gran escala al parecer a la ciudad.



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En el texto hay: magia fantasia

Editado: 31.08.2021

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