Capítulo diez: Darkness

Blue 

"La felicidad es una utopía, es inestabilidad, es caos, es efímero, es subjetiva, es momentánea. ¿De qué sirve ser feliz si la tristeza es eterna?"

Nunca olviden que la batalla se pierde cuando se deja de luchar...

No recomiendo que te encariñes de mi,
Soy una persona temporal
y pronto voy a partir de acá...

¿Quién soy realmente? ¿En qué me he convertido? ¿Soy una masa oscura de odio o una etérea brisa de amor? ¿Qué transmito de verdad? Por hacer el bien siento que soy un hazmerreír y por hacer el mal, que lastimo profundamente. Otra vez me invitaron a la fiesta donde la depresión es la anfitriona y yo soy su jodida piñata. Ya no sé quien soy ni para donde voy, no tengo fuerzas ni motivaciones, solo deambulo día a día sin destino final, como un alma perdida en el dolor y las lágrimas, donde la única constante es la tristeza que se ha llevado todo lo que solía ser.

Se estaba viendo a sí misma, en aquello en lo que se había convertido: en alguien que ocultaba cosas que le dolían, siempre fingiendo, guardándoselo todo, aguantando en silencio.  La oscuridad se está apoderando de mí, y para ser sincera, no estoy luchando contra ella.

Me desespera pensar que nadie sabe las noches tan pesadas y nostálgicas que paso día tras día sintiéndome triste por todo, llorando por los que ya no están aquí y las personas que quisiera tener en mi vida pero no tengo. Es inútil esconder lo que siento, es complicado de expresar... pero se siente como un dolor constante que no te deja dormir, ni descansar. Es tener siempre algo que hacer para olvidar que en realidad estas solo.

No sé que tengo pero sea lo que sea no se va. Es un sentimiento muy profundo que no se puede explicar. Es estar rodeado de personas pero sentirse vació en la soledad, es tener todo pero a la misma vez no tener nada. Lo que siento no desaparece por más que trate. Es levantarse en la mañana deseando desaparecer y acostarse con ganas de llorar. Mantenerse ocupado para no pensar en nada y evitar a toda costa estar solo una vez más.

Disculpen si desaparezco y no contesto mensajes o no doy señal de vida, si me ausento, si pareciera un grinch deprimido, pero a veces necesito darme tiempo, respirar, darme ánimos y creer de nuevo que las personas no vienen y van de mi vida. Al final, los sentimientos que tienes nunca serán lo suficientemente buenos para las demás personas, pero eso está bien, porque probablemente los deseos y anhelos de los demás no se comparan de ninguna manera a lo que tú darías por ellos.

Es triste ver cómo las personas simplemente no te ven, nunca se interesan en ti, siempre habrá alguien más perfecto para ellos, nunca cumples con los intereses de nadie, porque por alguna razón no le llamas la atención. Eres invisible, eres la persona que está ahí pero que a nadie le importa si estás o no, no eres nadie, eres fácil de olvidar y prefieren estar con otros a que estar contigo, puedes morirte y lo más seguro es que nadie irá a tu funeral, solo tu familia. Ylo más triste de todo esto, es que siempre estuve hablando de mí.

Quizás mi imaginación sea el único lugar donde la soledad y mi capacidad para arruinar las situaciones, crean un sin fin de sinergias que no afectan a nadie.

Excepto a mí.

Las personas hablan y dicen "estoy deprimido", "me siento deprimido", "tengo depresión" pero realmente están tristes, se sienten mal ustedes no tienen depresión. La depresión es más que sentirte mal es estar pensando todos los malditos días que has hecho mal, que demonios haces y porque no terminas con todo, es perderle el gusto a las cosas que amabas es ver todo aburrido y sin ganas, la depresión no es una cara triste hay personas que sufrimos en silencio, personas que callamos lo que sentimos que nos ahogamos en nuestros sentimientos, personas que nada más llegar a casa descargamos todo ese odio, rabia, rencor y enojo en nuestro cuerpo o en llanto, unas veces elegimos fumar, tomar o infligirnos dolor para ignorar ese sentimiento de culpa, de odio, tristeza, e impotencia... Ese sentimiento que nunca se va y aparece en cualquier momento a plena carcajada o a plena comida pero como es costumbre lo ocultamos hasta no poder más, hasta explotar y sacar todos esos sentimientos ocultos, una sonrisa no siempre es de felicidad.

Y así es esto, estás bien por un momento y de la nada todo se vuelve negro, te sientes cansada de nuevo y ya no quieres seguir intentándolo porque sabes que siempre será así, así de agotador, así de triste. Me encuentro pensando en por qué vivo y no culpo a ninguna enfermedad mental, solo creo que mi vida es realmente inválida. Siento que no quiero morir porque mi mente esté enferma, sino porque no tengo más razón para existir. Siento que he tocado fondo, ignorando que mi propio abismo no tiene final...

Siento tristeza al pensar en todos aquellos que se han suicidado o lo han intentado, desde el comienzo de la vida hasta la actualidad del tiempo, siento lástima por ellos y tristeza porque los entiendo. Buscamos la paz, no el sufrimiento, buscamos entender que la vida nunca será fácil y la muerte es la salida que nos libere de este insufrible dolor de la existencia. Te he dicho que ya no sentía miedo respecto a mí propia muerte, ni siquiera un prejuicio contra el suicidio. Pero sentía una inmensa consideración por la vida de los demás.