La Doble Vida De Noa

La Nueva Niñera 7.

Había llegado nuevamente a esa mansión, está vez fue recibida por una empleada de servicio la cual le pidió que esperara a la señorita  Kate la asistente personal del señor Von Parker. 

 

Pasaba alrededor del lugar apreciando cada detalle de esa estancia, todo era de lujo parecía estar dentro de un sueño altas paredes blancas, decoración clásica pero sobria y amplias ventanas que le daban mucha luz al sitio. Un carraspido llamó mucho su  atención se dió la vuelta apenada, no quería parecer metiche, pero la curiosidad le había ganado y sobremanera. 

 

—Buenos días señorita —la rubia mantenía la vista en su ipad internamente esperaba que la mujer aceptará de una vez el trabajo—. Asumo que si está aquí es porque aceptó el empleo ¿No es así? —empero Kate esperando una respuesta afirmativa de parte de la morena recién llegada. 

 

Asintió ante la pregunta de la asistente  —hablé con mi amiga y ella está de acuerdo en que acepte el trabajo de niñera. 

 

Kate esbozó una sonrisa casi imperceptible, ya era libre de lidiar con la hija de su jefe, su trabajo era de asistente ejecutiva, no cuidar a la hija malcriada de su jefe —¡Perfecto! —dijo la rubia notablemente emocionada. 

 

—¿Bueno cuando empiezo? 

 

—Hoy mismo linda —respondió Kate acercándose a la nueva niñera, tomó asiento e invitó  a  Noa también a sentarse frente a ella—, como te dije el trabajo es de planta, es decir debes quedarte aquí tu único día libre serán los domingos y eso estará condicionado, si requerimos de tu servicio ese día también tendrás que trabajar. —puntualizó la asistente. 

 

—Si está bien, traje mi maleta para instalarme hoy mismo y comenzar en este momento.   

 

—Tu labor comenzará en cuanto Luna regrese de la escuela, eso sí la pequeña es un tanto especial... Ten en cuenta que la niña es un poco quisquillosa y debes saber llevarla. 

 

—¿Saber llevarla? —cuestionó un tanto confundida por lo que Kate le había mencionado, la rubia no le había dicho nada de eso antes—.  Dígame específicamente ¿A qué se refiere con saber llevarla? 

 

—Bueno... —Kate no sabía cómo explicar la peculiaridad de la pequeña Luna, no quería espantar a esa chica ella estaba deseosa de deshacerse de la pequeña y volver a la oficina. Su jefe era más interesante que cuidar de la molesta chiquilla  —facil Luna es una niña un tanto malcriada, su padre la consciente mucho es autista y por esa razón tiene un comportamiento diferente a los niños de su edad. 

 

—Entiendo —mintió, sabia poco o nada del autismo, aún así este no iba a ser un impedimento para este trabajo—, bueno está bien seré paciente y cuídare de Lunita con mucha paciencia. 

 

—Perfecto llamaré a Betany ella te ayudará a instalarte, también te pondrá al tanto de las cosas que Luna puede y no comer, también  una lista de sus actividades. 

 

Asintió, ambas se pusieron  de pie,  Kate llamó a la empleada está a su vez llamó otra muchacha, la empleada llamada Betany se presentó ante Noa, Kate se retiró dejandole sola con las dos domésticas. Cuando se quedó sola con Betany y la otra muchacha ellas comenzaron a reír. 

 

—En cuanto llegó la niñera Kate salió huyendo —rió Betany mostrando sus dientes—, esa no puede ocultar sus costuras anda detrás del  señor Alexander. 

 

—Eso es obvio —confirmó la mucama más joven—, Kate no se molesta en ocultar el interés por el alemán, bueno dudo que el señor se interese en Kate esa gente solo se rodea con personas de su mismo entorno. —Acoto la joven doméstica. 

 

—Bueno Lilly lleva a la muchacha a su habitación y luego traela conmigo, seguramente Kate no le explicó nada de la condición de la señorita Luna. 

 

—Ven conmigo linda. —Dijo la amable castaña. 

 

—Claro. —Respondía tomando la maleta. 

 

—Por cierto no me dijiste tu nombre. —Dijo la muchacha deteniendo su andar. 

 

—Noa. —Respondió la morena 

 

—Lindo y corto, fácil de aprender —Comentaba la mucama—, buena Noa sigamos el día apenas empieza tenemos mucho que hacer. 

 

•••

 

Despertó al oír que alguien tocaba la puerta con insistencia. 

 

—Carajo —musitó  arrastrando las palabras, se levantó molesta se puso su bata de dormir de mala gana—, más vale que sea importante demonios...

 

Calló al ver quienes eran. 

 

—¿Qué hacen aquí? —dijo soltando un bostezo. 

 

—En vez de preguntar eso deberías invitarnos a pasar. —Replicó una rubia molesta con la hostilidad de la despeinada pelirroja de ojos verdes. 

 

Cameron se hizo a un lado para dar entrada a Cristal y un hombre de tes bronceada, cabello castaño rizado y ojos olivos. La pelirroja cerró la puerta tras de si cuando sus amigos entraron, para luego sentarse desparramada en el sofá —ya díganme ¿Qué hacen ustedes dos aquí?, nunca  me visitan —inquirió Cameron con desgano e ironía en sus palabras. 

 

—Estamos en problemas —comentó  la rubia sin rodeo—, todo es culpa de Noa, la imbecil de tu amiguita no jodió la noche.  

 

Cameron se incorporó miró a Cristal confundida, no entendía de que estaba hablando —no estoy entendiendo ¿De  que hablan? —empero Cameron sin  entender a Cristal. 

 

—Fabio se enteró que Noa se fue antes de la hora del salón vip, por lo tanto no quiere pagar completa la presentación de anoche, aunado a eso ya sabe que nuestra querida Azul piensa dejar el clud Caleidoscopio. —Finalizó Christopher lo que Cristal iba a decir. 

 

—¡¿Fabio no puede hablar enserio?! —prorrumpio Cameron incrédula ante las palabras de sus compañeros de trabajo, ciertamente entendía que Noa no quisiera seguir siendo Azul, pero ella no estaba considerando las consecuencias de sus decisiones. 




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