La distancia que nos separa

Capítulo 60 Revelaciones

Al cabo de unos días, Vir tuvo una charla con su madre. Una charla que se debían. Mel había recuperado la sonrisa y no veía la hora de retomar los preparativos de la boda, estaba ansiosa también con la llegada de su nueva nieta, ella y Fede, disfrutaban de su rol de abuelos. En los últimos días, el amor de ellos se había convertido en uno más maduro aun, Fede la amaba con locura y solo quería que su esposa se sintiera feliz, a salvo y dejara el pasado atrás. Había vivido algo que ninguna mujer debería sufrir nunca, aun así, había encontrado la manera la salir adelante junto a su hija y tener una vida completa. Era un ejemplo de resiliencia a los ojos de quienes la rodeaban y amaban. La charla se presentó profunda y casual mientras ambas estaban a solas, Virginia no estaba segura de querer escucharlo todo, pero también tenía dudas que no podía simplemente preguntarle a su madre, tenía que dejarla que ella sola vaciara sus recuerdos cuando estuviera lista.

- Hija querida yo sé que tengo mucho que contarte

- No mamá, no hay nada que tengas que decir, no necesito saber nada

- Yo si quiero contarte todo, ahora sos una mujer adulta y creo que me haría bien poder decirte todas las palabras de lo que sucedió, es una manera de que deje de ser un secreto, pero no será fácil de escuchar, debía decirte esto antes, pero nunca imaginé que las cosas se presentasen así, no imaginé que podrías correr peligro o Roma, nunca me hubiese perdonado si les pasaba algo. 

- Como quieras, pero no es necesario, yo te amo así, y lo demás no importa nada

Mel comenzó su escalofriante relato:

- Hacía dos meses que veía a escondidas al hombre que conociste, mis padres no aprobaban que saliera con nadie. Mis amigas me ayudaban y lo veía de a ratos a la salida del colegio, y luego en las fiestas o en el cine. Aunque no lo parezca era un hombre encantador y muy guapo. Mis amigas estaban muy felices de que finalmente me enamorase, ya que nunca había ocurrido en parte creo, por miedo a mi padre.

Unos días antes de mi cumpleaños, nos invitaron a una fiesta en la casa de uno de los chicos, que se había quedado solo, sus padres habían ido a otra ciudad a comprar unos terrenos. Todavía recuerdo todo eso como si fuese ayer, porque me faltaron días para arrepentirme de esa decisión, pensaba ¿qué hice mal? ¿Por qué fui? ¿qué debí hacer? Luego entendí que nada de lo q pasó fue realmente mi culpa

- Así fue mamá, fuiste víctima de unos enfermos

- Esa noche, continuó Mel su relato, llegamos a la casa donde iba a ser la fiesta, me había puesto un vestido color lavanda y tenía una camperita de jean arriba, zuecos y el pelo recogido. Mi mamá no aprobaba el largo, por lo cual le agregó una puntilla al vestido que se veía ridícula, para darle un largo "decente" sino los hombres podían tener "una idea equivocada de mi". Comimos papas fritas y unas hamburguesas cortesía de los organizadores, luego había mucha gente y música. Empezamos a bailar. No estaba habituada a beber y me dieron unas cervezas; después una amiga me hizo probar una mezcla horrible sabia a coca cola amarga, supongo que era whisky o algo así. Me hice la agrandada y la tomé, me reía, estaba mareada. En eso apareció mi enamorado y nos pusimos a bailar un lento. Me empezó a besar y las hormonas se me volvieron locas. Nunca me había besado nadie, era Virgen, porque era de las que creía que había que llegar pura al altar, sino el vestido blanco no tenía sentido, pobre de mí ¡qué estúpida! es increíble como mi mente guardó todos los detalles como si hubiesen ocurrido ayer

Virginia tomó la mano de su madre para calmarla, sentía un nudo en la garganta ante la dureza de los comentarios de su madre. Las lágrimas habían arreciado los rostros de ambas. El relato siguió:

- Los dos fuimos afuera, al jardín, pero estaban todos nuestros amigos besándose allí; subimos las escaleras y el abrió una puerta, yo no quería entrar, me dio miedo y tenía ganas de vomitar. Tomó mi mano y me dirigió dentro del cuarto, comenzó a besarme mientras estábamos sentados en la cama, después me sacó la campera. Recuerdo haber tomado algo más creo que vodka o algo así y bailar juntos al lado de la cama, después tuve arcadas, no recuerdo sé si llegué realmente  a vomitar. Luego de eso tengo ya tengo recuerdos claros, tengo más bien flashes, supongo que es una manera de mi cerebro de protegerme de los recuerdos más demoledores que puede tener una mujer. Veo a alguien rubio, siento que algo se rompe abajo mío, siento caliente y empiezo a llorar, me dolía. Luego veo a alguien más, yo estaba asustada, toda mojada. Recuerdo haber bajado la mirada y ver mis pechos al aire, me los mordían dos cabezas.

- Oh por dios mamá, no hace falta que sigas, dijo Vir con sus lágrimas en los ojos

- Déjame que te cuente todo...Alguien más me practicó sexo oral, mi cuerpo respondió con un orgasmo, lo cual me llevó a sentir culpa durante años. Solo con mucha terapia pude asumir que eso era una reacción del cuerpo, no algo que pidiera o eligiera.

- Mamá por dios, nada de lo que ocurrió pudo ser tu culpa, eras casi una niña

- luego me dieron vuelta continuó ... Mel comenzó a llorar con fuerza, después siguió su crudo relato:

- Me lastimaron toda por delante y atrás, incluso mientras yo lloraba jugaron de a 3 a la vez conmigo mientras reían y se acomodaban, abajo, atrás. Quería gritar, pero sentía a alguien en mi boca, en total eran mi novio y 3 amigos. Un rato antes me había pedido ser su novia, yo había dicho que sí, pero todo era un engaño. Se mofaban de que era Virgen. Se turnaron hasta cansarse y me dejaron tirada en la cama con él al lado. Apagaron las luces, no recuerdo todo lo que pasó, solo tengo imágenes. Alguien abrió la puerta cuando estaban usando mi cuerpo a la vez y vio todo, no supe que había sido mi mejor amiga hasta unos días después. Gracias a ella supe que no había sido una pesadilla. Me vistió la bestia que conociste, pero se dejó mi ropa interior como trofeo. Llegué a casa sin ella. Me bañé porque estaba toda lastimada. Al día siguiente no podía estar sentada, ni parada, solo dormir. Tenía marcas en mis pechos de mordidas que surgieron con los días y en mis nalgas. Mi madre no me creyó y luego mi amiga me confirmó que mis recuerdos eran ciertos. Nunca supe por qué ella no hizo nada para detener lo que ocurría, solo miró y se fue. Quizá preferiría no haberlo sabido, que había sido real. Luego ya sabés la historia, él era mi novio, cuando supieron que estaba embarazada mi madre seguía sin creerme y fui obligada a casarme con el monstruo que conociste. Él aceptó ante el peligro de una denuncia. Le di el dinero que me dieron mis padres para una casa, solo dejé lo necesario para un nuevo comienzo; y al cabo de unos meses, él se fue ese fue nuestro trato y nunca lo volví a ver hasta ahora. Efectivamente, no sé quién es tu padre.




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