La Cueva

11.El Guía Primera Parte

Estaba observando las pisadas bien marcadas que estaban en el suelo y me estaba preguntando de donde habían salido y como es que habían llegado hasta aquí, ni yo ni Antonio habíamos estado tanto tiempo parados en un lugar como para que se marcará así.
Entonces desde atrás de mi se apareció Antonio con su mochila puesta y con mi mochila en la mano. Luego de darme mi mochila le mostré las marcas en el suelo.
El se mostró notoriamente afectado por lo que estaba viendo. 
Cuando dejó de ver me miró y dijo:
-Estas marcas en el piso se páresen a las de los tenis del guía-me dijo Antonio mientras ponía una cara de terror. 
Me quedé congelado en el lugar donde estaba. Era completamente imposible que el guía pudiese haber caminado hasta aquí ya que la últimas que lo vimos estaba su cuerpo sin extremidades y sin cabeza, colgado de un árbol. 
Lo miramos un rato más y luego apresuradamente salimos de ese lugar dejando atrás quellas huellas que le le pertenecían a un muerto. 
Antonio paresia el más afectado por lo que acabábamos de ver. 
Cuando ya por fin tomamos algo de distancia de la cueva que estaba al lado del lago Antonio comenzó a tranquilizarse, pero aún no se resolvía el misterio que emvolvia la aparición de algo así. 
Cuando paresia ir todo un poco más normal comencé a anhelar volver a casa. Y por unos pocos segundos comenze a imaginar que ya no estaba en este bosque y que ya habia salido de la cueva con Antonio y nos dirigíamos a casa. 
Pero ese arbol que pensamos nos daría seguridad de pronto dio un gran crugido y comenzó a undirce en la tierra detrás de nosotros. Yo y Antonio atemorizados huimos de ese sitio para acomodarnos en otro árbol pero de pronto todos los árboles que había al rededor comenzaron a caer.
Estábamos justo debajo de la criatura y está paresia mucho más grande que el que vimos primero. También este paresia almesenar un poco de vegetación en su cuerpo.
Ahora si lo pudimos notar, este monstruo tenía seis patas gigantescas que undian árboles o los aplastaba.
Entonces detrás de él venían siento de vichos paresidos a escarabajos, pero estos tenían un tamaño nuchomas superior al los que conosiamos.
Por suerte esos vichos no nos atacaban sino que solo nos evitaban sin darnos importancia.
Aún cuando el monstruo ya se había alejado esos bichos continuaban siguiéndolo.
También pudimos ver que a los lados de su lomo volaban varias aves del mismo tipo pero que no pudimos ver bien por lo alto que estaban.
Mientras caminaba dejaba un camino despejado de árboles.
Antonio y yo nos sentamos en uno de los árboles que hizo caer para descansar un poco. 
Luego de un rato nos comimos las dos últimas manzanas que tenía Antonio. 
Decidimos que sería mejor seguir avanzando por la zona donde aún había árboles porque sería más fácil que algo nos atrapara si estábamos en un lugar despejado. 
Seguimos cansados y nos estábamos deshidratando poco a poco. 
Mientras caminaba volvía a escuchar los pasos que había escuchado ayer entonces por inpulso gire hacia atrás para ver lo que era pero otra vez no habia nada pero con la diferencia que aún se escuchaban de algún lugar. 
Cuando Antonio también se dio cuenta los dos nos pusimos de espaldas para protegernos de un posible ataque.
Cuando se hizo más notorio de donde venía aquel sonido nos pusimos de frente hacia donde probénia el sonido que se asercaba cada vez más. 
Entonces lo vimos, estaba allí en verdad, era el guia que había acompañado a Antonio hasta este lugar. 
Estaba en frente de nosotros, esto no podía ser.



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En el texto hay: aventura, suspenso, terror

Editado: 09.02.2020

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