La duquesa y El duque

IX

Narra Adriana

Me acurruque en el pecho de mi marido mientras este me llevaba por las escaleras hasta nuestra habitación.

Abrió la puerta con una mano, y con la otra me sostenía para no caerme.

¿Se supone que hoy es nuestra noche de boda?

Bueno, nuestra segunda noche, ¿Pero quien soy yo para contar?

Me dejo en el suelo y se giro para cerrar la puerta con seguro, mire mi habitación y note lo arreglada que estaba.

¿En qué momento la arreglaron? Recuerdo que ante de irme, había como dos vestidos tirados en frente de la cama, incluso creo que el maquillaje lo deje tirado.

Me voltee para mirar a Cristhian, y suspire.

- ¿Qué van a pensar los demás? -Solté al darme cuenta de que habíamos dejado a todos allá abajo.

Qué vergüenza.

¿Qué irían a pensar de nosotros?

-Acabamos de casarnos, ¿Qué crees tu que ellos van a pensar? -Sentí mis mejillas arder y bajé la cabeza.

No puedo con alguien como Cristhian.

- ¿Y ahora que se supone que vamos a hacer nosotros? -Susurré en un hilo de voz que creí solo haber escuchado yo.

-Ahora voy a besarte-Subí la mirada para ver si lo que había dicho era cierto.

Lo que no me esperaba era que estampara sus labios contra los míos.

Me quedé con los ojos abiertos analizando la situación y cuando sentí sus labios moverse sobre los míos, me estaba derritiendo.

Cerré los ojos y me sostuve de su cuello para no caerme, moví mis labios tratando de seguirle ritmo, pero era imposible, mientras yo le besaba el me devoraba los labios.

Empezamos a movernos y ni siquiera cuando caímos en la cama me dejo de besar, en un momento sentí su lengua juntarse con la mía, sentí un gran escalofrío en mi vientre bajo, lo que hizo que pegara más a él.

Sus besos fueron bajando por mi cuello y note como en algunas zonas de detenía a besar unos segundos más.

Me quito los tacones y me tomo del brazo para que me levantara. Al estar de pie note la necesidad de tenerlo más cerca, así que lo bese yo esta vez y el sin duda me correspondió.

sentí su mano en mi espalda y como bajaba el vestido por los finos tirantes y lo deslizaba por mi cuerpo hasta quedar completamente desnuda ante sus ojos.

-Mas hermosa de lo que recodaba-Susurro en mi oído tras alejarse de mis labios.

Me volvió a colocar en la cama, y esta vez él se quedó parado. Se desvistió tan lentamente que me dolía su ausencia cerca de mí, pero por otro lado me estaba dando el mejor espectáculo que jamás tuve en mi vida.

Se quito la camisa blanca y la dejo en el suelo, tenia un tipo de camisilla abajo y está también se la quito, mire sus grandes pectorales y casi me ahogo con mi propia saliva al ver lo que ocultaba bajo su pantalón.

Se termino de desvestir y quedo completamente desnudo frente a mí, me moví un poco para tras haciendo que mi espalda tocara las almohadas que se encontraban en la parte de arriba de la cama.

¿Este hombre no puede ser más perfecto?

Por sus brazos tenia algunas marcas de guerra y quizás por su abdomen se lograban ver algunos moretones.

Pero era perfecto, grande, musculoso, amoroso, y Sexy, lo mejor de todo, era que; era mío.

Se abalanzo sobre mí y me volvió a besar, esta vez por el abdomen, y siguió sus besos, pensé que se detendría a escasos centímetros de mis bragas, pero continuo, me beso arriba de ellas y las sostuvo con su mano.

-Sube las caderas mi querida esposa-Abrí la boca al escucharlo y jadeé al notar lo ronco que estaba-Olvídalo-Me detuvo unos segundos antes de alzarme.

El sostuvo mis bragas con sus manos y de un momento a otro, las rasgo, haciendo que mi piel se erizara.

-Te comprare muchas-Me susurro antes de lanzarse sobre mis labios, solo que estos no eran los que él había besado anteriormente.

Paso su lengua por toda el área, lo que hizo que gimiera, sostuve su cabeza para que no dejara de hacer lo que estaba haciendo.

Me estaba sintiendo en las nubes al notar como el chupaba y succionaba.

Sentí un escalofrío por todo mi vientre y cerré mis ojos esperando lo mejor.

-No.

¿No?

-No te correrás esta vez en mi boca, sino conmigo adentro de ti-Mientras el hablaba yo estaba lejos.

Me sentía liviana y con necesidad de que el me tocara.

Me senté en la cama y solté la tela que aun cubría mis senos.

-Totalmente perfecta-Tomo mi pezón en su boca y lo chupo igual que como hizo en la parte baja de mi cuerpo.

Se posiciono mejor entre mis piernas y me sostuvo la mirada.

Sentí como algo entraba, no me dolía, solo me hacía quererlo más.

Entro de repente y solté un gran gemido que posiblemente se escuchara afuera.

Volvió a salir y volvió a entrar, yo no paraba de soltar jadeos y gemidos, estaba que no daba más, seguimos así por unos segundos más.

-Dios mío, Adriana-Gimió él y no lo aguante más.

Esa fue la gota que derramo el vaso.

-Cristhian-Gemí su nombre al correrme.

El al escucharme acelero sus embestidas, empujo completamente dentro de mí y sentí como ahora algo caliente me llenaba.

Cayo sobre mí y se quedó ahí con la respiración entrecortada, idéntica a la mía, coloqué mi mano sobre su espalda algo sudada y la moví de arriba hacia abajo.

- ¿Te lastime? -Pregunto levantándose y saliendo de mi interior.

Me sentí vacía queriendo nuevamente un poco más de él.

-No, de hecho, quiero hacerlo de nuevo, pero en la bañera-Lo bese y el me correspondió.

-Entonces no perdamos el tiempo, la noche aun es joven-Me tomo en brazos y me llevo directo a la bañera.

En donde lo hicimos una vez, luego en la cama nuevamente, y no recuerdo en que otros sitios, solo recuerdo que casi amanecía cuando fui a cerrar los ojos.

._.

 

sentí caricias en mi cabello, lo que hizo que abriera los ojos y notara como mi esposo se encontraba observándome.



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En el texto hay: matrimnio, duquesa, duque

Editado: 23.08.2023

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