Cap. 45 La Boda
Una vez que Iziaslav finalizó con la investidura de todos los príncipes, se situó frente a Derek.
- Sé que no te agrada todo este… ¿circo es como lo llamas? – preguntó, pero Derek nada dijo pues Dylan seguía allí – Pero es importante que entiendas algunas cosas, Phillipe; la primera es que si Maikata Priroda te señaló como digno de ser quien eres y lo que eres, por mucho que no te agrade todo lo que trae aparejado tu posición, de nada te sirve oponerte o irritarte por ello y solo te arruinarás tú, y le arruinarás a tu futura esposa un momento que debería ser uno de los más hermosos e importantes de sus vidas. Segundo, por mucho que te traiga sin cuidado la opinión ajena, eres un príncipe de tu raza, y nuestros súbditos esperan ver a su príncipe comportándose como lo que en efecto es, porque de otra manera perderían el respeto por todos los miembros de la casa real. Y por último, pero no menos importante, aceptaste efectuar una mirwelik[1] tradicional, y le diste a los Korsacov carta abierta para encargarse de la misma, de manera que te comprometiste, de forma tácita, a comportarte de acuerdo a nuestras costumbres y tradiciones. Por todo lo anterior, y aunque no me gusta imponerte nada, me veo en la obligación de ordenarte – puntualizó – conducirte del modo que todos esperan de ti ¿me he expresado con claridad?
- Ak sarì
Después de eso, Iziaslav procedió a colocarle la capa real y la corona, haciéndole luego un gesto a Darko quien se acercó con un cordón que parecía fabricado de oro salpicado de esmeraldas; le dio unas instrucciones a Derek y se apartó. Iziaslav volvió a situarse frente a él y colocó las manos sobre sus hombros.
- Phillipe, lamento haber contravenido tus deseos de no convertirte en un devrig y haber colocado con ello una carga muy pesada sobre tus hombros, pero si lo hice es porque te amo, y siendo el egoísta que sabemos que soy, no estaba dispuesto a perderte. De modo que lo que te dije no es porque quiera fastidiarte, sino porque quiero verte convertido en el príncipe que naciste para ser.
Derek podía ser muchas cosas, pero la sensibilidad era una de las que lo definía, de modo que sus ojos se llenaron de lágrimas y un segundo después estaba abrazando a Iziaslav.
- Lo sé, Ymharyk – pero no habría sido él si no hubiese agregado un comentario muy Derek – y si yo estoy dispuesto a aceptar que tú eres un egoísta y no molestarme por ello, tú tendrás que estarlo en que necesitarás mucha paciencia para lograr convertirme un príncipe aceptable
Mientras los demás reían con disimulo, Lucien, Iliar, Iván y Lucía, lo hacían sin ninguno y Dylan cerraba los ojos con resignación. Después de eso y una vez que Janos lo había ayudado a él con su propia investidura, miró de nuevo a Derek.
- Bien, vamos allá – dijo Iziaslav
Los Levjaners cerraron filas y abrieron la marcha, mientras que Dylan se quedaba un momento con Derek.
- ¿Preparado?
- No creo que nadie lo esté en realidad, pero como dijo Ymharyk, vamos allá
- Derek…
- Descuida papá, no haré ningún disparate si no tenemos en cuenta que en opinión de algunos de los que conocemos, casarme ya lo es, pero…
- No iba a decir eso – lo interrumpió – lo que quería decirte es que en verdad estoy muy feliz por ti y me alegra mucho poder ser testigo de que tú alcanzas la felicidad que a tu madre y a mí nos fue negada.
Aunque no era esa la intención de Dylan, aquello golpeó a Derek en forma brutal, pero hizo su mejor esfuerzo por reponerse, pero uno mayor para evitar que Dylan se hundiese en una tristeza que no merecía.
- Haré mi mejor esfuerzo por no arruinar la oportunidad de ser feliz con la mujer que amo, pero tendré que esforzarme mucho para lograr ser al menos la mitad de bueno de lo que fuiste tú con mamá
- Yo no tuve…
- Eh, eh – lo detuvo – tal vez no haya sido por mucho tiempo, pero en el breve lapso que estuvieron juntos, mamá fue más feliz que en toda su vida, y si de algo ni yo ni nadie puede tener dudas, es del amor que los unió, porque mis hermanos son una hermosa prueba de ello. Así que no, larsèvirier, si alguien no puede cuestionarse su capacidad para hacer feliz a una mujer, ese alguien eres tú, y me colocas en una difícil situación si eres la medida por la que seré juzgado
Después de eso tuvieron que darse prisa para alcanzar a los demás y lo hicieron cuando ya llegaban al lugar designado para la ceremonia. En cuanto Patrick anunció la llegada de la familia real, los presentes se inclinaron mientras ellos caminaban hacia el frente. Después que estuvieron ubicados, Dylan y Derek fueron conducidos hacia otro punto, pero el corazón del más joven comenzó a latir de manera desbocada al ver a Istziar. Aunque quería correr hacia ella, en especial cuando la chica le sonrió, tuvo que aguantarse y seguir las reglas.
Estando como estaba, es decir, sobrepasado por la emoción, no prestó atención a nada más, mientras que Dylan, cuya naturaleza curiosa no lo había abandonado, registraba todos los detalles del entorno.
Habían trazado un círculo con flores y con cuatro velas en los cuatro puntos cardinales.
- Ese círculo simboliza el templo de la unión – escuchó Dylan la explicación de Yvaylo, misma que continuó – Tal vez no lo notes, pero el altar está orientado hacia el norte; las velas que están sobre él, simbolizan al sol la dorada, la plateada a la luna, la negra a los que ya no están, y la blanca nuestra presencia. Ahora es tu turno