La Dinastía (libro 3. Profecía)

Cap. 18 Entre Inglaterra y Francia

Por mucho que Lucien lo intentó, no pudo cambiar la decisión de Dylan y ni siquiera consideró seguir el consejo de Italr quien le dijo que acudiese a su padre, porque  él sabía que eso no iba a favorecerlo, o al menos estaba bastante seguro de eso. La razón para esto era que estaba perfectamente al tanto de lo sucedido cuando Yvaylo le refirió a Iziaslav los pormenores de la visita hecha por Dylan a Swaney.

  • Sarì, primero que nada quiero decirte que, aunque estoy muy honrado por tu decisión al encomendarme la seguridad del Rybik,  entenderé si no me consideras apto para desempeñar lo que me has encomendado

Istvan había mirado a Yvaylo con curiosidad, mientras que Iziaslav tuvo deseos de reír, y si no conociese tan bien a aquellos sujetos, habría dicho que por algún motivo Yvaylo tenía miedo. Sin embargo, se guardó sus pensamientos y esperó. A continuación, Yvaylo le había hecho un detallado relato de la visita efectuada por Dylan a Lothian, sin omitir ni el más insignificante de los comentarios. Pero mientras los consejeros tenían expresión de horror, Istvan de decidida preocupación y Janos se limitaba a pensar que el Rybik tal y como lo había pensado el día que lo había conocido, era una hechura de Lucien, Iziaslav había soltado una sonora carcajada.

Sin embargo, la mayoría de los presentes parecía no compartir el regocijo de su señor, porque los consejeros ya se veían teniendo que lidiar con las incontables cartas de indignación de los Devrigs del Clan Lothian que Sergei, el secretario de estado, les transferiría; a Istvan solo le preocupaba la cada vez más precaria seguridad de Dylan, mientras que Janos si por un lado estaba preocupado por Dylan, por el otro se alegró de ver reír a Iziaslav, ya que llevaba días viéndolo cabizbajo y taciturno.

  • Bueno, si de algo nadie podrá acusarlo nunca, es de ser un cobarde  --  dijo al final Iziaslav y se puso de pie dando por finalizada la entrevista

Por este motivo, Lucien dudaba mucho que pedirle a Iziaslav que le prohibiese algo a Dylan fuese a dar algún resultado, aunque Itlar seguía pensando que si se lo pedía él, sin duda Iziaslav se lo concedería. No obstante, Lucien era lo bastante terco como para no hacerlo, así que después de la Evesbriel partieron nuevamente para Inglaterra.

Apenas llegaron, Lucien se puso en contacto con Patrick y le dio una orden que fue ejecutada en un brevísimo lapso de tiempo, de modo que un par de días después de su llegada, Patrick se presentó en su habitación.

  • Kasny dunheit, sarì
  • Buonasera, Patrick  --  saludó a su vez  --  ¿Qué averiguaste?
  • Lord Arlingthon se ha distanciado de la dama en cuestión, algo que si me permite acotar, es lo normal ya que estamos en invierno y Lord Arlingthon está en Darnley. No obstante, en los últimos días no se ha cursado correspondencia entre ellos
  • Estás seguro de eso ¿no?
  • Sí, señor
  • Bien, gracias Patrick, pero necesito que lo mantengas vigilado y me hagas saber cualquier novedad en ese sentido.
  • Sí, señor

Si al Lovet le pareció extraña la orden, no lo exteriorizó de ninguna manera y se limitó a seguir las órdenes que se le habían dado asignando a un havarik para la vigilancia de las actividades de lord Arlingthon.

 

El invierno llegó a su fin dando paso a la primavera. Dylan había manejado sin problemas el inconveniente de las invitaciones de Kendall y cada vez que su amigo pensaba invitarlo a casa, él se las arreglaba para que cambiase de parecer.

  • Comienza la temporada social, Dylan, ven conmigo a Londres  --  le dijo unos días antes de partir
  • Sabes que eso no es lo que más llama mi atención, Kendall
  • ¿Sabes?  --  preguntó de pronto deteniendo el caballo  --  Estoy preocupado y quiero que me digas la verdad, Dylan  --  él se puso alerta y lo miró  saqueando a toda velocidad sus pensamientos  --  ¿Estás enfermo?
  • ¿Qué?  --  preguntó con cierta sorpresa, porque ocupado como estaba buscando otras cosas, no reparó en ese pensamiento en particular
  • Si es así puedes decírmelo, somos  amigos ¿no?
  • Veamos Kendall ¿qué te hace pensar que puedo estar enfermo?
  • Varias cosas. Primero viniste a casa sin un motivo aparente, porque eso de que tenías asuntos que atender nunca me convenció del todo. Segundo, llevas seis meses en Inglaterra y desde que te marchaste, es el período más largo de tiempo que pasas aquí. Y tercero, no pareces especialmente interesado en nada.

Si Kendall estaba pensando todo aquello, era porque aparte de todo lo que había dicho, no había olvidado que Joseph Danworth había muerto relativamente joven a causa de una afección pulmonar, y sabía que esas cosas se heredaban. Sin embargo, Dylan después de soltar el aire, había sonreído.

  • Te agradezco tu preocupación, pero te aseguro que estoy perfectamente sano
  • Dylan…
  • ¿Crees que si estuviese muriendo estaría aquí tan tranquilo? Vamos hombre, mínimo estaría buscando una cura en cualquier lugar del mundo  -- le dijo y rio de nuevo

Kendall se olvidó del asunto, pero siguió dándole la lata con la cuestión del viaje a Londres hasta que Dylan se hartó y suprimió aquel pensamiento también.



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En el texto hay: tristeza esperanza

Editado: 20.08.2021

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