La Dolorosa Vida De Ángel.- Ir A Otro Mundo No Es Tan Genial

CAPÍTULO 30

La dolorosa vida de Ángel.

CAPÍTULO 30

Me reúno con Mei afuera de mi casa. Estoy usando una camisa rosa.

—¿Quieres ir al bosque negro? ¿Por qué?- Digo confundido.

—¡Ahí hay una flor que nunca se marchita, y quiero tenerla!- Dice emocionada.

—Pero es muy peligroso, aparte de que el viaje es muy largo.

—¡Vamos, no seas cobarde!

—Tardaremos horas caminando.

—¡Mi padre me prestó su caballo, no te preocupes!

Suspiro. Los padres de este mundo no se preocupan tanto por sus hijos.

—Los padres en este mundo son muy despreocupados... Supongo que podré protegerla si nos ataca algo. - Pienso mientras intento tranquilizarme.

Le sonrío a Mei.

—Está bien, vamos.

—¡Sí!- Dice mientras da un gran salto de alegría.

-Minutos después-

Subo a un caballo blanco.

—Vamos.

—¿Sabes cabalgar? Si quieres yo puedo...- Dice Mei preocupada.

—Sí sé, no te preocupes, vamos.

—¡Está bien!

Mei se sube y se sujeta de mí.

—¡Vamos!

El cabello empieza a correr.

-Una hora después-

Llegamos al bosque negro. Es un bosque como cualquier otro.

—¿En dónde está?

—Solo debemos buscarla.

Veo a una ardilla comiendo una fruta que está en el suelo.

—Espera...

Me bajo del caballo, me acerco a la ardilla y le susurro.

—Oye, ¿sabes en dónde está la flor que nunca se marchita?

—Claro que lo sé.- Dice la ardilla con voz de hombre.

—Perfecto. ¿Puedes decirme en dónde está?

—Claro, está...

Se queda unos segundos viéndome y comienza a temblar.

—¡¿Puedes entenderme?!- Dice asustado.

—Sí, digamos que es un talento que tengo.- Digo sonriendo.

—¡Sorprendente!

La ardilla salta y sube a mi hombro derecho.

—¡Yo te indicaré el camino!

—Gracias.

Vuelvo con Mei y me subo al caballo.

—Es por aquí.- Dice la ardilla señalando el camino con su pata.

—¿Por allí? Está bien, gracias.

—Nunca entenderé cómo lo haces.- Dice Mei mientras me observa con ojos brillantes.

—Es un secreto.

-Minutos después-

Llegamos a un lugar donde hay muchas flores verdes.

—¿Son esas?

—¡Sí!- Dice la ardilla.

—Muchas gracias por tú ayuda.

Acaricio la cabeza de la ardilla.

—¡Adiós!

La ardilla salta y se va.

—Toma la flor y vámonos.

—¡Sí!

Mei baja del caballo y arranca una flor del suelo.

—¡Es hermosa!

—¡¡Deja esa flor ahí!!- Grita una mujer.

Una mujer con la piel verde aparece. La mujer usa un vestido blanco y tiene el cabello blanco y largo.

—¡Serás castigada, y tú castigo es la muerte!- Dice la mujer enojada.

—¡¿Muerte?!- Dice Mei asustada.

Bajo del caballo y me paro frente a la mujer de piel verde.

—¡Ella dejará la flor en su lugar, por favor, déjala vivir!

La mujer verde se me queda viendo por unos segundos.

—Acércate, por favor.- Dice la mujer.

Suspiro y la veo seriamente.

—Está bien.

Me acerco a ella y me toca la frente con su mano derecha.

—Ya veo... Está bien, te regalo la flor, puedes irte.- Dice la mujer sonriendo.

—¡Muchas gracias!- Dice Mei.

Mei y yo subimos al caballo.

—¡Cuida muy bien a Crismei!- Dice la mujer.

Mei parece confundida.

—¿Crismei?

—Creo que se confundió, vámonos.

El caballo empieza a correr.

—Bueno... ¡Conseguí la flor gracias a tí!

Me abraza con fuerza.

—¡Y me salvaste la vida!

—No fue nada, no te preocupes.

-Una hora después-

Me acuesto en mi cama y Crismei sale de mi bolsillo.

—¿Quién era esa mujer?- Le pregunto a Crismei.

—Es un espíritu natural.

—¿Y por qué te conoce?

—No... No lo sé... Realmente no lo sé.

—Esto es raro.

-Tres años después-

Volví a ser el de antes. Mi cara y mi cuerpo son idénticos a mí antes de morir. Bueno, mi cuerpo no tanto pues he entrenado por muchos años y fortalecí mis músculos.

—¡Es hoy!- Digo emocionado.

Me levanto y Crismei se esconde en el bolsillo de mi pantalón.

—Hoy es mi último día de clases. Al menos aprendí la escritura de este mundo.

-Unas horas después-

—Fue un gusto ser su maestro, pueden irse.

Todos gritan y salen corriendo del salón.

Mei y yo salimos caminando del salón. Mei creció bastante, le crecieron demasiado los pechos y se volvió muy hermosa.

—Ya no tenemos que ir a clases, que felicidad.- Digo sonriendo y emocionado.

Mei me da un golpe en la cabeza.

—El estudio es importante, no pienses así.

—Si, ya lo sé... ¿Y qué piensas hacer ahora?

—No lo sé, creo que me casaré con un hombre muy rico para que me mantenga.

Empieza a reír y le sonrío.

—Vaya, y yo que pensaba que tenía una oportunidad contigo, que decepción.

Me río y ella me observa nerviosa y sonrojada.

—¿Q-quieres que yo sea tú novia?

Se queda quieta.

—No lo sé.

Volteo a verla y le sonrío.

—Tal vez.

Mei se sonroja aún más y le acaricio la cabeza.

—¡Te deseo suerte encontrando esposo!

Me alejo corriendo y Crismei me habla en mi mente.

—¡O-oye, ¿es en serio lo que dijiste?!- Dice con un tono nervioso.

—Obvio no, yo tengo como 30 años y ella tiene 15 años, es ilegal... Bueno, ilegal en mi mundo, en este mundo lamentablemente es legal... Pero aún así lo considero ilegal.

—Bueno, prácticamente tienes 15 años.

—Aún así yo no haría eso.

Llego a mi casa y entro rápidamente.

—¡Padre, ya es hora!

—Es tú decisión y la apoyo.- Dice mi padre sonriendo.

Me abraza con fuerza.

—Te deseo suerte en la ciudad Freki

—Gracias, prometo visitarte cada mes.



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En el texto hay: comedia, accion, isekai

Editado: 12.09.2020

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