03 - Aleksis

Desde que el auto se puso en marcha ella no dijo absolutamente nada, solo observaba fuera de la ventana mirando el camino

Yo tampoco dije nada, y conduje en silencio. Me sentía cómodo con ella, cosa que yo no podía estarlo con casi nadie, y desde el accidente ni con mi hermana estuve un silencio cómodo

¿Por qué me llevas al acantilado?- pregunto ella sin mirarme, le miré de reojo mientras detenía el auto en un semáforo

¿Conoces ese lugar?- le pregunte, ella soltó una risa irónica y volteo a verme

Me llevaste tantas veces ahí que hasta me se el camino de memoria- dijo ella con expresión frívola, pero sus ojos brillaban de manera tierna

Sonreí sin poder evitarlo, ella aparto su mirada de mi nuevamente hacia la ventana del auto mientras yo regrese a la marcha el vehículo

« ¿Qué es lo que quieres?- cuestiono cuando estábamos a una simple vuelta para llegar al lugar, le miré sin entender su pregunta completamente, volteo a verme otra vez, su expresión ahora era totalmente diferente, parecía como si estuviese a punto de llorar

¿A qué te refieres?- dije momentos después antes de estacionar el auto, suspiro pesado negando con la cabeza y bajo del auto sin esperarme, le imite saliendo detrás de ella mirándola caminar correctamente hacia el acantilado que estaba detrás de unos cuantos arbustos y árboles enormes que cubrían la vista de la carretera principal del lugar

« Si que conoces el lugar- dije de manera divertida llegando luego de ella al acantilado, no volteo a verme mientras su rostro observaba la vista con una especie de añoranza, me quedé en mi lugar observándole con cuidado

Sus facciones estaban tristes, pero al mismo tiempo se miraba una pizca de felicidad. No comprendía a esta chica, o estaba feliz o estaba triste, además de que sus expresiones la delataban completamente, era prácticamente un libro abierto, me encogi de hombros no dándole importancia y acercándome a su lado, mirando el mismo paisaje que ella

Eran eso de las dos de la tarde así que todo estaba tranquilo en la ciudad, el cielo estaba despejado completamente y sus colores celestes eran puros, tenía demasiado tiempo sin venir a este lugar, realmente no se porque se me ocurrió traerla aquí en primer lugar

Hace mucho no venía acá- susurro de manera baja con una sonrisa pequeña, le miré y sonreí un poco metiendo mis manos en los bolsillos de mi pantalón

Aunque no lo creas, yo también- confesé, ella soltó una risita corta, ninguno de los dos dijo palabra alguna, nuevamente quedando en aquel silencio cómodo en el cual solo escuchábamos la respiración del otro, el movimiento de las ojas de los árboles con el viento, y el lejano sonido de la ciudad que teníamos frente a nosotros

¿Que es lo que quieres, Aleksis?- repitió ella en tono bajo, me encogi de hombros

Ni yo sé que es lo que quiero- confesé de manera honesta, gruño de manera baja y me miró

Y se supone que yo tengo que adivinar- se quejo rodando los ojos- basta, no quiero regresar a ese jueguito estúpido- se quejo pasando una de sus manos por su rostro

No sé que tanto te hice pasar, Valeria...- empecé honesto, sacando una de mis manos de mis bolsillos extendiéndola un poco para tomar la de ella, volteo a verme deteniendo mi acción y haciendo que le mirara a los ojos, apretó sus puños mientras que sus ojos estaban echos un caos

« Pero te aseguro que no quiero que pases lo mismo nuevamente, lo prometo- dije convencido de mis palabras mirándole a los ojos, chasqueo la lengua aparentando más sus puños haciendo que sus nudillos se blanquearan por la fuerza que ejercía

¿Cómo puedes prometer algo así cuando no recuerdas nada?- se quejo, me encogi de hombros sin poder responder a eso

« Solo quiero que Valentina esté segura, por eso luego del accidente también me aleje de todo eso. Sin ti protegiéndonos y sin recordar nada, con todo lo que hicimos antes, estábamos en constante peligro...- bajo su mirada- por eso hasta me mude, porque además de que no podía acercarme otra vez a tí por...- se detuvo así misma negando con la cabeza para luego maldicer de manera baja en ruso »

« No quiero nada que tenga que ver contigo...- dijo con expresión frívola, pero esa seguridad de su voz no llegaba a sus ojos. Los cuales estaban poco a poco cristalizandose, sonreí un poco acercandome a ella y tomando su mano, que aún estaba apretada

Les protegeré.- asegure mirándole a los ojos, ella dudo un momento, y un par de lágrimas traicioneras se deslizaron por sus mejias

« Con mi vida- prometí sin soltarle la mano, mientras que con la otra limpiaba su rostro de aquellas lágrimas, ella sonrió de manera débil y recostó su cabeza en mi pecho sin decir nada mientras sollozaba de manera baja respondiendo el agarre de mi mano

A pesar de que no dijo nada, sentí que estaba de acuerdo con esto. Realmente sentía la necesidad de tenerla, de cuidarla, de que me perteneciera otra vez, de recordar cuando fue mía

No quería a alguien nuevo, la quería a ella.