Lucien por supuesto y como de costumbre, había tenido razón con respecto a Iyul, porque apenas Lucía se había marchado, él había mirado a Misha que entendió sin necesidad de que transmitiese nada. Iyul fue a enterarse de cómo estaba Dylan, pero después de eso, abandonó Illir y Misha lo estaba esperando.
Aunque nominalmente ahora ese Dvorets pertenecía a Radek, Iyul entendió y se puso en camino, pero apenas había entrado cuando escuchó a Lucía.
Los demás, con excepción de Radek, adoptaron la posición de respetuoso saludo. Iyul paseó la mirada por los presentes y no le extrañó ver de quiénes se trataba y la única que parecía fuera de lugar allí, era una asustada Nivi y, de hecho, Radek acababa de ordenarle que se fuese a su habitación cuando llegó Iyul, así que, de algún modo, la chica logró moverse y volvió a su habitación.
Todos, y eso incluía a Yves que era el más joven, conocían bien a Iyul, y aunque lo habían visto simplemente molesto, o decididamente furioso, hacía mucho tiempo que no le escuchaban aquel tono, y menos para dirigirse a Lucía, pero con independencia de lo que estuviesen pensando, y con la posible excepción de Radek, lo que no podían era hacer nada. Sin embargo, Iván sabiendo que Radek podía ser un problema, se ocupó de forma inmediata de él mientras Iyul avanzaba hacia Lucía.
Dicho esto, abandonó el lugar con la misma velocidad que había entrado. Como los ojos de Lucía parecían dos sangrientas gemas desde que Iyul había llegado, Yves, sabiendo lo muy peligrosa que podía ser, se había estado esforzando al máximo con ella, del mismo modo que lo había estado haciendo Iván con Radek. Tal vez, se podría pensar que quien debió ocuparse de Lucía fue él, pues aquella era una Siglair y representaba un reto para cualquiera, ya no digamos para Yves que aparte de no serlo, tenía una condición que recientemente le había dado problemas al excederse en la utilización de su poder, pero en las presentes circunstancias, Radek podía ser igualmente peligroso y neutralizarlos a todos sin mucho esfuerzo, para luego irse derecho a atacar a Iyul, algo que no podían permitirse tratándose de quien se trataba. El asunto fue que, en cuanto Iyul se marchó, Yves cayó exhausto, lo que posiblemente salvó a Iván de la reacción de Radek.
Pero las cosas podían no estar tan mal para él hasta ese momento, pero antes de que lo notaran, Lucía lo había obsequiado con un puñetazo que lo envió al otro lado del salón.
Después de eso la vieron abandonar el salón, y si nadie la siguió, era porque al menos los levjaners, estaban al tanto de que no podía abandonar el Dvorets sin que ellos se enteraran, pero una vez solos se miraron.
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Editado: 11.02.2023