En el vestíbulo del Haigala como siempre, los lijeniks y sus ayudantes iban y venían atendiendo a los Devrigs que iban a solicitar ayuda, pero repentinamente todo quedó paralizado cuando vieron entrar a una columna de Lovets, pero lo que causó la impresión de los que estaban allí no fue esto, porque al fin y al cabo no era tan extraño ver Lovets allí, lo verdaderamente insólito fue que tras ellos vieron la alta figura de su soberano.
Era por todos sabido que el sozdatel’ no hacía apariciones públicas, pero ellos no necesitaban que nadie les dijese quién era, aunque ninguno lo hubiese visto nunca, porque en el centro de la pared frontal del vestíbulo, había una gran pintura de Iziaslav y los sizvitels, de manera que todos estaban estupefactos, pero aun así y una vez pasada la primera impresión, se dieron mucha prisa en inclinarse. Iziaslav por su parte, apenas si se molestó en dar un saludo general y sin detenerse continuó hacia las escaleras.
Ni Phillipe ni Madeleine habían estado nunca en ningún hospital, pero estaban enterados de que los mismos no eran los mejores sitios del mundo, razón por la cual habían estado muy preocupados al saber que Derek estaba en uno a pesar de que todos les habían dicho que no había razones para ello. Ahora viendo el enorme edificio con sus amplios pasillos y grandes ventanales, comprendieron que estaban equivocados.
Habían transcurrido dos días desde que Derek recuperase el conocimiento, y como cabía esperar estaba de un humor catastrófico, porque ya quería marcharse.
Pero si Derek estaba asombrado de verlo allí, no era nada comparado con el asombro de Iziaslav, porque si bien era cierto que él había sido uno de los primeros testigos del cambio que se había operado en Derek, y aunque Iván e Iliar habían hecho mucho hincapié en ello, tal vez ahora, bien fuese porque la tensión del momento había pasado o porque ya no estaba bañado en sangre y con heridas por todas partes, que el cambio se le antojaba aun mayor. Sin embargo, logró disimular su impresión con éxito.
Iziaslav esbozó una ligerísima sonrisa, porque era cierto que físicamente había cambiado, pero sin duda su esencia seguía siendo casi la misma, ya que ahora también tenía mucho de la propia, lo que lo llevó a sentirse culpable.
Los que estaban detrás de la puerta con excepción de los payasos habituales y los Saint-Claire que no se habían enterado de nada, tenían cara de estar a punto de perder sus cabezas y en realidad pensaron que quien la perdería muy de prisa sin duda alguna sería aquel muchachito, no solo por hablarle de ese modo a Iziaslav, sino por tener la osadía de hurgar en sus pensamientos. Sin embargo, el mencionado individuo en aquel momento estaba riendo, porque ni queriendo habría podido evitarlo, pero al mismo tiempo seguía sorprendiéndose, porque no esperaba que Derek pudiese acceder con aquella facilidad a sus pensamientos.
Ahora Iziaslav no pudo evitar reír estruendosamente, pero dejó de hacerlo muy pronto, porque tenía algunas cosas importantes que tratar con él.
Derek giró la mirada, dejó que esta vagara sin rumbo fijo y se perdió en los recuerdos. Christopher y él se llevaban solo un año y habían sido muy unidos hasta que se decidió el matrimonio de Chris. A partir de entonces había comenzado el distanciamiento entre ambos, y la serie de hechos posteriores que llevaron a Derek a ausentarse de Darnley, acentuaron esa distancia, pero aun así seguía siendo su hermano y lo amaba. Sin embargo, la realidad lo golpeó con fuerza, ya no era el mismo Derek que había corrido por la campiña con Chris, había dejado de ser el hermano revoltoso que lo enloquecía y de hecho era una persona completamente distinta que ni siquiera podía reconocerse a sí misma cuando se miraba al espejo. Aunque no sabía qué iba a hacer ahora, volver a Darnley no era una opción, aquel ya no era su hogar y nunca más podría verlo como tal, aquel se había convertido en un lugar maldito para él, ya que era donde había muerto su madre. De manera que, aunque le dolió el corazón, porque Chris era su hermano y lo amaría siempre, tomó su decisión, Derek Arlington había muerto casi tres semanas atrás y eso sería lo que dirían a su hermano. Giró la cabeza de nuevo y clavó los ojos en aquellos que eran reflejo de los suyos.
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Editado: 16.10.2021