La Casa De Alex

Capítulo 17: Sorprendidos.

Los dos se dirigían a casa de Allison, no tan cómodos... en realidad. Alex parecía, ahora sí, nervioso junto a ella. Después del beso quedó bastante tímido e igual Allison, que parecía no saber qué decir ni qué hacer.

De lo nerviosa que estaba la rizada comenzó a reír de repente haciendo que Alex voltease a él para mirarlo algo confundido y divertido.

—Dime cuál es el chiste.

—La verdad es que no lo sé pero... se nota lo nervioso que estás —le dijo con una sonrisa divertida.

Alex alzó las cejas y paró a medio camino.

—¿Yo? ¿Nervioso? Claro que no. Tú estás nerviosa, es obvio, mírate —dijo—. No dejas de entrelazar tus manos. Te conozco. Siempre lo haces cada vez que te colocas nerviosa.

—Y tú... tú sueles morderte el labio inferior al estar tan nervioso —le dijo y se acercó a él—. No sabes para dónde dirigir la mirada, y miras al suelo en busca de alguna salida pero no tienes ninguna porque estás nervioso cuando estoy junto a ti.

—No es cierto —negó con la cabeza mientras miraba sus ojos.

—Claro que es cierto -se acercó aún más quedando a centímetros de sus labios.

Se quedaron mirando fijamente. ¿Quién acortará esos pocos centímetros que quedaban?

Le gustaba mucho Allison. De verdad. Hasta un punto que le llegaba a gustar.

Alex acortó esos pocos centímetros que quedaban para sorpresa de ella. De todas maneras, Allison correspondió al beso.

Se separó de él para volver a darle pequeños besos repetidas veces.

Y una vez que se separaron por completo Allison miró a Alex a los ojos, y le dijo:

—Me gusta esto.

Y Alex enrojeció, y bajó el rostro sin saber qué decir.

Frente a él estaba Allison, quien pasó mitad de su vida burlándose de él por su casa. Y ahora estaba allí, y lo había besado.

Allison estaba apunto de acercarse al castaño para darle un gran y fuerte abrazo tanto como le gustaba pero una voz interrumpió tal escena.

—No te emociones Alex. Ella lo hace por lástima.

Allison y Alex voltearon a aquél par de amigos.

Kayla se encontraba, al parecer, molesta y Matt aún más.

—¿No, Alli? ¿Por qué lo besaste? ¿Estás demente?

Alex miró a Alvlison.

¿Lástima?

Odiaba esa palabra.

v——Siempre has dicho que le tenías lástima, y si algún día fueras amiga de él que sería verdaderamente por lástima porque es lo que le tienes. Solamente lástima.

No quería escuchar.

Matt se acercó a la rizada muy molesto, y le dijo:

—¿O te olvidas cuándo me besabas a mí?

—¿Puedes cerrar la boca, Matt? —le dijo Allison comenzando a molestarse.

—¡¿Cómo es que de un día para el otro sólo te gusta él?! Pensé que te gustaba. ¡Qué yo realmente te gustaba a ti!

Allison se sobresaltó por los gritos que Matt estaba dando y tomó a Alex de la muñeca sin darse cuenta haciendo que éste la mirase.

—¿Qué tienes para responderme?

—Nada, Matt habló ella—. Pensé que eras realmente mi mejor amigo, y que me apoyarías.

—¿Apoyarte? ¿En esto? ¿En estar con él? —señaló a Alex—. No... no... definitivamente, no. Primero te burlas de él, y lueg-

—¡Me equivoqué! —le exclamó Allison—. ¡Sólo por seguirte a ti, he hecho lo que hice! Siempre viví con esa culpa de haberme alejado de Alex. Siempre supe que había cometido el gran error de mi vida. Que alejarme de él fue lo peor que había hecho —le dijo—. Así que cierra la maldita boca.

—Eres una-

—Todo lo que quieras. Pero pensé que eras mi mejor amigo, y pensé que me apoyarías y confié en ti, Matt.

—Sabías que me gustabas —dijo—. Sabías que había algo entre nosotr-

Un sollozo se escuchó de pronto.

Y no era Alex. Ni Allison, ni siquiera Matt.

Era Kayla, y Matt volteó a mirarla. Tenía sus ojos rojos, y parecía tan molesta.

—¿Kay? ¿Qué pas-?

—¡Cállate! —le exclamó enojada—. ¿Piensas qué eres el único que le rompieron el corazón? ¿Eres inútil? ¿No te das cuenta?

Y Alex pareció ser el primero en entender todo.

—Está enamorada de ti —musitó el castaño, y Matt volteó a mirarlo.

—¿Qué?

v—Está enamorada de ti. Sólo mírala —dijo él—. Está enamorada de ti.

—No es verdad —dijo Matt—. ¿No, Kay? —la miró.

Y ésta respiró hondo, y respondió:

—Púdrete, Matt. ¡Eres un tonto! —le exclamó llorando.

—¿Kayla es verdad, cierto? —le preguntó Allison, y se acercó a ella para tomar sus manos—. ¿Qué te sucede?

Kayla no parecía tan mala después de todo, él era de la misma altura de Allison, con cabello negro y unos ojos tan azules que resaltaban demasiado. Y en realidad seguía los pasos de Matt todo el tiempo.

—Sí... Sí. Estoy... estoy... me gustas, Matt. ¿De acuerdo? Pero lo único que te importa es tener dinero y a la mismísima Allison a tus pies —le dijo—. Pero no puedes, ¿de acuerdo? Sabías cuánto Allison le gustaba Alex, e hiciste que se alejara de él por completo... Pedazo de imbécil.

Matt miró a Kayla un poco desconcertado, y al aparecer algo conmovido.

—¿Bromeas?

—¡Claro que no bromeo! —exclamó—. Por favor, no sé qué tienes. Me voy —volteó para comenzar a caminar.

—¡Kay! —llamó Allison—. Ven aquí. ¡Hablemos!

—Está realmente mal -le dijo Alex a Allison—. Tienen que hacer algo, quiero decir, es su amiga.

—No... —dijo ella—. Matt, tú ve a hacer algo.

—¿Por qué yo?

—Porque está enamorada de ti —dijo ella en un tono enojado.

—De acuerdo. Pero nosotros... hablaremos luego —dijo—. Tenemos cosas qu-

—Matt —dijo Alex mirándolo ahora—. No insistas.

Matt frunció el ceño.

No dijo nada, sólo volteó y comenzó a caminar lejos de allí.

Al final Alex y Allison se dirigieron de una vez por todas a la casa de la rizada.

—Jamás pensé que Kayla estaría enamorada de Matt —dijo ella entrando a su casa—. Quiero decir, nunca. Jamás en la vida.



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En el texto hay: romance, amor, tristeza amor

Editado: 06.10.2023

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