Caminé durante bastante tiempo necesitaba un lugar donde refugiarme y también un lugar donde abrir este cofre, vi que debajo de unos árboles había una sombra y me senté mientras indagaba:
-- ¿Cómo abrir este estúpido cofre? – me pregunte
-- Yo te puedo ayudar –escuche una voz de una dama
-- ¿Quién eres? ¿Cómo me puedes ayudar? – Dije entre dientes
-- Soy Alex, es un placer volver a vernos Paula, pues ese cofre tiene el secreto de Klaus ¿cierto?, viví antes con él cerca de dos años y vi como abría ese cofre, es fácil, cuando sabes cómo hacerlo – mire alrededor pero no me encontraba con nadie, solo las aves y los animales que estaban a lo lejos – Coloca el cofre en el suelo y lo abriré para ti, solamente con una condición-
Ya sabía quién me estaba hablando aunque realmente era confuso que una lechuza me hablara pero más confuso aún era que esa misma lechuza era la que había estado cuando Lignus había intentado… bueno cuando Lignus había hecho eso -- ¿Cuál condición Alex? – le mire mientras analizaba cada parte de su cuerpo.
-- ¿Dejarás qué permanezca para siempre a tu lado? No huiras y me dejaras botada como lo hiciste la última vez ¿verdad? – Me miro mientras seguía extrañada en la forma en que se movía su pico
Pensé un momento – Sí, Alex siempre permanecerás a mi lado, te lo prometo –
-- Bueno, ahora suelta el cofre – lo coloque en el suelo tratando que quedara cerca de ella – No te alejes quédate cerca del cofre – me dijo mientras volaba y se posaba en el árbol, ella quedando muy alejada del cofre, me acerque mientras observaba dicho objeto a solo unos milímetros de mi-
“No, no me olvides
No, no te alejes
En mis sueños y en mi pesares
En mis noches y en mis lunas
Mientras la luz, no se apague
Mientras el agua, no me hunda
Mientras tú, permanezcas
Junto a mí, bajo esta lluvia
Aunque el cielo se torne rojo
Aunque mi amor te confunda
Aunque en la lucha desvanezca
Viviré en la penumbra
Sabiendo que aun te amo
Sabiendo que mi alma es tuya
Sabiendo que en el futuro
Tu beso apagara mis furias
Mis iras y mis demonios
Morirán por ti en ese día
Los mares apaciguaran la tarde
Donde encontrare al mirarte
La luz sobre los días
Donde al morir, exhalare un suspiro
Por tu amor en reconquista
Porque en tu regazo moriré
Y renacerá en ti mi vida
Porque en mi último suspiro
Tú quedarás prendida
En ese último beso
En él que yo
Moriré de dicha en vida”
Cantó esa canción y me resulto tan familiar, como si la conociera desde hace tiempo, luego vi como el cofre se abría lentamente mientras Alex cantaba, con una voz tan dulce, que por un momento sentí que quería llorar; esa canción me recordaba a Sullivan, no sé porque, pero me lo recordaba a él sentía como si él la estuviera cantando y fuera solamente para mí, para nadie más, odie pensar en él por ese momento, yo tarareaba la canción como si la reconociera en mi mente.
- Listo Paula allí está el cofre abierto, ahora busca lo que querías – voló hacia donde yo estaba y se posó en mi hombro
Observe con curiosidad lo que había allí adentro, unas cartas unas encima de otras amarradas por un lazo, una gema dorada, un anillo muy sencillo pero hermoso y allí había una cajita muy pequeña pero se necesitaba una llave para abrirla – ¡¡Qué bien!! – dije en tono sarcástico mientras exhalé un suspiro - ¿Cómo abro esta cajita Alex?—revisaba por todos lados y antes que contestara Alex; recordé la llave que tenía Sullivan en el cuello, no podía ser esa la llave que abriera el cofre, era imposible, observe a Alex esperando su respuesta
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Editado: 29.03.2019