Derek intentaba abrir los ojos, pero los mismos parecían negarse a obedecerle, tenía un dolor punzante en la cabeza y a decir verdad en todo el cuerpo.
Trató de identificar la voz, pero le estaba costando trabajo ponerle un rostro a la misma, se esforzó de nuevo por abrir a los ojos y finalmente lo consiguió. Como ya la noche había caído, la habitación estaba en penumbra y la única luz provenía de una solitaria vela que se hallaba lo más alejada posible de la cama.
Iván prestó la mayor atención tanto a su expresión como a lo que pudo captar de sus pensamientos, comprobando que al menos de momento y puesto que ahora Derek era un Devrig, él tenía cierta ventaja que debía tratar de aprovechar al máximo. Sin embargo, la mente de Derek era un absoluto caos de las últimas imágenes que sus ojos habían registrado, pero percibió con claridad cómo se formaba la ira y se preparó para sujetarlo.
No obstante, un dolor bestial lo hizo detenerse, mismo del que Iván fue plenamente consciente, pero aprovechó ese momento.
Iván tuvo que emplear su fuerza para retenerlo contra la cama mientras el pobre chico se retorcía de dolor. Iván era un itsliev, y era considerado entre los suyos, como un sujeto en extremo poderoso, pero ni con todo el poder con el que lo había dotado la naturaleza, estaba en capacidad de evitarle a Derek pasar por aquello. Sin embargo, como se había propuesto hacérselo lo menos traumático posible, cursó un urgente mensaje a Iliar y más se tardó él en elaborarlo en su mente que el Levjaner en entrar. Iliar no necesitó que le explicasen nada, porque en cuanto vio la situación se acercó y cerrando los ojos concentró toda su energía en los centros nerviosos de Derek. Haliq había entrado tras él y se dispuso a hacer lo mismo, de modo que entre los tres estaban haciendo cuanto podían por aliviar, aunque fuese un poco, todo aquel sufrimiento.
La consciencia de Derek iba y venía. Veía su vida como a retazos, después de las primeras imágenes que mostraban a sus hermanos con un nelegasi camino a sus pechos, vio a Istziar cayendo ensangrentada al piso y rodeada de salvajes, para inmediatamente sentir como si miles de filosas hojas de acero se clavaban en su cuerpo y un dolor que superaba sus fuerzas. De forma lejana, en medio de los gritos y el ruido de gente que hablaba a su alrededor, escuchó que su abuelo lo llamaba, identificó el tono perentorio en la voz de Lucien y luego… oscuridad.
Iván, Iliar y Haliq se habían tomado un descanso cuando vieron el cuerpo de Derek en momentáneo reposo, pero fue una circunstancia que no duró mucho.
Haliq se apresuró a tomar varias mantas que había sobre una repisa y se las echaron por encima. Mientras esto sucedía, la mente de Derek viajó al día que se había peleado con Yuri, pero se vio a sí mismo en el lugar de Ekain, sujeto por una cadena y soportando las bajas temperaturas.
Los Levjaners se miraron, pero mientras Iliar tenía una expresión de angustia, Iván había sonreído.
Haliq también era un itsliev que conocía a aquellos dos desde la cuna y sabía que aun en las peores situaciones, ambos se lo tomaban todo a broma. Haliq era uno de los que había sido testigo de la locura de los rybiks de diversas formas, los había visto en batalla y sabía que, aunque peligrosos, mientras estaban arrancando cabezas estaban bromeando con la situación o burlándose de sus oponentes, de manera que aquella repentina seriedad lo sorprendía mucho.
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Editado: 16.10.2021