INTRODUCCIÓN

Me encontraba a mi misma llorando en una esquina de mi cuarto, mi cabeza repleta de dudas, miedos e incertidumbre se preguntaba si la vida era justa con lo que nos daba y si valía la pena luchar por lo que tanto amamos. Nunca pensé que desear entender que es el amor, podría llegar a doler tanto. Y es que estaba tan cansada de escuchar como todos hablaban y gastan en él que realmente mi mente se inundaba de dudas, entre miedo e incertidumbre buscaba respuesta a todas aquellas preguntas que inundaban mi cabeza. Acosando a mi madre por cada espacio de la casa, realizando siempre la misma pregunta, ¿Acaso hay algo mal en mí? ¿De verdad soy tan fea o tan gorda como para que nadie se fije en mí? ¿Acaso no soy interesante?, con la tonta creencia de que el amor era amar al género opuesto. Solo tenía 13 años y mi mente se inundaba de dudas, yo solo era una adolescente que buscaba respuestas, pero me daba tanto miedo lo que pensaran de mí, que nunca me fue creíble el pensar que quizás ya sabía que era el amor, pero no lo reconocía, quizás ya sabía que era sentirse amada y tampoco lo entendía, así que sin más preámbulos mi búsqueda apenas empezaba.