Cercano al monte del Origen, las naves de Joseph descendían hasta poder aterrizar a las faldas de aquella imponente montaña; dos de aquellas descargaban sus soldados para adecuar el área y asegurarse de que ningún enemigo estuviese cerca, mientras la nave que transportaba a Joseph y Adam permanecía sin abrir sus compuertas; adentro, Adam se ponía el traje que Joseph le había entregado para los soportar las inclemencias del clima y protegerse, se trataba de una aleación especial de tela y material plastificado, por encima tendría sujeciones adaptables de metal, las cuales permitían que el propio Adam añadiese partes de su armadura convencional con la insignia de los Rider remarcada en su pecho con el metal realzado.
—Tus hombres deben haber sido masacrados ya, Fallcie. —Decía el joven Joseph mientras observaba al anciano vestirse sin ninguna expresión en el rostro.
—La victoria requiere de sacrificios. —Tras responder eso, Adam se puso de pie y camino a la compuerta para descender y preparar nuevamente un plan.
—Perdemos tiempo, mi hermana esta cautiva por esos imbéciles, si tus planes solo nos llevan a esperar a que algo pase, tendré que actuar yo.
—Adelante. Enfréntate tú a esas cosas, con tu poder militar deberías acabar con ellos fácilmente, ¿no? —Adam miraba de reojo al chico, quien daba 2 furiosos pasos al frente y al tomarle del hombro le volteaba para agarrar el leve trozo de tela que sobresalía del cuello en su armadura y atraerlo hacia el con rudeza.
—Escucha, anciano, no tengo toda la vida para esperar. Si de verdad te importa tu maldito reino o tu hijo, debes pensar en un plan que funcione ahora.
Adam le aparta empujándole con algo de fuerza y los soldados que se encontraban alrededor observando la escena alistaron sus armas apuntando a Adam, el grupo de escoltas de Adam, parte de su ejército original desenvainaba sus espadas al instante y el anciano simplemente levanto las manos sonriendo con arrogancia.
—Insisto, Joseph, deberías pelear contra ellos, hazlo. ¿Por qué tratas de escuchar mis consejos si no te sirven para nada?
El joven Hitley le observaba con furia, pero guardaba silencio, tras un instante, hizo una seña con la cabeza para que sus hombres bajaran las armas, Adam también bajo sus manos tras ello y sus escoltas volvieron a guardar sus espadas.
—Eso pensé… —Concluyó el anciano mientras la compuerta tras él, finalmente se abría y bajaba de la nave para reunirse con más de los hombres de Joseph y algunos otros soldados norteños que eran transportados en las naves como refuerzo para las batallas.
De forma paralela y en el antiguo castillo de Galardan, Malledus recibía la visita de Einar, el líder de los invasores acompañado por 4 soldados de su raza escoltándole fuertemente armados. Al llegar ante Malledus, Einar inclinó un poco el rostro en señal de respeto hacia el monarca, quien sorprendido se levanto y le observo por un momento antes de hablar.
—¿A qué debo el honor de recibir una visita de los mismísimos dioses?
—Rey Malledus, hemos cumplido nuestra promesa y ahora todo sobre la tierra te pertenece. Queremos algo a cambio.
Malledus tragó saliva pensando en lo que aquellos seres podrían querer, ahora que le llamaban rey.
—¿Qué es lo que desean?
—Viviremos en tus tierras, defenderemos tu mandato, pero no nos someteremos ante nadie… Los que ahora me acompañan y aquellos que te dieron la victoria, acabarán contigo si en algún momento amenazas a mi pueblo.
—Ustedes quienes trajeron el orden y la justicia al mundo… ¿Realmente desean vivir en una tierra de pecadores?
—Eres sabio, rey… Tenemos nuestros motivos, algún día los sabrás en su totalidad. Pero ahora, accede a nuestras peticiones y la paz que todos anhelan, empezará después de toda esta tormenta.
El hombre volvió a sentarse en su trono asintiendo, agachó levemente la cabeza y se frotó la frente un poco, por su parte, Einar afirmo con su cabeza y dio media vuelta para retirarse, en ese entonces fue detenido por Malledus.
—¿Qué harán con Rider y los suyos?
Einar le miró de reojo y volteó nuevamente para mirarlo de frente.
—Jamás tendrás el respeto de los civiles como nuevo monarca si lo matan, si quieres mi consejo, déjale vivir e intenta que comprenda su nueva realidad, intenta que asimile que no es más un rey y su pueblo agradecerá que no les lanzaste su cabeza.
—Es lo más estúpido que he escuchado nunca. Si le dejo vivir, tarde o temprano reunirá hombres fieles a su causa y nos atacará.
—Y si lo matas su pueblo lo hará.
—Tráiganme a Rider, no me importa que hagan con el resto.
Haciendo una mueca de molestia, Einar volvió a voltearse para caminar a la salida del lugar vociferando unas palabras antes de cruzar la salida.
—Como ordene, majestad…
Tras escuchar aquello, Malledus soltó un suspiro profundo y recostó la espalda en el trono mientras Einar y los suyos finalmente salían del sitio.
—¿Qué es lo que haremos ahora Einar? —Pronunciaba uno de los soldados que acompañaba al líder de los invasores justo tras salir de la sala de aquel castillo y acortar pasos sobre el pasillo que daba a la salida de la edificación.
Editado: 30.03.2021