La Chica de las lágrimas azules

Capítulo seis: Catarsis

Gray

La respuesta es efímero. La pregunta era sobre nuestra historia.

Catarsis

"La catarsis emocional es inevitable que suceda cuando hemos estado aguantando más de lo que podemos soportar, no sabes ni por qué ni cómo de repente  explotas: sientes tristeza, o enfado... En esta las emociones se manifiestan de forma muy intensa y descontrolada, después de haber sido largamente reprimidas... es un proceso liberador y revelador por el reconocimiento de estas y del malestar que las causa".

Todavía estoy en el proceso de conocerme. Soy muchas cosas y dependiendo de las circunstancias ninguna de ellas. Me defino como alguien que sueña más de lo que piensa, aunque muchas veces me hundo voluntariamente con el peso de mi realidad. Aún me pierdo por las calles de mi vida recorriendo antiguos callejones donde abundan los recuerdos, recuerdos que me hacen daño pero que me gusta revivirlos. Prefiero vendarme los ojos en vez de las heridas, tal vez por miedo a ver como sangran y tener que alejarme contra mi propia voluntad de quién las ha causado o puede que también por pura necedad. 

Vivo en un constante vacío emocional que hace tanto tiempo que se ha instalado en mi alma que ya forma parte de mí. Intento escapar de una jaula que he construido con mis propias manos y volar lejos de todo lo que está dentro de ésta y me hace daño. Me gusta convencerme de que puedo contra mis demonios, aún sabiendo que ellos son más fuertes, pero nunca dejo de intentarlo por si algún día ocurre el milagro de que consiga vencerles y la felicidad llegue por fin a mi vida...

Cada noche al acostarme me pregunto si tú también piensas en mí antes de dormir, si me echas de menos y si alguna vez te pasa por la cabeza, aunque sea de manera fugaz, la idea de estar conmigo otra vez. 

¿Amor? Es una linda palabra a quien se le habrá ocurrido, pero esa palabra no toma significado a menos que esa persona lo demuestre, ese alguien que por más problemas que tengan, siempre volverá a tus brazos. Pero que hacemos cuando ese alguien no esta, cuando lo único que te queda de esa persona es una tenue y dulce despedida.

Enamorarse debe ser algún tipo de locura aceptada por la sociedad. Es que, nadie puede explicar la magnitud de estupideces y fantasías que creamos en ese estado.

Del lugar dónde vengo, existe esta muerte en vida que no me permite cerrar los ojos, por ahora en sintonía con esta expresión, ahora floto en este océano tan oscuro, que no hay abismo ni vacío, sino la infinidad de mi desesperación.

La ansiedad es muy hija de puta. A veces el problema es del tamaño de una hormiga y la ansiedad lo transforma en un monstruo de tres cabezas. Te hace dudar de ti mismo, de tus capacidades, a veces, incluso de tus sueños. Te hace tropezar con tus propios pensamientos y creer que el dolor y la pena te van a romper el corazón. Sientes como crece en tu pecho, cómo te ahoga y te devora de dentro hacia fuera. Te sientes incapaz de derrotarle, a veces, incluso de seguir adelante. Pero si nada dura para siempre, la ansiedad tampoco.

En resumen: la vida dolía menos cuando no entendía nada. 

Nunca confié mucho en eso de felices para siempre. Pero me hubiera gustado que contigo fuera diferente, que lo hubieras sido a mi lado.

Un día perdí a alguien, y no precisamente me refiero a la muerte sino más bien a su presencia, ese día me di cuenta que hay momentos y personas que son muy breves en nuestras vidas. Una vez me despedí de forma inesperada. Ni siquiera estaba segura de querer decir adiós, pero existen momentos en los que debes dar un salto de fe. 

El riesgo es... que puedes terminar en el vacío.

Y dime...

¿Quién puede tomar buenas decisiones con el corazón roto?

Ahora que me ha sacado de su vida por completo sólo puedo preguntarme todos los días en cómo era la vida antes de conocerla, antes de saber de ella, necesito recordar y saber como vivía sin reconocer su presencia, sin sentir su ausencia. Porque cada día solo puedo levantarme y pensar en si ella también ha soñado conmigo, o si es solo un intento en vano por convencerme, que muy en el fondo, ella tampoco dejó de amarme, a pesar de haberse alejado tanto.

No sabes el impacto que has tenido en la vida de las personas y en la mía. Incluso en la gente que tal vez ya ni siquiera recuerdas tú, porque en alguna parte de este inmenso mundo, ellos siguen recordándote a ti. Tal vez por un detalle, un perfume, una persona que se pareció a ti cruzándose por su camino, a través de una canción, de unos ojos, de un café, de algo que a ti te encante y a ellos les recuerde tu esencia. No tienes ni idea del impacto tan grande y maravilloso que puedes tener en las personas. Eres una luz que aunque se vaya, deja un camino de estrellas por dónde pasó.

Hoy creí verte, mi corazón se paró por completo un segundo, sentí como la sangre abandonaba mi cuerpo, mis manos sudaron, temblando, mi mirada se nubló. Todo por pensar que eras tú a quién tenía en frente. Pero no eras, por suerte, o mala suerte, no fuiste tú. Veremos si algún día la vida decide volvernos a cruzar solo para hablar de todo lo que ha sido ahora que ya no somos nada.

Con el corazón en la mano te recuerdo, porque marcaste el fondo de esta alma perdida que te encontraste en el camino, y aunque me hayas soltado en el momento menos pensado te agradezco porque me hiciste palpitar y estremecer, me hiciste renacer.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.