Hola- Quería sonar un poco más animada o Joe se preocuparía y me daría otra semana de vacaciones, no es que eso sea malo solo que estar encerrada tanto tiempo me deprime o empiezo a tener problemas conmigo misma.
Joe.-Intente decir de la misma manera pero me era imposible Joe siempre carecía de actitudes divertidas o risueñas el ser encargado de la CIA debe ser difícil además el alcohol comenzaba a hacer su efecto.
Te di estas vacaciones para que fueras a ver a tu madre creí que eso quedaba e estructurado no lo crees. Haría que te despejaras un poco de. -se detuvo en seco.
¿De qué Joe? No es nada que te incumba a ti sabes. Es mi maldita vida tú no tienes que meterte. Y dilo di su nombre es ED. ED.-era más que obvio que escuchaba la voz de borracha por la línea.
Vas a tener que ir a un psicólogo o te despides de este trabajo. Eres fuerte para esto, además esto paso hace tiempo, debes dejarlo ir ya. -decía más tranquilo. Era extraño escucharlo hablar pacíficamente sin tener que escuchar el dialogo o parloteo.
Suenas igual a mi madre sabes. -dije provocando un leve bufido de mi parte como si fuera una adolescente rebelde ya comenzaba a sentirme estúpida, no soy yo.
Mejórate, Amber. Te veré aquí mañana sobria. -dijo recalcando lo último y colgó el teléfono. Era claro que sabía sobre mi noche de alcohol siempre sabría cuando estaba ebria o no. Cuando mentía o no, ya que a pesar de todo era mi padre.
Dos de la tarde el día más lento de la semana y la borrachera quemaba mis ojos. Dispuesta a sentarme de nuevo comencé a pensar en papa la vez que no supe de Ed por 3 días completos, nada de llamadas, mensajes su casa siempre se encontraba vacía, recuerdo como reacciono a la situación, llegue a creer que él era parte de su desaparición.
23 de diciembre 2015.
No era propio de Ed vacilar conmigo, no hubo pelea alguna, ningún disgusto después de su propuesta o inclusive en la boda de mama; comenzaba a preocuparme.
-Papa por favor debes ayudarme Ed está desaparecido! - exclamaba con furia Joe se mantenía firme viendo hacia la ventana viendo aparecer la majestuosa nieve cayendo por su casa y rellenando las calles de blanco, haciendo todo lo demás, impetuoso y peligroso.
-Amber solo porque no te hable tienes que preocuparte han pasado 3 malditos dias, tienes que calmarte hija.
-No quiero calmarme quiero que salgas a buscarlo ayudarme a mi a buscarlo, puede estar en peligro
-No lo dudo siempre lo vi como alguien peligroso. -bufo.
-No puedes decir eso de él, nos vamos a casar pronto deberás aceptarlo,
-Claro casarte con un hombre muerto.
Nunca sentí mas enojo en mi vida, la sangre hervía por todo mi cuerpo y mis músculos se tensaban y comenzaban a doler quería gritar golpearlo hasta que entiendes lo que estaba pasando.
-Amber él se encuentra "desaparecido"- tomo sus dedos dejando el pequeño vaso de whiskey a un lado de el gran piano negro haciendo comas referentes al chiste macabro, estaba jugando con la vida de la persona a la que ella amaba con locura" que se encargue la policía de eso yo estoy realmente ocupado con asuntos que valen mi tiempo y toda mi carrera.
-Olvidaste tu reputación al igual padre. Si tu no planeas ayudarme, lo hare yo sola. -Tome un abrigo encapuchado con olor a Ed, guantes rojos y una furia desatada en mi cuerpo, era una chica enojada. Estaba dispuesta a buscarlo hasta morir en ese entonces.
Actualidad:
Parpadee un par de veces al darme cuenta de ese recuerdo tan triste en mi cabeza sosteniendo el vaso azul de vino, las copas eran para gente que no quería abusar del vino mismo. El teléfono comenzaba a sonar y saco un susto de mi una vez más, levante mi cuerpo con pesadez y era imposible el que no me hubiese arrastrado hacia el teléfono, me sentía mareada y atolondrada.
¿Hola? -dije apenas en un susurro.
Ayúdame a llegar a casa. - Sonó el clic de la llamada terminada. No podía ser él, estaba alucinando, pero, es difícil no reconocer su voz después de pasar años esperando oírla de nuevo. ¿Mi mente acaso divagaba entre lo que pudo ser o no, pero realmente escuche eso? ¿O me odiaba ya tanto que cree esto por mi cuenta? No estaba tan borracha comencé a reírme ante tal comentario ignorando la llamada por completo, regresé a mi pequeña cama con las grandes intensiones de caer en un profundo sueño.
En el sueño me vi envuelta en una brisa tibia adentrada en un bosque hermoso, pero maligno a simple vista, sabía que si me adentraba las posibilidades de salir eran nulas, fue entonces cuando sentí el roce de una mano sombre mis nudillos, mi cuerpo se llenó de escalofríos y sentía el corazón latir más fuerte aun y cuando estuviese dormida esto era estar viva todos mis sentidos activos por un roce, él estaba ahí. Ed estaba ahí, estaba vivo y aunque varias facciones cambiaron lo pude reconocer de inmediato, se acercó más a mí, pero yo no podía abrir la boca, estaba estupefacta por su belleza y su simple presencia, me tomo por la cintura con una mano y con su otra mano rozo mi mejilla.
¿Aquí estoy Amber y tú? -Susurro mientras miraba a mis ojos su imagen inundaba todo mi ser, su nombre salió de mi boca con tanta delicadeza. Solo pude pronunciar su nombre. Mis ojos se llenaban de lágrimas mire sus labios roce su nariz con la yema de mi pulgar así estaría todo el día escuchaba golpeteo de algo en el cielo, los dos miramos hacia arriba.