Lentamente amanecia,
se reunia mucha gente.
Todo el mundo alli decia:
"Este tipo está demente"
Nadie jamas habia visto,
al joven enamorado
con aspecto mas hermoso
como en ese dia espantoso
que para su mala suerte
era el dia de su muerte.
El veneno estaba listo
y el joven preparado:
Gabriel:
-"Escúchenme, por favor,
escuchen atentamente.
Esta dama, aquí presente
es la dueña de mi amor.
Hoy ella me pide una prueba
y la cumpliré cuando beba
de esta copa, el vino de muerte.
¿Y qué será de mi suerte
si miento, mi amada Raquel?
¡Seguro estoy que te quiero!
Y que mi amor por ti es fiel
Y mil veces morirme prefiero
Si a mi lado no te puedo tener".
La princesa le escuchó
Pero nada respondió.
-"Hasta luego, amada mía".-
Dijo el principe, sonriendo.
Mientras poco a poco bebia
lentamente fue muriendo.
¿Volvería a vivir?
Nadie lo sabia
Hasta llegar al medio dia.
Impacientes esperaron
hasta que las horas pasaron.
-Es tiempo, llegó la hora-
la princesa comentó-
Voy a comprobar ahora
si me amaba o no me amó.
-Te... Te qu... Te...
La princesa valbuceaba.
No salian esas palabras.
Lo intentó de nuevo-
Te quiero
Y si tu amor fue sincero,
en este momento... ¡Despierta!
El principe no se movía,
su cuerpo sin vida aun yacía.
-¡Despierta!- repitió
pero nada sucedió.
LLorando corrió a su lado,
desde allí se puso a contemplar
lo que su orgullo habia logrado.
La gente miraba espantada,
en verdad la princesa le amó
pero la cruel, la vil, la malvada
Por orgullo le mató.
Todo el mudo allí lloraba
mas la reina no lloró.
A su hija contemplaba
y hasta un poco le sonrió.
-"No quiero seguir viviendo
si a mi lado no te puedo tener,
porue ahora te estoy queriendo
y no sé cómo dejarlo de hacer.
Yo me enamoré de ti
y aun te sigo amando
Mas por orgullo hoy te perdí
Y ahora lo estoy lamentando"-
Decia Raquel llorando.
Al decir todo eso
al cuerpo inmóvil se acercó.
En los labios le dió un beso
y tiernamente le abrazó.
Entonces la joven
amargamente lloró.
La Reina:
-" Yo creo que ya entendió,
Ya despierta, es suficiente"-
Entonces la reina sonrió