La Ciudad Purificadora

Prólogo

Aarón Sanders

2046

Andrea y yo estamos cerca de la ciudad donde están sus padres. La he conocido mejor mientras viajábamos de Virginia, o lo que queda de esta, a una ciudad al sur de México donde viven los padres de Andrea. Por lo que Andrea me contó, sus padres se mudaron a México y Andrea decidió quedarse en la ciudad porque quería conservar su trabajo en su cafetería favorita en donde fue la primera empleada. Hemos durado tres meses en recorrer las ruinas que no muestran en donde estamos exactamente. Según Andrea, la ciudad está rodeada por un bosque espeso y está cerca de un acantilado, pero no creo que podamos encontrarlo por la poca flora que ha surgido después de las bombas, la radioactividad ya ha bajado y es muy probable que yo y Andrea seamos inmunes a la radiación por nuestra nueva condición, algo en lo que nos ha ayudado en aguantar los enormes problemas a los que nos hemos enfrentado en el camino.

En cuanto a nuestros poderes, los poderes de Andrea se han fortalecido y mis poderes han aumentado sin control. Me siento muy poderoso cada vez y he desarrollado más poderes que no quiero utilizarlos, no quiero dañar a nadie porque sé que podría ser igual de destructible como aquellas bombas que destruyeron. Mis poderes parecen salidos de algún videojuego cuyo nombre no recuerdo, pero no debo mostrarlos a no ser que sea necesario, y eso solo pasará cuando la empresa RedCell vuelva a atacarme. Aún no sé por qué me están atacando, no los he atacado y no represento una amenaza para ellos que yo sepa.

— Estamos cerca— dice Andrea señalando a un sendero casi invisible—. Reconozco ese sendero, mi madre y yo lo recorrimos la primera vez que fuimos a este lugar y llegamos gracias a este sendero.

— ¿Estás segura? — le digo porque no puedo distinguir bien el sendero enterrado por la tierra que se ha regado por las explosiones—. Solo hay tierra y no hay ninguna señal de una ciudad.

— Estoy muy segura, Aarón— dice sin dejar de seguir el sendero que solo ella distingue—. El lugar está muy oculto y mis padres me enseñaron a distinguirlo por si volvía a visitar su nueva casa.

Solo asiento con la cabeza y seguimos con el recorrido, cada vez que avanzamos hay más flora y hay más árboles en una sola pieza. Andrea está en lo correcto y a lo lejos veo un imponente domo que está casi intacto y solo tiene unos cuantos daños en la parte de arriba, lo que pudieron ser provocados por las bombas. Aunque los cinco minutos antes de esa horrible explosión fueron los más largos de mi vida, solo pude leer en mi oficina de periodismo que utilicé como refugio que un montón de bombas iban a estallar por la zona norte de América, lo que significaba que Canadá, Estados Unidos y México iban a ser purgados de cierta manera por ser los países con más undersons, pero aún no sé si el resto del continente están pasando por una situación similar a la nuestra, incluido desarrollar poderes raros.

Por fin nos encontramos con un bosque, algo que no he viste en nuestra gran travesía cuando me desperté en los escombros de mi refugio. Es un lugar muy húmedo y alcanzo a distinguirá algunos animales como un venado tomando de un pequeño estanque y unos conejos escondidos en los árboles, incluso aparece una ardilla de color gris al frente de nosotros y ambos no podemos evitar acariciar a la ardilla, no nos hemos podido tomar algunos lujos desde que inicio la infección de undersons tomó mucha fuerza a la semana de ser liberados por la empresa que me atacó deliberadamente. La ardilla corre cuando ambos la acariciamos y al estar en un lugar que no parece un desierto o un terreno de pruebas nucleares puedo distinguir el sendero que nos llevará al lugar seguro. Estamos muy cerca del domo y a lo lejos puedo ver una especie de entrada hecha de piedra y materiales similares a esta, formando un arco perfecto que combina con sus puertas metálicas de color blanco. Avanzamos cada vez más rápido al ver que ya no falta nada, nuestros cinco meses de recorrido ya valen la pena, estamos muy cerca y no paramos sin importar que estamos muy cansados y nos quedan pocas provisiones.

El bosque termina y nos encontramos con un enorme puente que da a aquella puerta, creo que el domo se está hundiendo por alguna razón y tal vez en unos años esté totalmente hundida, pero ojalá no pase mientras esté viviendo ahí. No parece haber nadie cerca del lugar o alguien que lo esté vigilando, así que tendremos que esperar a que alguien abra las puertas, lo que no es muy seguro sin importar que en esta parte del territorio no hay ningún signo de undersons por ahí.

— ¿Y ahora qué? — le pregunto a Andrea al ver que necesitamos hacer una señal o algo para que nos permitan el acceso.

Andrea saca su celular y manda un mensaje, algo que no creía posible porque la red se había caído en la misma semana que los undersons causaron un enorme desastre. Ni siquiera intento adivinar que intenta hacer con su celular, en eso abren las grandes puertas del domo.

Dos hombres altos de una piel morena con ropa celeste nos abren las puertas y nos analizan por unos segundos para ver si es seguro dejarnos pasar y si cumplimos los requerimientos necesarios, pero decido evitar hablar sobre mis nuevas habilidades para que no me vean como uno de los malos. De una mesa que está detrás del arco de piedra sacan dos formularios para que los completemos. Los formularios tienen preguntas sobre nuestro lugar de origen, que hicimos durante la era de los undersons. En ningún momento se menciona nuestras habilidades o poderes, lo que seguramente sucede porque en el domo no cayó ninguna bomba con material radioactivo o no hay muchos sobrevivientes al punto de aceptar a cualquiera. Tardo unos diez minutos en contestarla mayor parte del formulario, aunque las preguntas en español son difíciles de contestar porque mi nivel de español no es bueno y jamás pensé que en la situación en la que estamos debería aprenderlo, debo preguntarle a Andrea que significan esas cinco preguntas para poder completar el cuestionario. Termino el formulario sabiendo que dicen esas preguntas y se lo entrego al guardia más cerca de mí para que lo inspeccione. El guardia del otro lado termina de inspeccionar su formulario y le entrega un brazalete blanco, pero ella decide esperarse hasta que me dejen pasar. Después de unos cuantos minutos me entregan en brazalete azul y un guardia me avisa que tendré que ir a cursos de lenguaje para poder comunicarme mejor con los ciudadanos del domo y a ambos nos entregan ropa nueva de color blanco hecha de un material similar al algodón. Nos cambiamos en habitaciones separadas y esos mismos guardias nos guían hasta el centro de la ciudad.



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En el texto hay: poder, armas biologicas, viaje del heroe

Editado: 08.10.2022

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