La Biblioteca de los sueños

Stella

La ahora recien nombrada reina Stella poco después de la primera batalla, y de un apresurado funeral para su padre, el difunto rey, no había tenido mucho tiempo para tristezas ni para luto, ahora ella era la líder de las defensas de la ciudad, estaba dispuesta a vengar la muerte de su padre y expulsar para siempre a los defensores aluces hasta el desierto de donde salieron, fue coronada como reina regente, por su experiencia militar, y dado que en el testamento de su padre había establecido de que en caso de que el falleciera se desiganara como regente y reina heredera a su hija Stella si su hijo menor no estuviera en la mayoria de edad, su madre, la esposa del rey había auspiciado una breve ceremonia de coronación para su hija, y fue nombrada "Defensora de la ciudad Libre de Carianis", no hubo mucho tiempo pra celebrar, había mucho, mucho que hacer y trabajar, de inmediato Stella ordenó la prontisima reparacion de la brecha de la muralla sur por donde habían entrado los invasores, y el resguardo de toda el agua y los viveres de la ciudad, así como comenzar los planes para la reparacion de el enorme agujero que habia quedad en la ciudad ciudad después de la trampa suscitada con su aprobacion de sus aliados del reino de Purias, tambien había que cerrar el boquete causado a la muralla defensiva de la ciudad, y reparar los sistemas de acueducto y drenaje de la ciudad, la ciudad no había vivido un asedio así en siglos, según las antiguas sagas escritas en los libros de historia de la Ciudad, el ultimo asedio habia ocurrido hace dos siglos y fue cruel y epoca de penurias para la ciudad que terminarían con gran esfuerzo gracias a Akeim Logos el Principe ganador esa batalla hace siglos, mientras tanto sobre los hechos de la batalla que recien acontecieron hace un dia, Stella y todo el pueblo de Carianis habian agradecido sobremanera la intervencion al mando del rey Purias , cuya pronta y adecuada actuacion salvó al ultimo bastión defensivo y con su empuje había conseguido echar fuera de la ciudad amurallada a los invasores, la reina Stella le agradeció su providencial llegada a los escuadrones de Purias, y comenzaron la planeacion para la defensa de los caminos luego de que vieron como los aluces bloqueaban el puerto, era claro que su meta era rendir a la ciudad al exponerla al hambre y a la carencia de provisiones, de inmediato el rey de Purias, el general Nelson Agnarsson y la reina Stella coordinaron defender cuanto antes los caminos para impedir que fueran sitiados, cuando avistaron al ejército aluz en el camino este que venía a unos cinco kilometros de distancia, el ejército de alabarderos de Purias se situó en primera linea, a sus laterales la caballería pesada , y en los flancos derecho estaba Nelson y sus alfgardianos sobrevivientes, mientras que en el flanco izquierdo estaba Stella con sus escuadrones de recien reclutados voluntarios de la ciudad y ballesteros del ejército, ademas de arqueros a caballo, a lo lejos vislumbraban unas grandes columnas de diez mil soldados aluces en formación de cuña, junto con unos refuerzos con misteriosos que diferían tanto en vestimentas tanto como en apariencia física, los exploradores dieron la alarma de que un contigente grande de guerreros sacerdotes de Mevtli había decidido luchar a favor de los aluces, entonces sonaron los cuernos de batalla, la batalla estaba sobre la mesa y el ganador de la guerra se decidiría en breve, mientras tanto los molinos de los campos vecinos comenzaron a quedarse abandonados ante el temor de la gente de quedar entre el fuego cruzado, mientras los ejércitos se acercaban, un emisario en son de paz de los aluces fue con bandera verde, simbolizando que iba para dialogar antes de la batalla, exponía que si la ciudad de Carianis y todos sus defensores se rendían sin pelear, se respetarian las vidas de los ciudadanos.

La reina Stella, junto con el rey de Purias y el comandante Nelson, ademas de los señores feudales que aportaron sus caballeros y sus siervos y siervas a la batalla en defensa de la ciudad se rieron de la propuesta y mandaron un  mensaje de vuelta, diciendo que la ciudad no se rendiría bajo ninguna circunstancia y que la divinidad les protegía y estaba de su lado, además,  las hachas y las espadas de los defensores les darían la bienvenida al campo santo o cementerio de la ciudad, pero nunca dentro de las murallas ni nunca conquistarían una ciudad estado libre de los salvajes del desierto.

Eso enfureció sobremanera a Fäsir Mutamer, ahora decidido a ejecutar un ataque inmisericorde en contra de los defensores, pero Stella se mantuvo firme al mando de unos 4.000 soldados voluntarios que decidieron participar en la defensa de la ciudad, estando en una pequeña colina codo con codo con la formación de miles de soldados de Purias y el puñado de sobrevivientes de Alfgard, todos formaron filas y se prepararon, en primera linea los alabarderos, en formación de media luna detras de los alabarderos estaban los espadachines, y a los costados la cabelleria de Stella y de el rey de Purias, en el centro, estaban los doscientos sobrevivientes alfgardianos al mando de Nelson Agnarsson, tenían la importante misión de evitar que se rompiera la formación y evitar que el ejército conjunto fuera rodeado y dividido, un escuadron de ballesteros se colocó en las tierras altas cubiertos por vegetació y árboles para servir como punto de apoyo, mientras el contingente de los aluces, al ver la formación de los tres reinos, se decidió a emprender un ataque en formación de punta de lanza, aprovechando los refuerzos de Mevtli, que acompañarian a los aluces en la linea frontal, tratarian de atacar brutalmente el centro para romper la formación, al ver esto, Purias colocó unas diez filas de alabarderos para poder  reforzar a Nelson Agnarsson y sus soldados, que fueron curados por los siervos que tenían conocimiento de medicina y aprovisionados de armas como alabardas y picas además de alimentos, para poder resistir mas adecuadamente la carga de la infanteria enemiga y la caballeria, que se les abalanzaba encima. Iba a ser un combate a muerte, un duelo entre la civilización de los reinos del norte y en el otro lado, los salvajes del desierto, estaban en juego por una parte, las vidas de todos los campesinos y ciudadanos de la ciudad estado libre, Stella pensaba que, debían ganar esta batalla, rezaba a la divinidad, porque si ellos perdían, la furia de Fasir Mutamer se volcaria sobre los miles de inocentes, mujeres y niños libres que vivían en la ciudad, y lo haría de manera inmisericode, tomó en una mano el estandarte de Carianis, el colibrí azul, mientras a su lado, sus aliados de Purias y de Alfgard avanzaban a la par, cansados y algunos heridos, pero iban con gran determinación y disciplina, los contingentes se detuvieron cuando estaban a dos kilometros de distancia uno del otro, por una parte los quince mil soldados de Mevtli y Aluz, junto con un contingente de caballeros con armadura pesada y otros montados en camellos, mientras las naciones del Norte, se colocaron todos en formacion, esperando la carga de caballería con los alabarderos de Purias. Sonaron las trompetas y cuernos de batalla que resonaron con un eco que retumbó en toda la colina y las planicies de hierba circundantes.La gente dentro de las murallas recien reparadas solo podía rezar al Agnostos Deos, la deidad principal entre los templos de la ciudad, y solo esperar y cantar para infundir animo en la población, los musicos de la ciudad comenzaron a tocar canciones sobre gestas heroicas y reyes de antaño, y sobre las Eddas épicas de los tiempos más alla de la memoria, usando el láud y pequeños instrumentos de percusión, mientras tanto en la colina Stella gritó



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En el texto hay: magia fantasia

Editado: 31.08.2021

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