Sin duda Zafiria al ver con sus propios ojos y meditar sobre lo que estaba frente a ella igualmente estaba asombrada, y procuraba estar cerca de Fadric, pero algo que le disgustó de las reglas de aquel mundo fue que no podían existir parejas, puesto que ya no era necesario, para la especie humana procrear porque ahora todos eran solo espiritu, pero ella se sintio triste, asi que ella pidio regresar junto a Fadric en otro ciclo, es decir, ambos pidieron a la luz primordial regresar al mundo con otro cuerpo pero con la promesa de que ambos se volverían a encontrar, así que ambos, sin memoria, pero con un leve recuerdo de su aventura juntos, volvieron a la tierra y vivieron como niños en diferentes familias, hasta que pasaron los años y el destino les hizo encontrarse de nuevo, habían nacido en la pequeña ciudad de Taneheim, una Aldea pequeña situada en las laderas de una montaña con un gran castillo construido en la cima, Zafiria, ahora llamada Brina, una hilandera que trabajaba arduamente en los talleres confeccionando lana y Fadric ahora llamado Heimdall, un guardia de el castillo que trabajaba sirviendo a su señor del feudo, se conocieron cuando éste fue al taller de telas para poder encargar ropa para sus padres enfermos, y se enamoraron con el tiempo, terminando casándose, sin sospechar que se conocían de otra vida, ambos sentían que se conocían de alguna parte desde el comienzo a volverse a reencontrar en aquella etapa de nuevo, es decir regresaron para un último ciclo en el mundo, solo que con diferentes nombres, naciendo en diferentes lugares y sin memorias previas de su anterior ciclo, solo con una leve noción, algo inexplicable que les atraía el uno al otro, y que desembocó en otra vida cíclica juntos en el mundo, viviendo en otro reino, situado en un lugar lleno de campo, y aldeas en donde los siervos de los feudos vivían de la cosecha de trigo y cebada, con enormes bosques y ríos donde abundaban los peces.