Damián.
No quería hacerlo, no quería ofenderla, no quería herirla ni tampoco atacar su punto débil. Es duro perder a toda tu familia y no poder hablar con tus amigos, lo sé, aunque lamentablemente no he pasado por todo eso tengo que ser un poco más considerado. Pero al fin y al cabo después de varios minutos peleando los dos uno quedó en pie, o mejor dicho enzima del otro. Las luces se encienden.
-Muy bien, mejoraste rápido ¿seguro que no has practicado autodefensa?, por cierto, no vuelvo a provocar tu ira, disculpa por lo que dije hace poco, no fue mi intención.
-Mi padre me enseño algunas cuantas técnicas, no creí que fuera necesario utilizarlas ¿Por qué no seguimos todavía con el entrenamiento? No estoy cansada además me prometiste algo ¿Recuerdas?
-No te preocupes nunca se me va olvidar lo que te prometí.
-Gracias Sr…digo Damián, disculpas.
-No tienes que andar disculpándote por todo -observo bien en la situación en la que me encuentro y me doy de cuenta que ella está encima de mí después de varios y duros minutos de batallar, tuve que caer, mis manos aún se encuentran en su delineada cintura, se me estaba olvidando, ni siquiera me molesto en moverlas, es como si estuvieran pegadas a su cuerpo y como si fuera poco se encuentra encima de mi parte más íntima poniendo la situación aún incomoda-, podrías quitar tu mano de mi cuello y si puedes también podrías levantarte estás encima de mi…
-¡Ay!… disculpas, me he olvidado –puedo ver como sus mejillas se sonrojan, me encanta cuando se ponen así.
Aparto mis manos de su cintura y ella procede a levantarse, apoyo mi brazo derecho en el suelo para poder levantarme.
-Entonces ¿todavía no estás cansada? -pregunto para asegurarme.
-No, quiero continuar -puedo notar su gran entusiasmo, aunque a mí no me puede engañar sé qué hace esto por otros motivos.
-Está bien, pero intentaremos algo diferente ya no vamos a tener enfrentamiento cuerpo a cuerpo, sino que ahora te enseñaré una parte muy difícil de lograr en el principio -creó una pequeña pausa debido a que no sé cómo explicarle lo siguiente, no creo que le guste la idea o simplemente no podrá comprender bien lo que le diga, no es tan fácil, no es como ir y decir eh… no sabes que tienes que beber sangre específicamente de personas para poder alimentarte como lo hizo la persona que asesinó a tu familia para así poder sobrevivir- ¡Ah…! -Respirar profundo y soltar todo-. Te enseñaré a alimentarte y a controlar tu sed -bueno, al menos es un avance.
-No Sr... -tartamudea, pero se corrige al instante- no voy a matar personas Damián- baja su rostro en señal de negación al parecer no le gusta la idea- no voy a quitarle la vida a nadie.
-Solo es beber de su sangre no es matarlo.
-No lo haré.
-No exageres las cosas, porque suenan muy malas y feas como piensas.
-Simplemente no lo haré, sé que se siente, si no es bajo el consentimiento de esa persona no pasara y dudo que alguien que esté dentro de todos sus cabales quiera experimentar eso, además no puedo relacionarme con alguna persona ¿Oh se te olvida lo que pasó? Sería un riesgo para ambos.
-Alis…
-Todo ha pasado muy rápido, aun me cuesta un poco acostumbrarme a esto, antes sencillamente comía en mi casa o era arrastrada por mi familia a comer en los más finos restaurantes en diversas ciudades de distintos países y ahora resulta que tengo que pasar a esto.
-Con razón la despensa siempre estaba llena cuando llegaba a casa.
-No me gusta tomar las cosas que no son mías -se sienta en el suelo y coloca su rostro entre sus entrepiernas para ocultarse.
-Alis relájate, tienes que tratar de acostumbrarte o las consecuencias después serán peores y créeme que no querrás querer llegar a ese estado.
-¿No hay otra alternativa?
-Entiendo que todo esto es nuevo para ti -tendré que recurrir al otro método-, pero en estos días no has bebido sangre de humanos ¿qué crees? puedo ser un vampiro, pero no un ser despiadado, no me gusta matar personas. Te explico no solamente un vampiro puede beber sangre de humanos, aunque esta es de “vital importancia” -destaco las dos últimas palabras para que comprenda- puede recurrir a otra opción no muy efectiva que son los animales, obviamente no estarás satisfecha y te traerá consecuencias a la larga, te recomendaría que no tomaras esta última elección o un día todo se saldrá de control.
-Uf…que alivio, optó por la última.
-Alis, ya te dije que…
-Me quedo con esa -me interrumpe-, aunque después más adelante me pese.
-Está bien, si esa es tu decisión la respecto -todo el esfuerzo fue en vano-, dónde iremos a entrenar no queda tan lejos ¡Oh, mira! por ahí mismo podremos practicar tu vuelo -como lo imagine no entendió lo que le explique, medio me di a entender también.
-¿Cuál? En donde flotas como un fantasma, como si fueras una clase de especie de espíritu viviente -levantó una de mis cejas en respuestas- disculpa, pero es chistoso -me regala una sonrisa, se ve bonita cuando se sonríe.
-Pues sí tienes razón.