La Dama de los Templarios

Capítulo 10: El final

Lorraine y Jacques de Molay partieron hacia El Cairo, junto con otros templarios. Llevaban consigo un rescate para liberar a Raymond, y una carta para comunicarse con él. Esperaban llegar a tiempo, y evitar una tragedia.

Pero no llegaron a tiempo. Cuando llegaron a El Cairo, se enteraron de que Raymond había muerto. Se enteraron de que los musulmanes lo habían ejecutado, después de torturarlo y humillarlo. Se enteraron de que los musulmanes lo habían crucificado, como a Cristo, y lo habían colgado en la muralla de la ciudad, como un trofeo.

Lorraine se desplomó al oír eso. No podía creer que Raymond hubiera muerto, ni que hubiera sufrido tanto. No podía creer que no hubiera podido salvarlo, ni que no hubiera podido despedirse de él.

Jacques de Molay se enfureció al oír eso. No podía creer que los musulmanes hubieran matado a Raymond, ni que hubieran profanado su cuerpo. No podía creer que no hubiera podido rescatarlo, ni que no hubiera podido vengarlo.

Lorraine y Jacques de Molay no sabían que el maestre local les había traicionado, y que les había retrasado su viaje.

Lorraine lloró por Raymond, y le pidió perdón por su falta. Pensó que Raymond la había querido hasta el final, y que la había perdonado por su silencio.

Jacques de Molay juró por Raymond, y le prometió justicia por su muerte. Pensó que Raymond lo había odiado hasta el final, y que lo había maldito por su engaño.

Lorraine y Jacques de Molay se abrazaron, como signo de consuelo y apoyo. Pero en ese abrazo había algo más que consuelo y apoyo. Había una culpa que los unía, un dolor que los consumía, un amor que los separaba.

Al día siguiente, Jacques de Molay decidió atacar la ciudad de El Cairo, para vengar a Raymond. Convenció al rey Luis IX de Francia para que le siguiera, y movilizó a todos los templarios que pudo. Se lanzó al asalto de la muralla, donde colgaba el cuerpo de Raymond.

Lorraine decidió acompañar a Jacques de Molay, para honrar a Raymond. Se puso una armadura y una espada, y se unió a los templarios que iban al combate. Se enfrentó a los musulmanes, que defendían la ciudad.

La batalla fue sangrienta y cruel. Los cristianos sufrieron muchas bajas, y no lograron romper la defensa musulmana. Los musulmanes contraatacaron con fuerza, y pusieron en fuga a los cristianos.

Jacques de Molay cayó herido en el campo de batalla, junto al cuerpo de Raymond. Lorraine lo vio caer, y corrió hacia él.

  • ¡Jacques! - gritó Lorraine - ¡No te mueras!
  • Lorraine… - susurró Jacques - Te quiero…
  • Yo también te quiero - dijo Lorraine - Perdóname…
  • No hay nada que perdonar - dijo Jacques - Solo hay algo que pedir…
  • ¿Qué? - preguntó Lorraine.
  • Que me beses… - dijo Jacques.

Lorraine lo besó con ternura mientras atrás aparece un soldado musulmán clavándole la espada en la espalda de Lorraine dejanla caer boca arriba mirando hacia el cielo.

Los dos murieron juntos, bajo la cruz de Raymond.

Pero antes de morir, Lorraine vio algo que le llenó el corazón de paz y alegría. Vio la imagen de Raymond, sonriéndole desde el cielo. Vio sus ojos azules brillando como estrellas. Vio sus labios diciéndole unas palabras.

- Te quiero… - le dijo Raymond - Te espero…

Lorraine sonrió, y cerró los ojos.

Los tres se reunieron en el paraíso.

Fin



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En el texto hay: templarios, edadmedia

Editado: 28.10.2023

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