La desaparicion de Ed Roux. Gone

Capitulo 4

Una semana transcurrió; lo más difícil aún no se había hecho, el entrenamiento era agotador mi cuerpo se sentía aplastado adolorido al terminar el día solo quería llegar a casa, en un segundo me sentía la mujer más poderosa y ahora solo quería llegar a casa. Las últimas dos horas me mandaron a la oficina a hacer las tácticas que se harán en Roma, odiaba hacer tácticas me mantienen encerrada en una habitación. No podía concentrarme con esas imágenes tan extravagantes en mi cabeza imagine a Beau en mi habitación su torso esta descubierto era definido parecía estar en la piel de un ángel me sonreía tan seductoramente que me hacía sonrojar el inclusive pensar que estaba haciendo ahí. Solté un jadeo al oír que Nan tocaba la puerta esa era señal ya nos podemos ir a casa. Beau no se ha acercado mucho conmigo desde el día del cigarrillo si tan solo no se hubiese acercado tanto talvez no estaría atolondrada desde entonces, Nan me estaba esperando con una sonrisa enorme.

-Que tienes para mí-le dije, Nannette podía ser una excelente compañera, pero si necesitaba saber algo como cuando atacaría la comandante de Rusia a Joe (realmente sacarla a comer o besuquearse a escondidas) Nan lo sabe todo.

Joe hablo con los del comité y nos vamos dentro de unos días, iremos de encubierto. Vamos por Steel Watson lo tenemos. -decía ella con una mirada sombría, ella sabía cómo era respecto Steel.

-Pero las estrategias aún no están completas el permiso de las armas? los fondos todo eso aún no se lleva a cabo. -dije era claro que estaba evitando hablar de John ahora.

-Joe lo hace por algo. Tenemos que irnos descansar-dije dándome su mano y partimos hacia los autos.

Estaba lloviendo intensamente, el cielo se volvió gris con negro y los árboles de movían ferozmente, parecía como si una tormenta estuviera aproximándose. La lluvia comenzó a mojar un poco mi cabello, mientras subía a mi auto me distraje viendo a Beau a lo lejos, Beau era exactamente el tipo guapo, el que yo creía apuesto a morir, hace tiempo que no sentía algo así por otro hombre. Sali del auto de nuevo, me acerque a Beau y el me miraba con una sonrisa siempre estaba sonriendo era espeluznante.

Hola Beau. -acaso eso era nerviosismo en mi boca, que bien Watson demuéstrale que tan insegura eres.

Detective. -sonaba sereno.

Tiene planes para el fin de semana-mis pies eran mas interesantes que su cara.

¿No desafortunadamente no tengo, pero podría tenerlos si aceptas salir conmigo, te parece 8 de la noche? Estaré seguro de llevarte a casa de regreso si eso te parece. - La sorpresa me invadió un poco de miedo se lucia en mis ojos.

Si suena excelente, quiero decir, si suena estupendo bueno estupendo es una palabra fuerte seria que si está bien. -cállame de una vez por dios.

Se acerco a mi y beso mi mejilla, mientras se alejaba decía a las 8 no lo olvides. Corrí de nuevo hacia mi auto arranque y salí hacia mi camino, la lluvia realmente parecía que no se iba a detener mejor aún puedo quedarme en casa tampoco es como que planeaba ir a algún lado. Me sentía un poco desorbitada no tenía razones realmente.

¿Soy yo o te noto demasiado alterada Amber? -alguien estaba a un lado mío. Era Ed.

El vehículo se descontrolo mis manos iban de un lado al otro estaba fija viéndolo pude ver a Ed tomar el volante y acomodarlo de nuevo en mis manos, esto no esta pasando me lo repetí tantas veces tu no existes, tu no existes, olvidé por un momento que el auto aún no estaba bajo control las llantas chirreaban y mi corazón latía con fuerza. Mis ojos parpadearon tantas veces y me detuve, por fin temblando voltee a ver mi lado de copiloto esperando que fuera mi imaginación asustada de ver. Ed me miraba con preocupación, una pequeña mueca se asomaba en sus labios.

Cariño acabo de llegar ten más cuidado o nos terminaras matando. -soltó una pequeña risa estaba temblando no podía decir nada. 
Iba a pronunciar una palabra, pero decidí ir por lo fácil como azotar mi cabeza contra el claxon esperando que fuese una broma mala de mi cabeza volví a dirigir mi mirada al frente ignorando cualquier sucedido y me incorpore de nuevo en las calles. 
Lo estaba ignorando Ed estaba en mi auto...

¿Sorprendida? -hablo de nuevo sus manos estaban abiertas y hacia gestos extraños de sorpresa, realmente podía ser él o serian esas malditas pastillas regrese mi mirada a donde él estaba, pero ya no seguía ahí. 
Sorbe mi nariz y seguí manejando, 15 minutos después al fin llegué a casa tenía el estómago y las ideas revueltas no podía hablar sonaba como una maniática. Las cosas que sentía por Beau el miedo y la excitación desaparecieron en un instante; esta situación saco todo mi interés.

Como llegaste hasta aquí Ed JA como si fuese a contestar, mejor debería pensar en otra cosa, algo que no intente matarme comencé a desvestirme para ponerme algo más cómodo encendí la televisión y fui a buscar algo de comer.

Había pollo, lasaña y vino, que triste.

La comida estuvo excelente a pesar de que fuese hecha en un microondas y la botella de vino inclusive mejor, me sentía relajada a menos que sean las 3 pastillas que tome ya estaban empezando a jugar con mi mente la televisión sonaba distorsionada; abrí la segunda botella de vino, tal vez no la mejor idea. 
Tomé un cigarro de la mesa de la sala y me senté en el sofá a fumar solo analizando u olvidando la situación de hoy. Me enfocaba más en como salía el humo de mi boca que en y quien se ganaría el millón de dólares cuando el teléfono comenzó a sonar.



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En el texto hay: ficcion juvenil, ficcion drama suspenso

Editado: 04.01.2020

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