La casa del zodiaco

01:Gatos en adopción

Narra Tauro.
 


Me despierto con una maldita hambre del demonio.

Menos mal anoche escondí en el fondo del refrigerador una rebanada de pastel de zanahoria.

Me pongo algo de ropa rápido y salgo de mi habitación. Bajo las escaleras para entrar a la cocina, pero me quedo parado en medio de ésta cuando veo a Cáncer devorado la rebanada de pastel que le gane anoche a Escorpio jugando jenga.

—Ese...es mi pastel—lo señalo.

—¿Era tuyo?—pregunta sorprendido y estira el plato con migajas hacia mi—. ¡Ten, lo siento no sabía!

—Está bien—sonrío—. No hay problema.

Estás en mi lista negra.

—Tu mirada dice lo contrario—dice Cáncer haciendo un gesto de incomodidad.

Antes de que pueda decir algo entran Géminis y Sagitario. Son novios o algo así, no sé, siempre andan juntos y son un desastre.

—¿Hay pastel de tres leches aún? ¡Quiero pastel!—grita Géminis mientras camina al refrigerador.

Entra Capricornio al parecer listo para ir al trabajo, su vestimenta es impecable, como siempre. Él se acerca al refrigerador haciendo a un lado a la pequeña Géminis quién lo mira mal.

—Deberías desayunar comida saludable, nada de dul-

—Si, si mami—dice Géminis interrumpiendo a Capricornio quién rueda los ojos.

—¿Géminis me puedes servir?—pregunta Sagitario ya sentado en el comedor.

—Nop—responde ella rápidamente.

—Eres tan linda—sonríe sarcástico.

—Lo sé, soy un amor—aparta la vista del refrigerador y le guiña el ojo.

Ella saca el pastel de tres leches del refrigerador y lo pone en la barra mientras Sagitario va por los platos y los cubiertos.

Me siento en la barra resignado a comer pastel de ese y Sagitario pone un plato frente a mi. Géminis nos sirve un pedazo y comenzamos a comer mientras Cáncer se termina mi pastel.

Escucho unos gritos de chica y enseguida esos gritos bajan hasta la sala.

—¡Te he dicho que no tomes mis cosas sin permiso, Piscis!—reconozco esa voz, Aries.

—Tranquila mujer—habla ahora la relajada voz de Piscis—, es que tu gusto en perfumes es muy bueno.

—¿Lo crees así?—ella parece alagada.

—Claro, tienes gustos exquisitos.

—Lo sé, bueno, solo por está vez te lo paso, pero si quieres usar mis cosas de nuevo pídelas primero, ¿de acuerdo?

—Claro que si, lo lamento mucho, no pasará de nuevo.

No lo lamenta y claro que volverá a pasar.

—¡Ya Sagitario!—chilla Géminis entre risas.

Regreso la vista y veo que Sagitario juega con el betún del pastel haciendo figuritas mientras Géminis ríe.

—Qué desagradable eres—se queja Capricornio viéndolos asqueado.

Sagitario y Géminis lo miran mal.

—Más desagradable es tener que ver tu cara todos las mañanas—salta Géminis a defender a Sagitario, siempre lo hace.

—Eres una mocosa tonta y testaruda— gruñe.

—¡Tu eres aburrido y morirás sólo porque que ningún gato querrá estar contigo!

—¡Ya basta ustedes dos!—grito ya harto—. Quiero desayunar en silencio.

—Viven doce personas en esta casa— sonríe burlón Cáncer—. Eso jamás sucederá.

— ¡La cabra comenzó!—Géminis lo señala.

—Tranquila Gem, es que se preocupa por ti—suspira Sagitario—. Puedo oler el amor.

—¿Amor?— Capricornio ríe amargo—. Jamás sentiría amor por ella.

—¡Púdrete cabra loca!—grita Géminis enseñándole el dedo de en medio.

—Que madura, niña.

Géminis parece echar humo y sale furiosa de la cocina con Sagitario detrás de ella.

Capricornio suelta una risita, saca del refrigerador un jugo de naranja y se sienta con Cáncer y conmigo en la barra.

—¿Trabajas hoy?—le pregunta Cáncer a Capricornio.

— Si, trabajo horas extra.

—¡TAURO!—reconozco esa voz al instante.

—Libra—le sonrío.

Ella se recarga en la barra y sonríe.

—Hola chicos—saluda a los demás—. ¿Cómo me veo?

—Muy linda— dice Cáncer levantando su pulgar.

—Yo te veo igual que siempre— Capricornio habla dándole un sorbo a su jugo.

—Siempre tan amable Capri— Libra hace un gesto.

—¿Vas a algún lado?—le pregunto al verla con ropas para salir.

—Venía a invitarlos a no sé, un parque, la plaza, al centro a dónde quieran. Nos queda un mes de vacaciones y no hemos echo nada—hace un puchero.

Yo y Cáncer intercambiamos miradas.

—Claro, ¿porqué no vamos por un helado con Don Casiano?—propone Cáncer.

—Yo estoy de acuerdo con lo que sea—me encojo de hombros.

—¡Si! ¡Me encantan los helados de ese lugar!—ella da un pequeño salto.

—¿Alguien dijo helado?—aparece Sagitario entrando a la cocina de nuevo—. ¡Quiero ir!

—Si, claro que puedes venir—ríe Libra.

—¿En serio?—sonríe en grande—. ¡Géminis! ¡Ponte un sostén que vamos a ir al parque por un helado de Don Casiano!—grita el chico recargado en la puerta de la cocina.

Okey... mucha información.

—¡No tienes que gritar que no traigo sostén, imbécil!... ¡Yei, helado!— entra ella arrastrando a Piscis del brazo.
 


 

—Yo también quiero ir—se apunta Piscis. 
 


—¿Tu no quieres ir Capri...¿A dónde se fue?—volteamos a todos lados y ya no hay rastros de Capricornio.

—¡Vamos!—aparece Escorpio de la nada aún en pijama y despeinado.

—¡Genial! ¡Parece que la pasaremos bien hoy!—chilla Libra.

—Si—forzo una sonrisa.

Mientras estén Géminis y Sagitario algo va a salir mal.

Lo puedo presentir, no no no, puedo asegurarlo.

[En el parque]

—¡Un Bocho amarillo!—Sagitario golpea a Escorpio en el brazo.

—¡Auch! ¡¿Cómo te atreves?!—gruñe Escorpio y se echa encima de Sagitario.

—¡Ya basta!—grita Géminis agarrando a Sagitario y Cáncer a Escorpio.

—¡Oh un gatito!—dice Piscis corriendo detrás del gato.

—Es... un lindo día ¿no?—rompo el hielo entre Libra y yo.

Nunca hemos estado solos nosotros dos.

—Si... ¿Quieres ir por una salchicha?



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En el texto hay: comedia, zodiaco, humor y amistad

Editado: 13.07.2019

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