La cosa del más allá

El señor de los lobos

Documento hallado en un viejo baúl en un castillo abandonado, firmado por "la serpiente".

Era conocido como el señor de los lobos.

Baphomet.

El sexto demonio más poderoso, ubicado en poder solo por debajo de su amo.

La criatura había nacido del cadáver de quien fue el mejor amigo de Bell Rith, cuando esté lo intento resucitar. Aquel chico que murió en manos del que después adquiero el nombre de un mal de otro mundo: Lucifer.

De él se dicen muchas cosas; que era un monstruo vestido con un hábito negro y andrajoso, cuyo rostro siempre estaba cubierto por una capucha; que poseía tentáculos negros con garras en sus puntas, con los cuales empalaba a sus víctimas y los que también usaba para robar la sangre de los desafortunados; también existía la leyenda de que podía hipnotiza con sus ojos amarillos a todo aquel que viera. Incluso algunos decían que era un ser inmortal al que no se podía derrotar por ningún medio.

Eso ultimo bien podría ser cierto.

Fuesen o no verdaderas estas historias, la realidad era que su mayor fortaleza provenía de una habilidad increíble, con la cual diezmo a las razas durante la antigua guerra. Incluso se llegó a rumorear que la traición de los dragones, la caída del árbol madre de los elfos y la posterior desaparición de esa raza fue a causa de él.

Si Lilith podía convertir a los hombres en monstruos antropófagos débiles y sin razonamiento, Baphomet era mucho peor ya que su habilidad infectaba a cualquier raza, incluidos los ya antes mencionados elfos, quienes no poseían ninguna distinción sexual.

Y es que si la garra de uno solo de sus tentáculos, aquellas masas deformes que guardaba bajo su hábito harapiento, llegaba a tocar a un ser vivo, lo convertía en una criatura llena de odio y sed de sangre, un ser con rasgos lupinos y una fuerza superior a la que poseía antes de su transformación.

Un licántropo.

En el caso específico de los seres humanos, los llegaba a transformar en un ser mitad hombre y mitad lobo. De ahí provenía su mote, lo gritaban los guerreros cuando lo veían acercarse con su ejército de criaturas negras. En el campo de batalla algunos lo murmuraban con miedo y otros con verdadero terror.

Lo peor era que los infectados podían extender dicha enfermedad, causando con esto la caída de civilizaciones enteras en cuestión de días.

El señor de los lobos.

No se sabe que ocurriría si él y los otros demonios escapan de su prisión, pero escuche decir a una mujer con una sonrisa repulsiva que, de salir en algún mundo donde no se pueda sellar con magia, lo más seguro seria que él solo pudiera causar su ruina.



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En el texto hay: caos, ella

Editado: 07.12.2018

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