La Elección

Capitulo 47

-¿Estás loco?-Soltó ella indignada por su pésimo sentido del humor, él solo la observó pacíficamente sin importar nada de lo que había comentado, arrugó la frente y extendió un papel a ella.-¿Que es esto?

-Fírmalo-Comento serio.

-Tengo que leerlo, primero.

-Te resumiré con detalle, entre más rápido lo hagas más fácil será todo.

-¿Fácil para quien?-Contestó Elizabeth fulminante con desprecio.

-El documento especifica que te casaras conmigo, el Reino no sabrá jamás que tu perteneces a mi familia, esto también involucra a Henry y Harry, sus Reinos, estaré de acuerdo con ellos y todo seguirá como siempre ha sido ,no atacaré a ningún Reino ni pondré en peligros las reuniones o su estatus a Reinos extranjeros o enemigos.

-¿Por qué crees que firmaría este estúpido documento?-Conteste molesta.

-Por la misma razón que estés sentada enfrente de mí.

-Eres un enfermo..

-Hago esto para que no tengas el mismo destino que tu madre, Elizabeth, ¿Cómo quieres que te ignore cuando tienes su mismo rostro, hasta tu cara de desprecio.

-Esa es una de las razones por la cual mi madre jamás te amo-Soltó ella cruzando los brazos con fuerza.

-¿Para qué lamentarme con el retrato viejo de tu madre cuando puedo traerla prácticamente de la muerte?

-Te estas escuchando, ¿Cómo planeas traer a mi madre de vuelta?

-Mi inocente, Elizabeth, Tú serás ella.

-¿Quieres que actúe como ella?-Solté una carcajada-¿Ese es tu plan? ,para mantener tu conciencia tranquila.

-Algo parecido, Eres idéntica a ella, incluso en el temperamento, no pierdo nada al obtener tu compañía.-Comentó con una sonrisa-Bienvenida a tu Reino, Mi Reina.

Los recuerdos dispararon melancólicamente al recordar aquellas palabras que solo Henry le podía decir, Ella se había ido sin decir nada, ahora se encontraba no solo lejos de su presencia también estaría casada con alguien más,.

Elizabeth observó por la ventana detenidamente, no sabia cual de los dos Reinos era, pero este Reino tenía flores por cualquier parte que voltearas a lo lejos se encontraba una gran montaña y en el pico de ella un enorme castillo blanco con verde, fue cuando pude observar el emblema al costado de la entrada, Este lugar era Terca, el Reino donde mi madre había nacido, el sonido de Stefan aclarando su garganta la hizo volver.

-No te atrevas a decirme esas palabras de nuevo-Exclame enojada.-Tu no puedes decirme de esa manera.

-¿Quien fue?-Sonrió

-¿Quien que?

-¿Quién suele llamarte de esa manera?,¿Harry o Henry?-Cuestión cómico

-Eso a ti no te interesa.

-Llegamos-Soltó serio mientras un cabello abría la puerta del carruaje, extendió su mano para ayudar a bajar por el gran volumen del vestido rojo que llevaba puesto.

-Señorita-Comentó un caballero acercándose a ella con rasgos finos y semblante frío.-Majestad.

-Maximiliano-Contesto Stefan con una sonrisa- Elizabeth, te presento a Maximiliano, él es mi comandante de ambos Reinos.

-Un gusto-Comentó ella fría.

-Es un placer conocerla, Señorita-Comentó con una reverencia de cabeza.

-¿Lo es?-Exclame sarcástica.

-Tranquila ,Querida-Exclamó Stefan poniendo su mano en su hombro dando pequeñas palmaditas.

-¿Ya puedo entrar?

-Todo está listo, Majestad-Comentó Maximiliano observando de reojo.

-Entraremos ahora-Comento ella sería subiendo los escalones de la enorme entrada,

Abrieron las puertas para entrar al salón principal, Elizabeth se sorprendió que todo era blanco con verde, no había otra combinación más que esa, incluso los uniformes de los sirvientes y soldados eran verdes con blanco y un toque de dorado, rosas blancas o gladiolos verdes, Clavel verde eran las flores que se encontraban en todo el salón.

-¿Qué te parece la decoración?-Exclamó Stefan detrás de ella.

-Es Hermosa, lo admito, pero creo que es mucho verde.

-El verde es sagrado para el Reino, Elizabeth-Se acercó a su oído dando un pequeño salto-Ese color amaba a tu madre.

-Ya veo-Solté algo ella incómoda por su cercanía, dio un paso adelante para tratar de evitarlo.

-Ella es Amanda-Comentó acercándose una joven de tez morena a ellos.-Ella se encargará de llevarte a tu habitación y atender cualquier necesidad requerida.

-Es un placer, Señorita-Comentó con una sonrisa animada.-Por aquí, por favor.

-Te veré en la cena-Comentó Stefan antes de que ella se adentrará a los pasillos,

La decoración sin duda era la misma del salón principal, ¿Se supone que verde tendré que usar a partir de ahora?, Justo en el costado de la pared estaba un retrato de una mujer.

-Ella era la Reina de Terca-Exclamó con una sonrisa triste.

-Es hermosa-Soltó sin pensar al observar los detalles de cada pigmento que habían pintado, sin duda era igual a ella ,tenia su rostro, solamente que su madre tenia el cabello color negro como la misma noche, sus ojos verdes como los suyos que resaltaban con el atardecer de la ventana.

-Ella tiene un cierto parecido a usted..-Comentó Amanda con inocencia.

-Lo se-Comento seria al darse cuenta que no exageraba cada vez que Stefan la observa sin duda si mira a su madre, en ella, un escalofrío le recorrió rápidamente en su piel.-¿Dónde está mi habitación, Amanda?

-Aquí, Señorita-Contestó con una sonrisa apuntando al lado del cuadro.

-Por qué no me sorprende-Contestó rodeando los ojos.

-¿Pasa algo?¿No está cómoda en esta habitación?-Contesto confundida.

-No me refería a eso, Amanda, Estaré bien-Comentó ella con una mueca observando con detalle la enorme habitación.

-En un segundo vengo, Señorita preparare su baño-Comentó saliendo de la habitación.

-Que día...-Comentó Elizabeth agarrando su cuello.

Observo el armario que estaba al costado de la habitación y había acertado sin duda eran todos color verde, aunque para ser verdad ese color era muy bonito, pero no era ella una de esas chicas que usara colores claros ,mas bien sus colores eran negros o color vino, aun así ella no podía no ponerme este vestido.




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