La Dinastía (libro 3. Profecía)

Cap. 38 Derek

Kendall y Christopher habían regresado de su viaje muy satisfechos, todo con relación al compromiso había quedado arreglado y la boda se realizaría en la primavera del año próximo. Sophie aun no lo podía creer, pero en vista de que Chris parecía estar contento, ella aceptó el asunto de buen grado y para sorpresa de todos, Derek no hizo ningún comentario desagradable.

Sin embargo, había algo con relación a Derek que los tenía muy extrañados, y era que parecía demasiado tranquilo. Si bien seguía saliendo y no dejaba de hacer comentarios graciosos o inapropiados cuando le parecía, era evidente que algo había cambiado en él, y aunque pareciera mentira, quien más lo estaba resintiendo era Chris, pero por otro asunto.

  • ¿Puedo pasar?  --  preguntó una mañana asomando la cabeza a la habitación de su hermano
  • No seas necio Chris, claro que puedes

Desde que Chris había cumplido quince, habían dejado de compartir la habitación y fiel a su apego a las buenas costumbres, Chris al contrario de su hermano que siempre entraba sin siquiera llamar, él seguía pidiendo permiso para hacerlo.

  • ¿Derek he hecho algo para que estés molesto conmigo?
  • No a mí, en todo caso quien está decidido a fastidiarte la vida eres tú mismo  --  dijo él terminando de vestirse
  • Entonces es eso ¿no? ¿Estás molesto porque voy a casarme?

Derek se volvió con la camisa aun la mano y lo miró con atención durante unos segundos antes de contestar.

  • Lo estuve, pero en realidad es tu problema y no el mío, así que no, no estoy molesto contigo
  • ¿Entonces qué te sucede?
  • ¿Por qué?
  • Vamos Derek, eres el sujeto que no se calla nunca y siempre tiene algo en mente, pero desde que volvimos casi ni me hablas y no vamos a ninguna parte.
  • A ver si entendí  --  dijo Derek  --  llevas casi diecisiete años quejándote amargamente de mí por todo lo anterior ¿y ahora estás preocupado porque no sucede?
  • Derek…
  • Deberías ponerte de acuerdo contigo mismo hermano, pero en cualquier caso y para tu tranquilidad, estoy perfectamente bien, y sin duda más cuerdo que tú.

Dicho esto y como ya había terminado de vestirse, abandonó la habitación. Christopher lo siguió, y aunque no estaba en modo alguno satisfecho, decidió dejarlo por ahora. A pesar de que su madre le había dicho cuando le había manifestado su preocupación, que posiblemente solo se tratase de que Derek estaba creciendo, Chris estaba positivamente seguro que Derek podía llegar a viejo, pero nunca dejaría de ser un niño, por lo que siguió preocupado y continuó sintiéndose excluido.

Ese día durante el desayuno y mientras sus padres conversaban, Chris repentinamente se quedó absorto, porque había retrocedido en el tiempo a la edad de siete años. Por esa época, Derek de seis, había pasado varios días en un estado parecido al actual, pero había sido porque aquel pequeño y peligroso cerebro había estado planeando una excursión nada apropiada para niños tan pequeños y con los resultados previsibles. Como de costumbre Derek había convencido a Chris de que lo tenía todo cubierto y habían partido, el asunto fue que esa tarde se desató una furiosa tormenta y se perdieron. Chris no recordaba haber estado tan asustado nunca en su vida, y ya se imaginaba que serían devorados por alguna bestia nocturna, pero su padre los había encontrado y los había devuelto a la seguridad de su casa. Sophie los había cubierto y después que estaban secos y calientes, Chris se dio cuenta que no era tan tarde, aunque su mente infantil pensaba que habían pasado muchas horas, en realidad ni siquiera era la hora de la cena aun.

Chris salió de sus pensamientos y miró a Derek que en ese momento se llevaba un vaso a los labios mientras miraba distraído hacia el ventanal.

  • ¡Derek Arlington!  --  exclamó

El aludido posó sus azules ojos sobre su hermano al igual que Kendall y Sophie después de que ésta emitiese una exclamación y se llevase la mano al pecho.

  • ¿Qué estás tramando?  --  preguntó Chris
  • ¿Disculpa?  --  dijo Derek juntando las cejas
  • Te conozco mejor que nadie, Derek, ya estuviste así antes y eso nos costó ser sorprendidos por una tormenta en medio del bosque.

Tanto Sophie como Kendall giraron la mirada hacia Derek que emitió un suspiro de resignación.

  • ¿Chris, no te parece que ya estamos grandecitos como para perdernos en nuestro propio jardín?
  • En primer lugar no nos perdimos en el jardín, pero eso no importa, sé que estás tramando algo y…
  • Suponiendo que así fuese  --  dijo Derek levantándose  --  ¿Qué te hace suponer que sería lo bastante necio como para decírtelo?  --  y luego miró a sus padres  --  Si me disculpan  --  y se marchó

No era que Kendall y Sophie no hubiesen notado el cambio de Derek, pero seguían pensando que su hijo simplemente estaba madurando y que Chris se estaba mostrando bastante necio la respecto. Sin embargo, Sophie miró a Christopher y sintió pena, porque en aquel momento el chico tenía una mirada dolida, y ciertamente así era, ya que las últimas palabras de Derek lo habían lastimado y confirmaban su idea de que su hermano lo había hecho a un lado.



#1582 en Otros
#277 en Novela histórica
#1097 en Fantasía
#668 en Personajes sobrenaturales

En el texto hay: tristeza esperanza

Editado: 20.08.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.