La chica que se creía caballero

Capítulo Final: Una verdad inesperada.

Terrenos de la planta de electricidad de Dublín

Diez días después de que lograran conectarse con el sistema de seguridad de la planta y una vez Nuh se encontrara en condiciones para la misión y Vera recuperara la edad con la que la conocieron, ambos se habían puesto manos a la obra para poder rescatar a Prizmo. Su primer desafío fue acercarse a los terrenos de la planta sin ser detectados mientras se movían por la ciudad; fue gracias a la sugerencia de Vera sobre utilizar las cloacas de la ciudad que esto no fue un mayor problema. Aunque la sociedad de Ragnar tenia varios de sus hombres y de la policía de las demás comunidades buscándolos, las cloacas era el lugar con menos guardias y fue fácil despistar a los pocos que había.

Entraron finalmente a la planta por el desagüe sur, cerca de donde se encontraba el reactor. Esta era la entrada de mayor amplitud y la única que no podía ser clausurada de las tres que se encontraban en la planta, pero al mismo tiempo seria la mas vigilada. Al llegar a la entrada se toparon con siete guardias con armas listos para disparar en cuanto ellos se asomarán, afortunadamente Leanne les había dado una nueva presentación del somnífero en forma de gas que lanzaron en medio de ellos y en poco tiempo todos los guardias quedaron completamente dormidos.

Al llegar por fin a la superficie el plan era ir recorriendo pegados a la pared hasta la zona oeste donde se encontraba el almacén donde tenían prisionero a Prizmo. Jacob tenía acceso a las imágenes de las cámaras y les advertía los momentos justos en los que la cámara no los enfocaba por los callejones y pasillos de la planta para que pudieran avanzar o cuando un guardia se acercaba a donde ellos se encontraban. Lamentablemente, ahora se enfrentaban a un nuevo desafío, un dóberman guardián se encontraba custodiando al otro lado de una reja de maya por la que tenían que atravesar para llegar a su destino. Ellos se encontraban a unos veinte metros de distancia y lo que los separaba era un camino entre edificios vigilado por una cámara de seguridad que viraba entre ángulos cada tres minutos. Esto significaba que ellos tenían solamente unos segundos para pasar entre los diferentes puntos de escondite, llegar a la reja, abrir el candado y encargarse del perro antes de que diera la alarma.

Jacob (desde el comunicador): Lamento mucho esto, el otro lado de la reja esta en punto ciego de la cámara y no pude prever que estarían utilizando perros en algunos puntos.

Nuh: No te preocupes por eso Jacob, ya eres de mucha ayuda manteniendo un ojo en las cámaras. Esto no es tu culpa y es solo un mal menor que tenemos que solucionar. La distancia es larga, pero creo que podríamos intentar utilizar uno de los dardos que Leanne nos dio para tratar de dormirlo y que no de la alarma.

Leanne (desde el comunicador): No se que tan buena idea pueda ser esa. La dosis está pensada para un humano adulto y si la utilizan con una criatura de menor peso puede ser dañino para ella.

Nuh: No podemos ni siquiera acercarnos sin que nos detecte y comience a ladrar para advertir a todos los guardias cercanos de nuestra presencia, se que es cruel, pero no tenemos más opción si queremos seguir adelante.

Vera: ¡¿que estás diciendo?!

Nuh, Leanne y Jacob: ¡Sh! No hagas ruido.  

Vera: No permitiré que le hagas eso a un pobre cachorrito, él no tiene la culpa de lo que sus crueles amos están haciendo.

Nuh: Entiende que no tenemos alternativa, este es el único camino seguro para llegar a donde Prizmo se encuentra.

Vera: Siempre hay una alternativa.

Nuh: ¿A si? Pues te escucho, ¿Cuál es esa alternativa que mencionas?

Vera: Tu solo déjamelo a mí. Jacob, indícame los momentos en los que la cámara no este enfocando el camino y adviérteme unos segundos antes de que vuelva a prestar atención al camino.

Jacob (desde el comunicador): ¿Para qué quieres saber eso? ¿Qué es lo que tienes planeado?

Vera: Tu solo hazlo y no preguntes.

Nuh: Te recomiendo que no intentes discutir con ella, no te escuchara y solo hará lo que le venga en gana.

Jacob: Como gusten, solo no se metan en problemas. El próximo cambio de ángulo de la cámara es tres… dos… uno… ¡ahora!

Tras escuchar la indicación de Jacob, Vera se lanzo corriendo hacia el camino y cuando la cámara estuvo a punto de regresar a enfocarla ella se ocultó detrás de uno de los contenedores que se encontraban a lo largo del camino. El perro guardián escucho los pasos de Vera y se puso en alerta a punto de dar alarma, cuando Vera hizo señas para que se detuviera y comenzó a entonar una melodía para calmarlo. La melodía parecía funcionar ya que el dóberman no comenzó a ladrar y solo se mantuvo en guardia viendo fijamente a Vera.

Nuh: ¡Brizna! – lanzando una maldición ahogada por lo imprudente que Vera había sido – ¿Qué se supone que estas haciendo? El perro pudo habernos expuesto ante todos los guardias de la cercanía y la misión de recuperación habría fallado.




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