UN DÍA PARA VIVIR

Al décimo día de estar papá en la clínica ya estaba mejor, estábamos esperando que le dieran de alta.

¡Hola! Bebe, como te siente -bien hija - feliz de verte todos los días, hay tan engreído - pues yo también, como te parece - me tomo en sus brazos, me beso toda la cara -Gracias Hija -por ser tan linda con tu mamá y conmigo -por darme la oportunidad de ser tu papá - papá yo estoy más feliz, por tener este hombre maravilloso.

Mamá entra, nos encuentra abrazándonos se para en el marco de puerta, y se ríe de ver el cuadro de las dos personas que ella ama - ven mami, papi te quiere abrazar -mama se acerca y las dos abrazamos a papá.

¿Cómo te sientes? Mi viejo - bien amor -feliz que voy a salir de aquí.

Bueno los dejo. voy hablar con el medicó para que me den las ordenes y la salida - le doy un beso y salgo.

Bueno papá a la silla, -no, no yo voy caminando, ni que fuera un cucho patuleco. -mamá y yo nos reímos - pues no - señor Ember Santorys me deja la niñada y se me sienta aquí - me miro haciendo puchero -bueno - espero que cuando lleguemos me prepare lomito de cerdo - lo miro y me carcajeo -así- estas tratando de negociar conmigo -pues a mí no me convencerás - usted no puede comer nada de eso - se sienta en la silla y se cruza de brazos.

Gustavo nos ayudó a subirlo al coche y nos dirigimos a la casa

¡Hola! señor y señora Santorys - hola Noria

¡abuelo! Lo saludan los niños - lo abrazan - cuidado con el abuelo - les digo

Déjalos mujer - ni que me fueran a lastimar - vengan para acá mis hermosos nietos los amo - nosotros también abue.

Señora Raquel - déjeme y yo subo los equipajes a la habitación que les he arreglado

 - bueno Noria, Gracias

 - no señora con gusto.

Nos sentamos en la sala, nos sentimos como una familia unida y grande, estaba que no me cambiaba de ver mejor a mi papá.

Los días pasaron y mi papá le toco dejar el pueblo con mamá, por la salud, tenían que estar en controles médicos.

Así transcurrió dos meses -conseguimos una casa -vendimos la del pueblo y le ayudamos a mis padres con la mudanza, mamá estaba feliz de tenerme cerca, así compartíamos más.

Llego el día del viaje de los niños a Nueva York. Beronica vino a llevarlos, de paso a ver los abuelos y a nosotros, paso una semana

Bueno pórtense bien, ya saben a lo que van

- si mamá

Abuelo nos estamos viendo

 - si mis tesoros - no nos olviden

- no abuelo, no diga eso - me extraño cuando se sentó en el sofá y se puso a llora - corro hacia él.

- ¿papá? Que pasa -porque te pones así

- nada hija -solo fue emoción

mis hijos lo abrazan y lo llenaron de besos y él se reía.

 - abue nos vamos a estar comunicando por Skype - me escuchaste.

 - bueno.

 -pero no llores -por favor, porque así me va doler dejarte - le dice Beronica

-bueno váyanse que los deja el vuelo

Cuando íbamos hacia el aeropuerto.

 - mamá…

 - dime hija

 - me preocupa mi abue -sentí que tenía miedo de algo.

- no hija, esta así desde que estuvo en la clínica - pero tranquila se le pasara.

- Chao mamá y papá nos dicen nuestros hijos, nos abrazaron.

- ya saben cómo comportarse - les dice Gustavo.

- sí, sí, si responden.

Estos tres meses que han pasado, desde que se fueron mis hijos, se siente un vacío en la casa, me he dedicado a trabajar, estar pendiente de mis padres, todos los días los visito y acompaño a papá al medicó, Gustavo ya iba para dos meses que se había ido de viaje, un proyecto que estaban realizando en Vetusta, casi no hablamos, porque según él no llega la señal.

 llamada < GUSTAVO>

Hablando del rey de loma y el primero que se asoma.

-hola amor.

 - hola Victoria.

me llamo, pero fue muy seco, se me hizo raro

- ¿Qué paso?

- ¿Por qué?

- No nada

-como estas

- bien respondo

- y tus papás - en su casa bien la verdad

- ¿y tu amor?

- Bien Victoria

ash que le pasa este hombre. Quien mal anda, mal acaba, pienso.

- ¿Cuándo regresas?

- pues esto va para largo, creo que…. tres meses o más

- ¿en serio? Te extraño Gustavo -no me dice nada

- y los niños, me cambia el tema.

-Bien… ayer hable con ellos y están contentos en su carrera